sábado, 21 de diciembre de 2013

JOHNNY LIMA: Shine On (1999)












Cuando oigáis este disco no será raro que penséis que estáis ante unas caras B de Bon Jovi, temas extras o demos que han dejado fuera y han sacado ahora para nuestro deleite, tal es el parecido que tiene este artista con la banda de New Jersey, un parecido que se hace casi indiscernible en cuanto a la voz se refiere, casi calcadas. En realidad se trata de Johnny Lima, un artista con un nombre que no resulta muy comercial, parece casi de rockero mejicano, que con este disco se dio a conocer para nuestra fortuna.

Un disco ejemplar, sencillo, directo, cortísimo, de temas absolutamente redondos, melódicos, alegres, sin estridencias, ejecutados a la perfección y que de haberse publicado en los 80 hubiera sido un pelotazo indiscutible. No llega a ser Hard Rock melódico, aunque tiene tintes, es Rock melódico al más puro estilo americano en la línea de los Bon Jovi. Si te gustan los de New Jersey en su época ochentera raro será que esto te disguste. Aunque sea menos potente

Lima tiene publicados cinco álbumes en el mercado, uno de ellos actualizado y repetido, el “Version 1.2” (2005) que remezcla su debut de 1996.

El primer disco de Johnny Lima, publicado en 1996, mantenía las constantes del que nos ocupa, un sonido tremendamente melódico y rockero, quizá menos vigoroso y definitivamente menos inspirado, pero muy aceptable y agradable, demostrando un innato talento para la música, las melodías y los estribillos.



Con “Shine OnLima parece depurar y destilar todas sus virtudes, sublimando las melodías y la energía rockera. Un sonido muy alegre, casi feliz, y muy emparentado y cercano a los Bon Jovi. Es el caviar de su estilo. Todo esto se mantendría en su siguiente trabajo, con una producción mejorada y donde aunque no llegue al nivel del actual resulta un álbum excelente, al que se añade un toque de Modern Rock, que sin perder su estilo ochentero y cercano a gente como Def Leppard o los mencionados Bon Jovi, le daba un aire muy actual. Tanto este “Shine On” como su siguiente “Made In California” (2003) son lo más notable que ha realizado este magnífico músico.



Su último trabajo hasta la fecha, “Livin’ Out Loud” (2009), bajó el nivel, cambió en cierta medida su estilo, y aunque se aprecian retazos de sus melodías y personalidad clásicas se siente una pérdida de frescura, de melodía en sus temas y cierto endurecimiento del sonido, dando como resultado un álbum irregular, más hardrockero y con esporádicos fogonazos de las inspiradas cualidades melódicas de Lima. Con todo, tiene sus defensores.

En este último disco es curioso ver la presencia de Danny Danzi, un artista que conocí más o menos al mismo tiempo que Johnny Lima y que también fue muy comparado con Bon Jovi con su disco “Somewhere Lost In Time” de 1999, reeditado en 2003. Un brillante guitarrista que hace de hombre orquesta, ya que lo toca absolutamente todo en su disco. Algo parecido hace Lima en este, ya que aunque no lo toca todo se encarga de la parte vocal, la guitarra acústica, la rítmica, los teclados y la batería.

Además de la evidente influencia de Bon Jovi es obligado citar otras igualmente patentes.  Los Def Leppard y esos coros deppardianos, un toque a Bryan Adams, a Danger Danger (Ted Poley participaría en la composición de algún tema de “Made In California”), Poison o Paul Laine también en la parte vocal.



Lo peor del álbum quizá sea la producción, sin ser mala se hacen evidentes las limitaciones. Esto no impide el disfrute, entre otras cosas porque el talento de Lima y de las composiciones compensa con creces un sonido algo irregular. 

Johnny Lima se encarga de las voces, la guitarra rítmica, la acústica, los teclados y la batería, Ritchie Cedillo es el guitarra solista y John Prock es el bajista.





-Leavin’ In The Morning: El álbum se abre con una de las canciones más contundentes. Distorsionados coros que dan entrada al riff de guitarra, melódicas y rockeras estrofas en voz de Lima se van sucediendo pujando por llegar al primer puente del disco y al estribillo. Las conseguidas melodías son el punto fuerte del disco, especialmente en los estribillos, pero no en exclusiva. Los coros llevan la voz cantante en el largo estribillo, donde también aparecen elementos de teclado. La producción no es el punto fuerte del álbum pero no desentona. Los teclados suenan ochenteros al cien por cien. Un tema muy hardrockero que lo vuelve a demostrar en la nueva serie de estrofas que anteceden al puente y estribillo. El plato acelerado de la batería en el estribillo es un acierto. Solo de guitarra con wah wah de muy buen gusto a cargo de Ritchie Cedillo. Parón para el estribillo y recuperación clásica, muy de los 80 también en un disco que parece salido de aquella época. Juegos vocales para reiterar el estribillo, coros, apoyo de teclados y final contundente a cargo del riff. No es el mejor tema, posiblemente sea de los menos pegadizos, pero es un acierto pleno que avisa de que estamos ante una golosina realmente exquisita y encantadora repleta de temas pegadizos.

-My Country ‘Tis Of Thee: Aquí empezamos a deshojar el tarro de las esencias rockero melódicas. Un tema donde la voz de Johnny Lima es calcada a la de Jon Bon Jovi a más no poder, aunque en realidad lo es durante todo el disco. Rock melódico sencillo, efectivo, con sentimiento y melodía inspiradísima. Perfecto equilibrio entre guitarra y teclados marcando la línea que seguirá el tema. Las primeras estrofas con el teclado acompañando la voz de Lima es puro años 80, la época gloriosa del Hard melódico y el AOR. Las apariciones de la guitarra dando peso nos llevan a grupos tan clásicos del estilo como Bon Jovi o Danger Danger con suma facilidad. Es un viaje al pasado increíblemente placentero. La guitarra se va acelerando en el vagabundear de las estrofas hacia el excepcional puente, una progresión melódica perfecta porque Lima cuida por igual las estrofas y los puentes que los estribillos, logrando en ocasiones que los primeros sean incluso superiores a los últimos. Tras el puente, que podría pasar por estribillo, llegamos al mismo donde los coros vuelven a llevar el peso, con breves intervenciones de la voz solista. La estructura progresiva, que la marca la guitarra eléctrica, se repite. El estribillo se dobla en esta ocasión, un estribillo largo de por sí. Otro buen solo de guitarra con plato en la percusión acelerado, las partes instrumentales también aciertan de pleno. Sin que el plato cese en su frenético ritmo Lima nos dedica puente y estribillo que se repetirá hasta el final, aumentando la intensidad con moderación. Otra canción para tararear continuamente. 

-Touch Of Love: El tercer tema es más melódico aún si cabe. Las acústicas ya nos lo indican y la eléctrica que define la melodía con suma claridad no deja lugar a la duda. Un riff ochentero a lo Bryan Adams dan pie a Lima para comenzar con las magníficas estrofas de Rock pegadizo. Los arreglos de teclado son casi constantes, como sonidos de campanillas que adornan el conjunto. El gran puente entrega en bandeja el estribillo, ambos perfectos. Estribillo largo en este medio tiempo de sentimiento y delicada ejecución. En esta ocasión será Lima el que lleve la voz cantante, mientras los coros contestan con el título del tema y su personal estilo habitual. Los coros ayudan a reducir la fuerza y aumentan el tono melódico… por si hiciera falta… Teclados perfectos ochenteros siguiendo las estrofas, en el estribillo lo inundan “acristaladamente”. Solo de guitarra muy melódico, pero que no renuncia a los buenos punteos y detalles de calidad. Lima lo apuesta todo al puente y el estribillo, que vuelven hasta casi el final, un estribillo largo y elaborado, ejemplar. La variación final con los “uoooh” de voz principal y coros, más la entrada de la guitarra melódica, funcionan realmente bien, logrando cerrar el tema de forma ideal.


 
-Star: Otro tema pegadizo al máximo, un medio tiempo con toques de balada. Una ampulosa melodía de teclado nos llevará durante toda la canción, especialmente durante el estribillo. Ritmos pesados y riffs poderosos  acompañando a Lima, un estilo muy cohesionado el del álbum. Gran puente que engancha a la perfección con el estribillo, en un placentero y melódico diálogo entre coros y voz principal. Estructura clásica que se repite y llega al solo de guitarra, de nuevo muy acertado y corto. El estribillo regresa, pero se hace en exceso redundante en esta ocasión, para disimularlo el tema amagará con terminar, ocultándose casi por entero para volver a nuestros oídos progresivamente. Los coros y la melodía de teclado mencionada con anterioridad se repetirán hasta el final. Buen tema y conseguida melodía, pero demasiado reiterada.

-Memory Lane: Llegamos a la balada del disco, una auténtica preciosidad en la que no se sabe qué es mejor si las estrofas, el puente o el estribillo, incluso es fácil considerar que el puente es mejor estribillo que el propio estribillo. Ya la guitarra que acompaña a la voz de Lima nos asegura que el tema va a resultar precioso, balada clásica del Rock ochentero. Preciosas estrofas. La progresión, a la que se añade una ruptura instrumental, es perfecta, casi nos parece estar en el estribillo. Subido el tono nos dedicamos a bañarnos en más estrofas de delicada sentimentalidad. La nueva subida sí nos llevará al verdadero estribillo donde los coros llevan todo el peso, un estribillo largo y perfecto, con gran sentimiento. El solo de guitarra vuelve a acertar, acorde con el tema, muy efectivo. Sin intermediarios volvemos al estribillo, para deleitarse en cada palabra, con breves intervenciones de Lima recitando el título del tema. Una pequeña joya de poco más de tres minutos. No os defraudará, para poner tiernos a novias y novios. Uno de los puntos álgidos del disco, que por otra parte no tiene altibajos.

-Wild, Young, Crazy In Love: Retornamos el Rock más jovial, ritmos divertidos y guitarra juguetona que marca una positiva y alegre melodía. Muy en el espíritu del Bryan Adams de los 80. Lima se mantiene rockero desgranando estrofas en esta saltarina canción que es adictiva desde su mismo inicio. El puente se hace más suave con incisivos y afilados teclados y va progresando e intensificándose, con ayuda de los coros, hasta desembocar en el estribillo. El estribillo es pura alegría y jovialidad, veraneo, juventud y fiesta, una noche de placer en bañador. Coros llevando el liderazgo del estribillo en otra maravillosa melodía pegadiza. Lo bueno de los temas es que volver a las estrofas no es ningún problema porque son igualmente adictivas. Volvemos, siguiendo los pasos anteriores, para darnos un nuevo chapuzón en el estribillo. Tiene un toque playero sesentero el tema, con los elementos ochenteros habituales. Impecable solo de guitarra rockero, que vuelve a acertar de pleno, lleno de energía y alegre vigor. Parón para el estribillo acompañado de la percusión en exclusiva y recuperación para seguir con el adictivo momento que no nos abandonará hasta el final, alargándose y variando la letra… hasta la salida del sol. Otro magnífico tema, una fiesta.

-Shout It Out: Contundente bateria y acompañamiento con guitarras y teclados unidos en la misión. Ritmos a lo Queen en “We will rock you”, juegos vocales añadiéndose sutilmente en este otro temazo de Rock melódico. Gran puente, intenso y pletórico de melodía, que desencadena un estribillo menos inspirado pero estupendo igualmente. Otro tema para motivarse, acelerar y saltar. Rock ligero para disfrutar sin complejos con melodías y ritmos. Tras dar una nueva vuelta por los mismos lugares llegamos a un solo agresivo y rockero, serio y con buenos punteos, sugerente. Puente y estribillo, que se repetirá hasta el final con improvisaciones vocales de Lima, cierran este corto tema que excede por poco los 3 minutos. Quizá sea un tema que esté ligeramente por debajo de los otros, aunque es difícil decirlo.

-Too Late: Melodía guitarrera, que sigue la misma senda de temas anteriores acompañando ritmos vivos, crea una nueva fiesta rockera que se transforma al entrar la línea vocal, como si de unos Beach Boys rockeros se tratara. Voz distorsionada y protagonismo de los teclados como único acompañamiento, un momento genial. La ruptura es repentina haciendo regresar el Rock más vitalista y melódico, cayendo de lleno en el puente que nos lleva al estribillo, de grandes coros y una nueva e inspirada melodía pegadiza. La nueva estrofa, con la misma melodía que la mencionada con anterioridad que nos llevaba a la playa, ahora tendrá el apoyo de la batería y menos distorsión, lo que logra hacerla aún más inspirada. Son los mejores momentos del tema y no están ni en el puente ni en el estribillo. De hecho podría decirse que la canción va de más a menos, estrofas sensacionales, gran puente y un buen estribillo, pero por debajo de lo anterior. Parte instrumental con un sintetizador al mando junto al riff de guitarra que da paso al solo, nuevamente eficaz. Cedillo hace un gran trabajo. Parón onírico, como al inicio, y recuperación con el estribillo. Elementos clásicos manejados a la perfección. La parte final será un diálogo entre los coros y las improvisaciones de Lima, que rubrican otro estupendo tema.

-Sweet Sixteen: Temazo pletórico, toda la esencia y espíritu de un Bryan Adams con su “Summer of 69'” destilado en menos de tres minutos, aunque con más ligereza. Alegría, veraneo, vitalidad, juventud, sexo, fiesta, velocidad, juerga… Avanzamos sin remisión por las estrofas hasta un gran puente y un precioso estribillo que también nos acerca a Bruce Springsteen con esos teclados vistosos. Curiosamente ese estribillo es sólo parte del mismo, la otra se omite. Cuando lleguemos al estribillo por segunda vez será cuando todos los secretos del mismo queden desvelados, una parte más rítmica donde los coros recitarán el título del tema. Solo de guitarra, melódico y divertido, acorde con el tono de la canción. Las armonías de teclado al final del mismo funcionan a la perfección. Más estribillo y cambio de ritmo para acabar de entregar a los que se resistan a saltar. Una pequeña golosina muy pegadiza.

-Only The Strong Will Survive: Por si fuera poco la orgía melódica a la que hemos asistido, tendremos una sesión sublimada con el que es uno de los mejores temas y que contiene una de las mejores melodías. Toda la emotividad y sentimentalidad del fin del verano, el adiós a un fugaz amor, queda perfectamente plasmada en este último tema. Comienzo luminoso, latente, expectante, que nos prepara para lo mejor. Las estrofas iniciales, con ecos de la línea vocal, crean una atmósfera nostálgica ideal para este medio tiempo. Poco a poco vamos arrancando, la batería va haciéndose más activa en el puente y sobre todo en el estribillo, donde los rítmicos teclados tendrán gran protagonismo, así como los coros. La melodía es una gozada. Transición suave del acompañamiento marcando la melodía para volver a recorrer el camino andado. Tras deleitarnos por segunda vez con el estribillo llegará el solo de guitarra, en la misma línea que los anteriores. El estribillo, con especial protagonismo de los coros, retomará el poder del tema, donde sólo los fuertes sobreviven, que nos irá abandonando como se ve al sol abandonar el atardecer, suavemente. Una magnífica joya que da por concluido el disco.

Estamos ante un artista poco conocido pero de un talento indiscutible que te hará disfrutar con cada uno de sus trabajos, todos tiene algo interesante y en general abunda la brillantez y la calidad. Aquí tenemos tan solo diez temas para un disco que dura poco más de media hora y todos y cada uno de ellos son hits. Este y su siguiente trabajo, “Made In California”, alcanzan sobradamente el sobresaliente, pero los otros no tienen nada que envidiar aunque queden un poco por debajo. Descubran un nuevo talento con más de 17 años de carrera musical.





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