martes, 22 de septiembre de 2015

Crítica: TERMINATOR GÉNESIS (2015)

ALAN TAYLOR









Habrán oído muchas veces con respecto a muchas sagas clásicas a las que en los últimos tiempos se les han ido añadiendo episodios de manera gratuita e innecesaria aquello de “las buenas son las dos primeras o la primera”, o “como las originales nada”… Y es que en líneas generales tienen toda la razón y esa insistencia acaba por desprestigiar la franquicia, mermar su recuerdo, minimizarlas por un puñado de dólares.


Terminator Génesis” presenta un caos de líneas temporales como gran novedad narrativa, así como universos paralelos y el cambio de villano en inesperado giro, lo que de una infinita libertad para nuevas entregas… ¡El horror!





No es fácil hacer una obra maestra de historias como “Terminator”, aunque pueda parecerlo, y suelen lograrlo auténticos maestros del cine de entretenimiento como Spielberg, Zemeckis o Cameron… Te das cuenta cuando ves los intentos de otros directores, sobre todo cuando se enfrentan a algo que esos maestros crearon, como es el caso de "Terminator".


¿Por qué las dos primeras entregas de “Terminator” son joyas y el resto no logra acercarse si quiera? Pues por puro talento.




Respondan: cuando veían aparecer al T-1000, ¿qué pensaban o sentían? Les ayudo porque seguro que coinciden conmigo. Pensaban: “¿Cómo diablos van a matar a este tío?” y sentían auténtico miedo al verle aparecer. Imponía, y eso que el T-1000 que interpretaba Robert Patrick era un tirillas. Lo mismo con el imponente Schwarzenegger y su look en la primera parte de la saga. Cameron sacaba todo el partido a su villano, lo hacía aterrador, fascinante, imprevisible, poderoso, casi inaccesible…




¿Qué tenemos aquí? Burdos intentos que cogen prestadas las genialidades y las vulgarizan y tiran por tierra. El T-1000 que vemos aquí no impone nada, intuimos su pronta muerte en todo momento, es lento, torpe, no intimida en absoluto… Para suplir esto se pretende diversificar tramas y sacar más Terminators, supuestamente más poderosos, pero eso jamás se siente ni se muestra en una puesta en escena que desarrolle sus virtudes para trasmitirlo… Nuestros protagonistas se libran de forma vulgar, de cualquier manera, y los villanos siempre acaban resultando torpes, nunca a la altura de sus supuestas virtudes, de su supuesta superioridad…


Donde Cameron expone y dota a su villano de una asombrosa amalgama de recursos, sin aparente límite y brillantemente usados, Alan Taylor lo apuesta todo al recuerdo de lo creado por Cameron y a la diversificación y acumulación de villanos… y claro... no cuela.



Con todo, Cameron, vendiendo bien la franquicia, ha comentado, como podéis ver en un vídeo al final, que le ha gustado la película, a la que ve como la tercera (parece que no cuenta las dirigidas por Jonathan Mostow ni McG). Buen intento, James, pero tampoco cuela, aunque pueda resultar superior a aquellas.


En la saga hay desajustes cronológicos, pero eso sería para analizarlo en un artículo distinto o en el análisis de una de las dos primeras entregas de la saga. Tendremos muchas líneas temporales: 12 de mayo de 1984 en Los Ángeles, donde envían a Kyle Reese (Jai Courtney) y al Terminator para matar a la joven Sarah Connor; Los Ángeles, 2029, donde nos presentan a John Connor y los suyos en su batalla a punto de vencer a Skynet; 2017, nueva fecha en San Francisco para salvar el mundo; 29 de agosto de 1997, del día del juicio final; 1973, fecha donde “el abuelo” fue enviado a proteger a Sarah Connor cuanto esta contaba 9 años…




La voz over de Kyle Reese desde 2029 nos cuenta de nuevo la historia de lo sucedido y nos presenta a John Connor, el héroe de la resistencia. Una batalla que se ha cobrado 3000 millones de muertos, pero en la que la humanidad ha puesto en jaque a Skynet y sus Terminators. Colorado gana una batalla decisiva y las máquinas están cayendo, a Skynet sólo le queda un último recurso, el conocido envío de un Terminator con el joven rostro de Arnold Schwarzenegger a 1984 para matar a Sarah Connor, la madre del héroe que amenaza destruirlos. Como bien sabemos, John Connor mandará a Kyle Reese para proteger a su madre, con una foto para reconocerla, pero algo distinto sucede justo antes del viaje al pasado… Alguien ataca a John Connor y Kyle Reese desembarca en 1984, pero en una línea temporal paralela, un universo distinto donde nada es igual a lo que conocíamos en la mitología de la saga…



La primera escena de acción, con la batalla definitiva contra las máquinas en 2029, deja buenos momentos con planos muy sostenidos en el ataque al “núcleo central de Skynet”.


Ciertamente todo lo que ocurre es un despiporre sin mucho sentido, pero parece importar poco… De la visión global que se da en el inicio y el prólogo sobre la historia que conocemos de las anteriores entregas de la saga y su mitología, iremos tornando a una historia completamente nueva con guiños a lo anterior. Se cuenta con el conocimiento de los anteriores episodios, pero no resulta indispensable.



Todo el mundo se pone a viajar en el tiempo, a 1984, primero un Schwarzenegger jovencito, luego nuestro protagonista y finalmente un T-1000 de metal líquido.



Así, Sarah Connor, la sencilla camarera, será conocedora de todo lo que le espera, especialmente el mensaje de su hijo que lleva Kyle, e incluso tendrá un Terminator maduro como protector, con el rosto de Schwarzenegger también, pero el actual. Así, el pobre de Kyle Reese se siente un poco perdido, ya que su función de guía, protector e informador queda anulada para tener que convertirse en el guiado, el protegido y el informado.



12 de mayo de 1984, el día de tu llegada”.


Para crear extrañeza el guión incluye detalles tan "atractivos" como flashes del futuro para el protagonista, Kyle Reese, que corresponderían a otra línea temporal provocada por el ataque que sufrió John Connor justo antes de su partida, que por lo que se ve lo cambia todo… Tanto que deberán ir a una fecha a la que Sarah y su fiel Terminator ni se planteaban, 2017, en vez de 1997 como tenían previsto.


Mata a Skynet antes de que nazca”. “Es un pasado que no debería recordar, pero lo recuerdo”.


Total, que Kyle y Sarah emprenden un viaje en el tiempo sin el Terminator T-800, ya que en los viajes en el tiempo se viaja sin equipaje y como al Terminator le falta carne en una mano el magnetismo sería perjudicial. La cosa es que los Terminators son cacharros de metal de arriba a abajo, pero se ve que si les cubres de carne el magnetismo ya no cuenta.


No vas a necesitar ropa”.





Una de las escenas más notables es la pelea entre el Schwarzenegger de 1984 contra el actual y envejecido. Una virguería de los efectos especiales que se beneficia del rostro y gesto hierático, robótico e inexpresivo del austriaco/estadounidense. La presentación es magnífica, con la mítica música metálica apareciendo ante el T-800 del Schwarzenegger envejecido. Un tirador misterioso, que descubriremos es Sarah Connor, salvará a su fiel Terminator.








Mucho menos conseguido resulta el duelo entre Kyle Reese y el T-1000 que interpreta Byung-hun Lee, que nada más aparecer no impone absolutamente nada, mostrándose torpe, lento y estúpido. Escenas poco conseguidas donde no sabemos por qué no mata a su víctima en un buen número de ocasiones. Nunca resulta convincente que Kyle aguante y resista las embestidas del T-1000, nunca se siente la más mínima tensión por lo que le pasará… ¡Se le resiste hasta esposado! Un T-1000 desperdiciado completamente.






El momento donde coge y se prueba unas zapatillas mientras el T-1000 se pasea por el centro comercial a cámara lenta, es un ejemplo de escena de acción torpe… ¿Por qué no acelera? ¿Por qué no usa su metal líquido para hacer una larga espada que atraviese a Kyle en las innumerables ocasiones en las que tiene la oportunidad?


Un T-1000 que unas veces es muy sigiloso y en otras se pone a disparar a 20 metros de distancia sin ver el objetivo... Todo andando, que las prisas son malas.


Siempre vi algo de “Blade Runner” (Ridley Scott, 1982) en ciertos aspectos de la trama de “Terminator”, por eso al oír a Kyle Reese referirse como “Pellejudo” al Terminator maduro que interpreta Schwarzenegger, me hizo gracia. También se menciona a Optimus Prime, de los “Transformers”…


Schwarzenegger está muy bien en la película, “Terminator” es, posiblemente, su mejor papel (¿qué mejor para él que hacer de robot?). Aquí adquiere nuevos matices, su rostro ahora resulta entrañable, incluso simpático, lo que favorece ese registro que tanto gusta al actor austriaco, la autoparodia. En muchos momentos da la impresión de estar al borde de la broma, pero eso hace que no resulte tan amenazante, aunque claro, siendo el Terminator bueno no es del todo negativo… Lamentablemente el bueno del T-800 con el rostro maduro de Schwarzenegger parece más debilucho que todos sus contrincantes en las peleas.



Ella le llamará “el abuelo”, aunque es más bien un padre para Sarah. Se nos explicará, en un detalle a tener en cuenta, el envejecimiento de la máquina: La piel que le ponen al cíborg es tejido humano, por tanto envejece.


Soy viejo, no obsoleto”.


Es divertido ver a Schwarzenegger pidiendo a Sarah que tenga sexo, que se aparee. ¡Bien por él!


¡Cómemela!


La relación de “el abuelo” con Sarah se explicará en breves diálogos. La línea temporal cambió, por lo que un T-1000 fue enviado a matar a Sarah en 1973, cuando tenía 9 años. Schwarzenegger también fue enviado, pero para protegerla, consiguiendo eliminar al T-1000 y permaneciendo junto a ella desde entonces… Vamos, que todo cambió menos que el Terminator malo vaya a matar a Sarah vestido de policía…


Todo ello tiene un sutil regusto metalingüístico, un recurso muy habitual ahora en estas sagas que se extienden eternamente en el tiempo: Bromear, expandir, cambiar y hacer chistes sobre el propio universo y mitología de la saga.


A Sarah Connor la interpreta Emilia Clarke con convicción, que físicamente es una mezcla entre Michelle Rodriguez y la mismísima Linda Hamilton, la Sarah Connor de Cameron.




Si bien el Schwarzenegger autoparódico funciona con corrección, el resto de intentos humorísticos no convencen del todo, quizá porque toma sus recursos de entregas anteriores, con lo que resulta tópico o ya visto…




La mencionada idea de acumulación, que no tiene por qué ser mala, pero que aquí fracasa, tendrá un ejemplo perfecto en ese momento donde entendemos por qué Sarah y “el abuelo” conservaron al otro T-800, el del joven Schwarzenegger. La respuesta es porque necesitaban su CPU para hacer funcionar una maquinita del tiempo (o máquina de desplazamiento temporal, que aquí se ponen exquisitos) que Schwarzenegger tiene terminada… Ahí es nada…




Así que el T-800 joven resucitará para crear problemas a la vez que regresa el T-1000 para seguir molestando, pero nuestros héroes acabarán con ellos en un santiamén, sobre todo con el T-1000, para el que tienen preparada una emboscada con ácido. Eso sí, al T-1000 unas veces un disparo le deja medio K.O y otras con una ametralladora ni siente ni padece… Con el pobre T-800 se recurrirá al fuego para que no veamos más el rostro del joven Schwarzenegger, que la cosa iba para largo y salía cara. Esto de quemar a un Terminator con el rostro de Schwarzenegger, nos recuerda a “Terminator Salvation” (McG, 2009); el clímax de la escena, con el Terminator sin tejido humano atacando a Kyle, parece homenajear al clímax de la primera película.




Kyle Reese recuerda su propio pasado, que es nuestro futuro”.


Las explicaciones se hacen cada vez más surrealistas y absurdas, como que los momentos emocionalmente impactantes justo cuando alguien va a hacer un viajecito en el tiempo pueden provocar recuerdos de varios pasados distintos… Así que ya sabéis, si alguna vez utilizáis una “máquina de desplazamiento temporal” cuidado con experimentar emociones fuertes… Unos desplazamientos temporales que son como partos, con esa burbuja y esa posición fetal, lo que es un buen detalle visual que se mantiene desde la primera parte. De repente, el Terminator es conocedor de cosas sorprendentes, a pesar de su antigüedad… Y cosas así.


J. K. Simmons, que se llevó un merecido Oscar a mejor actor secundario por deleitarnos en esa obra maestra que es “Whiplash” (Damien Chazelle, 2014), tiene aquí un breve y poco interesante papel de policía visionario. Un papel absurdo, si somos sinceros. Su papel es el del policía que se encontró con Kyle en la escena del centro comercial y el enfrentamiento con el T-1000. Es el policía que sobrevivió.


El villano definitivo, que no aparecerá hasta pasada la mitad de la película para que le descubramos, será el propio John Connor, transformado en un mega Terminator tras el ataque sufrido por “Skynet” personificado antes de que Kyle partiera hacia 1984.


Verás, no soy máquina… ni hombre. Soy más”. “Somos náufragos los tres. Exiliados del tiempo”. “John ya no es la última esperanza de la humanidad… Es la de Skynet”.



Es interesante la familia que se plantea en la película, llevando el término disfuncional a otra dimensión. Una familia disfuncional atemporal, ya que todos proceden de tiempos distintos y no se conocen más que por referencias de otros, por líneas temporales pasadas o paralelas, por datos aprendidos, por contactos que no han sentido ni vivido, ya que ellos no se han visto… Con la salvedad de John y Kyle, que proceden del mismo lugar, aunque John no conserva la misma esencia. Es divertido que John vea a su madre siendo más joven que él, al estilo de “Regreso al futuro” (Robert Zemeckis, 1985).


En esta línea irá una de las escenas finales, con la familia de Kyle Reese viendo a su hijo adulto hablando con su hijo infante.


Querrán confiar en John, guía, hijo y héroe de la resistencia, le someterán a una prueba de confianza, que no pasará… Así llegaremos al último tercio. Un John Connor y una Skynet-Génesis, convertidos en una especie de deidad, el dios tecnológico, el neo dios.





Las escenas de acción de la parte final no quedarán para el recuerdo, son efectivas y dejan buenos momentos o detalles, pero se las fuerza en exceso, resultan algo artificiosas (el autobús dando volteretas, el T-800 saltando de un helicóptero…), poco convincentes y tampoco destacan por una espectacularidad especial. Algunas peleas son sabrosas, también la persecución en helicóptero. En la escena del puente tendremos buenos picados para la persecución, un mega accidente, un gran rescate del T-800 y un heroico Kyle haciendo funcionar un artilugio creado por Schwarzenegger para combatir al invencible John Connor en el autobús colgado… Todo además de lo reseñado con anterioridad.





Vólveré”. Y Schwarzeneger siempre cumple. “Teóricamente”.





En la puesta en escena, por destacar algo, un recurso muy utilizado pero aceptable: John Connor viendo como nuestros protagonistas huyen de él escuchando el vehículo que utilizará para perseguirles, sin que lo veamos. Una moto.


El clímax ante el inminente lanzamiento de “Génesis” es muy flojo, con mucha pirotecnia pero nunca tensión y sensación de verdadera amenaza. Un suspense tópico y mal tratado, llevado y creado… Además nuestro villano tiene repentinos escrúpulos ilógicos…




Como sorpresa final tendremos a Schwarzengger actualizado, de T-800 a T-1000, un Schwarzenegger de metal líquido… Lo que faltaba.


El futuro no es seguro”. Y así uno se asegura la continuación, como queda patente en la escena extra tras los títulos de crédito.



Con todo, y dentro de su mediocridad, es una cinta entretenida que además plantea o sugiere ciertas ideas interesantes en ese mundo donde todos están enganchados y conectados por sus móviles y tablets, clave para el éxito de Génesis que deberán evitar nuestros héroes. El dominio de las máquinas adaptado a nuestra realidad actual.




Las bromas relacionadas con las nuevas tecnologías, aunque parezcan frívolas, escenifican una realidad social, un cambio drástico que vamos gestionando como podemos pero del que desconocemos cómo va a terminar, de consecuencias desconocidas. Es un nuevo mundo que está cambiando de forma frenética sin que casi nos demos cuenta. Un nuevo mundo que en el cine modifica tramas y comportamientos, pero que no logra retratar un pasado vacuo o inofensivo, sino todo lo contrario, lo hace más auténtico y visceral que la modernidad contemporánea.


Y es que, extrapolado al cine y a esta saga, el T-800 fue lo último en su día, lo más moderno, y ahora parece convertido en una especie de reliquia googleable sin más, pero en su esencia está el único interés de las nuevas películas, de las nuevas tendencias contemporáneas. El único interés.


En definitiva, una obra para pasar el rato, pero prescindible.



Viejo, pero no obsoleto”.








16 comentarios:

  1. No la he visto. Una pregunta chorra. En las dos primeras partes se establece que el robot y el no robot deben viajar en pelotas y nos muestran sus culos. En la tercera el robot es una chica y nos evitan verle el culo. ¿En esta han seguido discriminando a la mujer con el viaje de Sarah o lo omiten/muestran por igual para los personajes masculinos y femeninos? ¿O he entendido mal y Sarah no viaja y no hay lugar para la discriminación?
    En la foto junto a "El futuro no es seguro" debería haber un cambio de cámara mostrando a la ristra de espectadores inocentes que Sarah se carga por disparar una ametralladora sin mirar.
    Pues a mí esta Emilia Clark en esas fotos se me da un aire a la de los juegos del hambre con similar cara de atontadilla y en alguna toma un poco zampabollos.
    Creo que voy a pasar de esta peli, salvo que se dé alguna casualidad de poner la tele y pillarla empezando, cosa muy difícil considerando que hace diez años que no enciendo la tele (sin contar cuando la página web para ver el baloncesto no funciona). Cuando la anunciaron sentí curiosidad, cuando empecé a leer comentarios pensé olvidarla. Parece que una oportunidad se merece, aunque no buscarla.

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    1. Por desgracia sólo le vemos el culo a él, a ella una sombra, al menos en la copia que vi jajaja.

      Lo que has comentado es la clave, porque me pasó lo mismo. Vi la cosa prometedora con el trailer, pero me desencanté al verla...

      Cierto, tiene un aire a Jennifer Lawrence también.

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    2. Y ahora que caigo y se me olvidó comentarlo, me parece que el aire a Jennifer Lawrence es intencionado, trabajo de maquillaje más que Emilia Clarke realmente se parezca. "Oye, vamos a hacer esta peli de acción con una chica joven y Jennifer Lawrence está cogida, ¿a quién ponemos?" "A Emilia Clarke, que me han dicho que se le pone maquillaje así y una coleta va a parecerse lo suficiente para que unos cuantos vengan por el tirón de Lawrence".
      Cuando veo anuncios de películas con actores "con tirón", como Scarlett "Se me escapa el Hindenburg por la boca" Johansson, suelo evitarlas (aunque no basta con eso, si el director es bueno ya no la evito, por ejemplo), tal vez tendría que incluir películas con actores físicamente parecidos que puedan ser el sustituto del que no tenían disponible.

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    3. Noto cierta antipatía por Scarlett jajajaja.

      Es verdad que existe esa tendencia de pillar actores parecidos, pero aquí creo que se intentaba recordar a la Hamilton, más que nada.

      Tengo diseñada una entrada sobre "Versiones Truchas", donde no serán las actrices o actores los parecidos, sino las propias pelis jajaja

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  2. Acabo de ver el enlace a la crítica en un RT, no puedo dejar de comentar como fanático de los Terminator de Cameron:

    "En definitiva, una obra para pasar el rato, pero prescindible."

    No se puede definir mejor, ni más suavemente, porque hablando de una película de la Saga Terminator, y en comparación con las dos primeras, es un auténtico truño.. ;-)

    No soporto los papeles femeninos de acción. Son "increíbles", es decir, no se pueden creer. ¿Quien se cree a Emilia Clarke si tienes de referencia a la Linda Hamilton de la 2?

    La Sarah Connor de la segunda parte es la mejor puesta en escena de una mujer con papel principal de acción en toda la Historia del cine... lo de la Kalessi o como se escriba, es mancillar el personaje...

    Y lo mismo digo de todas las tías buenas cuyo director pretende hacerla pasar por heroína de acción. Son personajes "increíbles" (habrá alguna excepción, seguro, que ahora no recuerdo). Rompen totalmente la sensación de incredulidad (Ref: Catherine Trammell en "Instinto Básico").

    En fin... muy decepcionado. Eso sí, entretenida es, como dices.

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    1. Jajajajaja como te lea una feminista de esas te vas a enterar!!!

      Añadiría, Eddie, a la Hamilton de la 2, la Ripley de Alien y la Charlize Theron del último Mad Max, por ejemplo, ¿qué te parece?

      Las 2 primeras de TERMINATOR son obras maestras completas.

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    2. Las feministas dirán lo que quieran, pero es físicamente imposible que una tía con el tipo de la Clarke tenga las destrezas que requieren los personajes de acción, en este caso "las". La construcción del personaje de Sarah Connor por Cameron, con Linda Hamilton en la 2, haciendo dominadas en el sanatorio mental, es una de las cosas que hace creíble el personaje, por ejemplo.

      La Ripley, esa es la que se me olvidaba... efectivamente, concuerdo.... La Theron en Mad Max tampoco me convence mucho, pero tengo que volver a intentar ver la peli, porque cuando me la puse no logré pasar de la mitad, no me conveció (la copia era de mala calidad, debo decir).

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    3. Dale una oportunidad en buena calidad y me dices a ver.

      Correcto, musculada y ejercitada.

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    4. La veré en breve sí....

      Aclaración para feministas: ;-) No estoy diciendo que las mujeres no pueden hacer acción, como demuestran Hamilton y Weaver, sí que pueden, pero donde voy, y creo que estarán conmigo esas feministas, es que a la mujer, en general, le hace flaco favor colocar a una tía espectacular en pelis de acción.

      Ayer vi "Machete" que la echaron en la 1, la tal Michelle Rodríguez lo hace bien, y tiene cara de pocos amigos, pero claro luego la ves levantar un peazo arma por encima del hombro de casi 10 kilos como si fuera papel con un brazo escuálido (sé que es "Machete", no le voy a pedir peras al olmo, pero es como ejemplo).

      La Johansson de los Vengadores, pues dices, venga va, me lo creo porque es un comic, la chica no lo hace mal y sabes que las escenas de acción son digitales para todos los Superhéroes. Pero aún así, chirría. Si pones de Viuda Negra a una oriental cinturón negro que tampoco esté muy mal y que se marque una escena de lucha sin dobles y digitaleo, pues a lo mejor te lo crees más, pero claro, la Johansson vende mucho más.

      Igual que no le das el papel de John McLane, en la Jungla a un tipo como yo, un fofisano, com dicen ahora.. ;-), se lo das a Bruce Willis, coño, que está fuerte.

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    5. jajajaja te entiendo. No había oído lo de Fofisano jajajaja. Los hay, fofisanos digo, que son apañados en la acción jajaja

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  3. .

    Se me olvidaba, lo del T-1000 de esta película es para no dejar dirigir ningún proyecto al responsable de "eso". Qué sacrilegio, qué blasfemia....

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    1. Me enfadó bastante, como a ti. Es que la diferencia de talento es clara, como lo logra Cameron y lo que hacen otros... Un desperdicio...

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  4. La peli es entretenida, pero si la continuidad ya se sostenía con alfileres en Terminator 2 (absolutamente genial, si no nos fijamos mucho en ese detalle y otro que después mencionaré) aquí ya es el caos absoluto. Eso por no hablar de la herejía que es convertir a John Connor (bueno, más o menos) en el malo
    Lo cierto es que el problema de la saga Terminator es ¿cómo le das un final feliz a esto, sin cargarte todo? (si liquidas a Skynet y no hay guerra, no hay motivo para mandar a Kyle Reese, no hay John Conno....) El otro problema (el que mencionaba antes) y que afecta a Terminator 2, 3 y a ésta es ¿cómo rayos viajan en el tiempo los Terminator sin partes orgánicas (T-1000 y T-X)?
    Respecto a las mujeres y las pelis de acción, lo que no se puede es querer a alguien con el tipo de Marylin y que además reparta como Conan el Bárbaro. Pero claro, para los papeles femeninos, el físico (entendido como estar buena, no como tener un físico adecuado a las cosas por las que va a pasar el personaje) es siempre lo primero. Y claro, las Sigourney Weaver, Geena Davies y similares (mujeres con pinta de poder volverte la cara del revés de un guantazo) no son precisamente mayoría en Hollywood.¿ O alguien se imagina a Scarlet Johanson (por ejemplo) aprendiendo artes marciales y poniéndose cachas como Tom Cruise (por mencionar a un actor que no sea sólo de pelis de acción) en Jack Reacher o El último Samurai?

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    1. Muchas gracias por el aporte, Anónimo. Tienes mucha razón en muchas de las ideas que expones.

      Un saludo.

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  5. Otra cosa más (sí, soy otra vez el mismo anónimo de antes) para destacar es la forma tan rara de envejecer del T-800. Es decir, cuando "el abuelo" llega a 1973 para empezar su misión de protector, tiene el aspecto del Terminator original (es decir, el de Schwarzenegger en 1984), sin embargo, cuando unos 10 años después (1984) él y Sarah rescatana Kyle Reese, ya tiene el aspecto del Schwarzenegger actual (30 años más viejo), cuando lo suyo sería que se pareciera al Schwarzenegger de Terminator II (sí, supongo que tanto CGI habría resultado carísimo, pero igual podían haber inventado otra historia, como que le enviaron siendo más viejo o algo así). Y cuando nos lo volvemos a encontrar en 2017, tiene exactamente el mismo aspecto... pero con el pelo blanco.

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    1. Jajaja muy cierto. Esto es como todo, Anónimo, hay Terminators que envejecen mejor que otros, o tienen mejores cirujanos jajaja

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