lunes, 22 de agosto de 2016

Crítica: LOS 4 FANTÁSTICOS (2005)

TIM STORY











Le dieron buenos palos a esta insustancial y superficial película con razón en su estreno, pero vista su secuela y el reboot de 2015 dirigido por Josh Trank, ahora se la ve como una inofensiva muestra de cine infantil de superhéroes que no se complica la vida a la hora de presentar a sus protagonistas y apuesta sobre seguro de forma tan conservadora como mediocre.





La historia es la misma que en el reboot. Nos cuenta como los Cuatro Fantásticos se convierten en los Cuatro Fantásticos, con ligeras variantes acerca del personaje de Von Doom, aquí interpretado por Julian McMahon, y cuatro cosillas más sin importancia, pero se hace todo con un estilo más lúdico, menos grave y trascendente que en la versión moderna, y dejándolos salir a la calle a que les dé la luz del sol, que es necesaria para proporcionar vitamina D al organismo, porque los de la versión de 2015 parecen unos niños rata a los que no les dejan salir a jugar con los amigos que seguramente no tienen.


Ojo, que aquí tenemos también escenas en el laboratorio en una fase de la película, pero dentro de lo normal, investigando sus poderes y esas cosas, pero a estos les da la luz con naturalidad.

Una concepción radical y diametralmente distinta de una a otra. En esta todo es frivolidad y espíritu lúdico sin tomarse muy en serio a sí misma, y en la moderna todo es impostada trascendencia prepotente, que se supone aspira a algo profundo imitando el tono de los Batman de Nolan


Aquí el humor es un ingrediente especialmente importante, otra cosa es su acierto. Y el que lleva la voz cantante con respecto a ello es Chris Evans, que interpreta a la Antorcha Humana, que en su pura frivolidad, ansias de gloria y egocentrismo deja los momentos más pretendidamente divertidos y lúdicos, especialmente en sus encontronazos con La Cosa. Además será el protagonista de las mejores ironías y detalles metalingüísticos con respecto a los cómics, como esa broma con el muñeco de La Cosa y su mítica frase: “Es la hora de las tortas”. Es el frívolo hermano de Sue, la Mujer Invisible, y sólo piensa en percutir, como buen chico joven…




También se apuesta por el humor con ese científico obsesivo que no se da cuenta de que a Jessica Alba se le van los ojitos por él.


Donde esta le gana la mano a la de 2015 es que aquí se apuesta por la jovialidad del “Superman” (1978) de Donner, recogiendo su esquema e incluso ideas en muchos momentos. Eso sí, a millones de leguas de distancia. No hay ni el talento, ni la imaginación, ni la profundidad de aquella, el parecido sólo está en el mencionado tono lúdico.




En realidad, y fuera de ciertos comportamientos, tonos y esas cosas donde los más frikis y exigentes del cómic encontrarán motivos para quejarse, la presentación de los personajes es bastante fiel, si bien es cierto el desarrollo de sus conflictos y exposición no puede ser más ridículamente infantil. Aquí, por ejemplo, es una tormenta solar la que afecta a todos, aunque al malo no se le ve mucho en dicho momento.




A diferencia de la reciente versión, Von Doom (Julian McMahon) aquí es un millonario egocéntrico y soberbio, mientras que en la otra era un friki huraño, raro y amargado. El triángulo  amoroso insinuado es el mismo pero con matices. Sobre todo porque en la de Josh Trank se insinúa y luego se olvida, en consonancia con el desastre que es…



Reed Richard (Ioan Gruffudd) y Ben Grimm (Michael Chiklis) son, como todos los fans del cómic saben, íntimos amigos que van a ver a Victor Von Doom (Julian McMahon), para convencerle de que su proyecto, rechazado por todos, es genial de la muerte, en consonancia con el apellido del millonario.

Y desde ese mismo inicio observamos que el guión es un estropicio, un estorbo para sus responsables, que se ven obligado a llevar una narración medianamente coherente, cosa que les fastidia. Por ello, nada más salir de presentarle su proyecto a Von Doom, o Von Muerte, y recién aceptado el trato, Reed y Grimm se montan en un ascensor junto a Sue Storm (Jessica Alba), ex novia de Reed y pretendida por Victor, que les dice que ya tiene programado el lanzamiento, concretado el piloto, la tripulación, la ruta… Se la ve eficiente, en el trayecto de la sala al ascensor le dio tiempo a todo eso…

Von Doom parece un robot desde el mismo inicio, con ese maquillaje algo rígido. Debo reconocer que cada vez que oigo “Von Muerte”, me parto.





Es interesante que tras el impacto que los transforma se use el punto de vista del personaje que peor lo pasará. Ben. Y se hará usando el humor, recurso constante para borrar cualquier atisbo de dramatismo. A Ben será al último que veamos, se nos oculta su forma y rostro en principio. No dudará en ir a visitar a su chica, que pasea en camisón por las calles, y enseñarle en qué se ha convertido, recibiendo su rechazo… Su historia es la más dura, si bien dramáticamente no se le saca partido y resulta más bien cutre. En su esquematismo y simplificación, así como en sus consecuencias, se llega al bochorno. Que la chica no acceda a una explicación y a Ben le dure la pena unos 10 minutos de película (hasta que conoce a la chica ciega poco después), limitándose a hablar enfurruñado un par de veces, causa vergüenza ajena. Al menos esta Cosa se pone pantalón, no como en la versión de 2015. El humor se usa con él en todo momento también (escena del suicida y su primera demostración de fuerza), como si ponerse muy dramático diera alergia a los responsables del film.






No tienes ni idea de lo que daría por ser invisible”.


Lo relacionado con Ben Grimm es lo único que resulta algo conmovedor en la película, y eso a pesar de que el desarrollo de los aspectos de su historia es lamentable, como he comentado. Una chica ciega será la que redima a La Cosa, dejando un regusto complaciente al personaje. Lo que extraña es que por muy ciega que sea encuentre atractivo a Ben y se enamore perdidamente por una mera conversación y el tacto de roca que debe tener. Supongo que intuirá un espíritu atormentado agudizando el resto de sus sentidos, o es una morbosa de cuidado que piensa que a alguien que lo tiene todo como una roca no le hará falta Viagra. En fin, también las piedras merecen ser felices.



La escena que comienza con el suicida es la presentación de los Cuatro Fantásticos en sociedad, demostrando sus poderes y salvando unas cuantas vidas… que habían puesto en peligro ellos mismos. La conclusión de dicha escena será con el drama de Ben, un nuevo rechazo de su mujer y un interesante y emotivo momento cuando no logra coger el anillo del suelo con sus gruesos dedos… Reed prometerá luchar hasta la extenuación por devolverle su anterior aspecto, algo que también oímos en el reboot. Un reboot donde se pretendía desarrollar más el conflicto entre los dos amigos (un mero amago en su absurdo), mientras que aquí eso no se da. Sí habrá un conflicto entre ellos avanzada la película provocado por la manipulación del malo maloso Von Doom, o Von Muerte.





La película es tremendamente esquemática, una presentación donde se esboza todo sin profundidad, pero con la suficiente solvencia para dibujar los estereotipos que definan cada personaje. El genio dubitativo y poco decidido, la chica anhelante de compromiso, el chistoso y el malhumorado y bonachón… Una vez padezcan el impacto de la tormenta solar que los dotará de poderes se irán mostrando sus efectos poco a poco, primero con sugerencias y luego de manera explícita. La Antorcha elevando la temperatura de un termómetro a extremos exagerados; Míster Fantástico con sus canas; la broma con la cara de La Cosa… Luego mostrarán sus poderes inconscientemente: la Antorcha haciendo esquí; Von Doom y su poder con los metales (luego su fuerza); la Mujer Invisible y el Señor Fantástico en su cena íntima… La Cosa tendrá una dura transformación... El más entusiasta es Johnny Storm, la Antorcha Humana, que ve en todo esto la mejor manera de ligar más y saciar su ego.



-Reed: ¿Cómo estás?

-Ben: Como una roca.

Imaginaos esto… ¡por todo el cuerpo!” “Asqueroso”.



Von Muerte, por su parte, se está transformando, sus tejidos y organismos se van convirtiendo en una aleación más dura que el diamante.



Reed es sumiso y conformista, inseguro y con miedo al compromiso, víctima de su exhaustiva y cerebral personalidad científica, que se maneja peor en lo personal. Llega a asumir como lógico y bueno para su amada Sue que se quede con Víctor por el éxito de aquel… No entiende que a ella el que le pone es él. Esa evolución será el arco dramático del protagonista.

La película se queda ridículamente corta. Salvo la escena del puente no hay ni una miserable escena de acción que echarse a la boca, redundando en el esquematismo de la película. Sólo vemos algunos episodios absurdos con los protagonistas mostrando sus habilidades ocasionalmente y de forma minimalista para alguna tontería, sobre todo de la Antorcha Humana y sus ansias de exhibicionismo. De la presentación y asunción de esos poderes llegaremos al clímax sin solución de continuidad, terminando la película cuando uno espera algún tipo de desarrollo en algún sentido. Sí, somos demasiado optimistas a veces…  


Como elemento más interesante, por sacarle algo, tenemos la idea general de la aceptación de la propia naturaleza, de los cambios que sufrimos o que nos depara la vida. Esto marca una clara división en dos grupos con los personajes de la película:

Hay varios que aceptan el cambio sin más, entre otras cosas porque no les supone trauma o conflicto alguno, es fácil para ellos o sacia determinados aspectos de su personalidad (Antorcha y su ego, Von Muerte y su ambición de poder); en cambio hay otros que no lo aceptan y pretenden revertirlo, como Ben o Reed. La Mujer Invisible se mantendría a distancia, equidistante, apostando por lo que cree lógico, volver a su anterior ser, pero sin insistir en ello y valiéndose de su nueva naturaleza en cuanto puede. Ben, por su parte, como todos los demás, acabará rectificando, hasta el punto de volver a su monstruoso ser por propia voluntad y para ayudar a su amigo Reed, en lo que sería también su aceptación.


El problema vuelve a ser el mismo. Los cambios y el desarrollo dramático, por ejemplo en el personaje de Ben, parecen escritos por niños, pero los niños que van peor en la escuela…

Y con esas enseñanzas se enfrentan al típico clímax pirotécnico con muchas cosas rotas donde aprenderán a colaborar para vencer al malo, porque no nos engañemos, los Cuatro Fantásticos son más mingafrías que otros superhéroes, si no van juntitos como que no ganan a nadie… En las dos películas tienen que recurrir a la misma moraleja: Si estamos juntos venceremos…






Hay otra lectura encubierta y algo machista. Tenemos tres sementales y una mujer invisible. La Antorcha, el chico ardiente y ligón; La Cosa, que lo tiene todo como una piedra; y Míster Fantástico, que alarga todo a voluntad… como se insinúa en la película… A la chica parece que no le queda más remedio que desnudarse para desaparecer…



Stan Lee sí tendrá su cameo, al contrario de lo que ocurrió en la versión de 2015. Lo que más me gustó está en los títulos de crédito, el último tema de dichos títulos, aunque el penúltimo tampoco está mal. Se llama “Goodbye To You” de Breaking Point.


Se insinúa secuela y hubo secuela, pero de eso mejor no hablar…





7 comentarios:

  1. Corcho. Lo de la novia en camisón creía que era para hacer gracia y resulta que veo la foto y es literal.
    La ciega se enamora de la Cosa porque ha oído mucho lo de "pasársela por la piedra" y se dice "¡Hombre! ¡Encontré la piedra! ¡Yo también quiero probarlo!".

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    1. Jaaaaajajajajaja. Esa es buena, ¡pasarla por la piedra!!!!

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  2. Yo también he ahogado una carcajada al llegar a la chica ciega y la cosa. Jojojo.
    Debo decir q esta peli está en casa, y q es mala, pero S2 y sus amigos la vieron riendo y engullendo palomitas. En plan "comosomosmuymayoresdisimularemosquelopasamosbombahaciendocomoquejojo".
    Y os digo q Jessica Alba es una candidata a protagonizar una peli de las Bratz sin necesidad d maquillar. Y q Von Muerte en realidad es el Ken de Barbie, q le dieron un papel dramático…
    Muy divertidos tus comentarios!!!
    Gracias Sambo!!!
    Bss

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    1. Jajaja sí, la película se acaba sin darte cuenta, pero es mala con ganas! Qué habrá sido de Jessica Alba? Jajajaja Vaya tela!

      Es verdad! El malo es como de plástico, da algo de yuyu.

      Me alegro que te divirtiera. Un beso.

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  3. Pues por increíble que parezca yo creo que sí hay una cosa (pero sólo una ¿eh? no os alteréis) que está mejor en la versión de 2015. Y ¿qué cosa es? pues eso, la Cosa, que en esta versión de 2005 es el más bajito de los 4 incluso después de convertirse en monstruo de piedra, mientras que en la de 2015 parece tener uas dimensiones más razonables.

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