lunes, 25 de julio de 2011

THE STORM: S/T (1991)





Una obra absolutamente redonda, tanto, que empieza igual que acaba, con una tormenta en la que hay lluvia y truenos en honor al nombre del grupo. Con este debut lograron alcanzar una de las cotas más altas tanto del AOR como de la música en general, por consiguiente. El álbum está lleno de fuerza y melodía, de clase y elegancia, que sitúa al grupo, con tan solo 2 discos en su haber, entre los más grandes del rock melódico junto a Journey, Survivor, Boston, Bon Jovi… aunque no sean muy conocidos por el público masivo por desgracia. Tanto este como su segundo disco, “Eye of the Storm”, que incluso lo supera, están en la antología selecta de cualquier aficionado al género.
You keep me waiting. Tiene mucha fuerza sin llegar a ser un hard-rock, un rock melódico de sensacional melodía y con las armonías de guitarra y teclados en la base rítmica que hacen de cada fase del tema pura elegancia. Grandes coros. Cantada por Kevin Chalfant.
I’ve got a lot to learn about love. Tema AOR cercano al medio tiempo realmente bueno, algo que hacen como nadie, aunque no se conoce que hayan hecho nada mal estos señores. Cantan tanto Kevin Chalfant como Gregg Rolie.
In the raw. Muy hard rockera, la única que se sale del conjunto del disco y de su estilo, sin estar mal es la más floja del álbum.
You’re gonna miss me. Uno de los mejores temas, espectacular, enérgico, rebosante de melodía, absolutamente perfecto. Un AOR de la más alta escuela.
Call me. Un medio tiempo pausado realmente soberbio, cantado por Gregg Rolie. La facilidad para las atmósferas y manejar las emociones gracias a la base melódica, el juego y detalles de guitarra y teclados y su cadencia rítmica que te envuelve totalmente, son magistrales.
Show me the way. El gran éxito del disco. Mi preferida. Una balada maravillosa, de una calidad incomparable, perfecta, preciosa, intensa, desprende fuerza y emotividad en cada segundo. La canta Chalfant para acabar de sublimarla.
I want you back. Otro tema que se desliza entre el medio tiempo y el AOR, cantado a dos voces por los dos cantantes del grupo, exquisito en todos los aspectos. Los coros y el final son una auténtica gozada.
Still loving you. Cantada por Gregg Rolie es una balada exquisita, lenta, de atmósfera acogedora y una emotividad especial. Soberbios coros y armonías perfectas, otro ejemplo de distinción y buen gusto.
Touch and go. Rock melódico, de los temas más duros del disco, sumamente efectivo, que en manos de Kevin Chalfant alcanza una dimensión distinta.
Gimme love. En la línea del anterior aunque de ritmos más pesados, pero con la constante melódica intacta, así como los grandes coros y la voz de Chalfant y Rolie alternándose una vez más.
Take me away. Un auténtico placer para los oídos, totalmente atmosférica, un tema lento a la par que intenso, un trabajo de guitarra asombroso y una sutileza rítmica maravillosa. Gregg Rolie le da el tono perfecto. Los estribillos, como durante todo el disco, son la perfección absoluta.
Can’t live without love. Kevin Chalfant hace aquí una exhibición vocal asombrosa. En manos de cualquier cantante sería un temazo extraordinario, una balada perfecta, pero si le sumamos las cuerdas vocales de Chalfant la cosa se convierte en la quintaescencia de la elegancia.




Tanto en composición, instrumentalización, coros y demás elementos, el disco es inmejorable, pero además es que desprende sentimiento a raudales, no en balde corre sangre de Journey por The Storm, ya que Gregg Rolie fue su teclista y Steve Smith su batería. Cantado por Gregg Rolie y Kevin Chalfant, a veces compartiendo tema y otras cada uno por separado, es éste último el que maravilla de forma inconmensurable. Si bien Rolie siempre acierta con el tono del tema que le corresponde y con los coros, Chalfant es, sin duda, uno de los mejores cantantes del género. Es por ello, que tiene mayor presencia en el disco. La guitarra de Josh Ramos es una auténtica maravilla. No es Neal Schon, pero tampoco le hace falta. Con un estilo personal y una sensibilidad y sentimiento desbordantes, cada solo y detalle de guitarra en este disco son para enmarcar. Ross Valory al bajo, también componente de Journey, hace junto a Steve Smith un trabajo en la base rítmica melódico, sensible y cálido. Cada estribillo y detalle son apabullantes. Imprescindible.


2 comentarios:

  1. Va a ser un gran descrubrimiento para mi, gracias por compartirlo con nosotros

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  2. Muchas gracias Ana, espero que cuando lo escuches te guste.

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