viernes, 12 de abril de 2013

Crítica: SIETE PSICÓPATAS (2012)

MARTIN MCDONAGH












Está claro que la metaficción, el metalenguaje, en este caso el metacine, nos está dejando los títulos más notables, un recurso que está produciendo las obras más originales en esta época de sequía creativa. De lo poco potable que se saca en guiones originales usan el recurso del metacine o el metalenguaje de alguna forma. El caso que nos ocupa es buen ejemplo. Una cinta que ha pasado algo desapercibida pero que está repleta de ingenio, originalidad y grandes diálogos, una cinta plenamente tarantiniana, fresca y muy disfrutable.

Siete psicópatas” sublima el metalingüismo cinematográfico, una historia con psicópatas reales, psicópatas de ficción, psicópatas reales que se confunden con otros de ficción, psicópatas de ficción basados en otros reales… todo dentro de una trama desfasada y tan alocada como brillante.


Marty (Colin Farrell), trabaja en su nuevo guión llamado “Siete psicópatas”, pero no logra darle forma. Por suerte o por desgracia la relación que mantendrá con su amigo Billy (Sam Rockwell) y el socio de éste en el lucrativo negocio del secuestro de perros, Hans (Christopher Walken), sus historias, vivencias y experiencias juntos, le servirán de inspiración, especialmente cuando Billy secuestre al perro de un perturbado psicópata mafioso.




La primera escena marca a la perfección el tono que Martin McDonagh quiere dar a la película, diálogos hilarantes y violencia repentina, humorística, exagerada e ilógica. Michael Stuhlbarg y Michael Pitt conversan despreocupadamente tras haber cometido un asesinato sobre ojos, disparos, formas de matar e incluso comunistas. Magníficos diálogos tarantinianos y detalles de humor, como la broma con la corredora que se cruza con ellos. Todo esto se interrumpirá con la repentina irrupción del psicópata número 1. Con el cartel de Hollywood presidiéndolo todo, como es menester en esta cinta.



Marty y Billy, los dos protagonistas, Colin Farrell y Sam Rockwell, conversarán sobre la novia del primero, además de cosas varias, mientras ven “Violent cop” (Takeshi Kitano, 1989). En esta conversación nos quedará claro que ninguno de los dos está muy bien de lo suyo, especialmente Billy, que comentará que tiene un negocio de secuestro de perros y una novia, algo que el espectador no se creerá mucho pero que será radicalmente cierto en un grandísimo detalle de guión. Los personajes son una panda de pirados, más listos de lo que parece, demostrarán su inteligencia en variadas ocasiones, perfectamente dibujados. El trabajo de los actores es espléndido, realmente natural, como vemos en gestos de Farrell o Rockwell.



Marty es irlandés y escritor así que, como se dice en la película, beber está en sus genes.

Walken, el socio de Billy con los perros, quiere recaudar dinero para ayudar a su esposa, enferma de cáncer. Un personaje profundamente religioso que se toma ciertas licencias legales por una buena causa. Billy siente devoción por él, igual que por Marty. Un psicópata muy amigo de sus amigos. El personaje de Walken es soberbio, tierno, inteligente, divertido… sus disquisiciones teológicas junto a su mujer son realmente graciosas.



El guión es magnífico y teje una tela de araña metalingüística tan delirante como brillante, hilos que se cruzan una y otra vez en un juego virtuoso. Marty escribe el guión de “Siete psicópatas”, que es el título de la propia película que nos ocupa, en él colocará varias historias, una de ellas de un cuáquero, que luego descubriremos también le contó Billy al que a su vez se la contó Hans, ya que la protagonizó él mismo con sutiles diferencias a la relatada. A su vez Billy le comentará la historia de un psicópata que mata a miembros del crimen organizado, refiriéndose a él mismo, aunque como es lógico lo mantendrá en secreto hasta que pueda. Una de las matizaciones que hará Hans a la historia que se nos cuenta, la del cuáquero, es que no lo hizo solo sino en pareja, como la relatada por Zach. Marty comentará cómo quiere que sea la estructura de su guión, algo que se cumplirá escrupulosamente durante la narración de la propia película. Hans criticará los personajes femeninos de la historia de Marty, dirá que mueren a los pocos minutos y están muy mal tratados, justo como vemos en la película con la muerte de Ann, la novia de Billy, o la de Myra, la mujer de Hans. El tiroteo inventado por Billy para el final del guión y algunas de sus ideas casi serán recreadas en la parte final de la película, aunque la cosa no salga ni sea igual. También veremos como esas ideas van variando conforme Marty encuentre lagunas en las mismas. En dicha narración los personajes serán plenamente identificados con ellos mismos, eliminando distancias en ese sentido. Billy además es actor, para rizar el rizo con todo este tema. Hans concluirá la historia del cura vietnamita y logrará amalgamar todas las claves buscadas por Marty, cura, prostituta, psicópata vietnamita que torna en budista y un sueño… una bella historia de paz y sacrificio, lo que buscaba Marty, que será el legado de Hans.





Woody Harrelson interpreta a Charlie, el jefe mafioso, absolutamente pirado, un auténtico psicópata al que Billy le roba el perro. Está espléndido también. La escena de su presentación, con las amenazas a la mujer negra y la pistola que se encasquilla, es desternillante, una vez más el humor, la violencia, que en este caso no se consuma, y el desprecio absoluto por el otro. En su presentación comerá una fresa.


El reparto es excepcional pero es que además se nota que están disfrutando, naturales, brillantes y muy divertidos todos.

El primer psicópata es el enmascarado asesino de mafiosos, que también es el 7º, o sea Billy. El 2º es el cuáquero que acaba resultando Hans. El 3º es Charlie (Woody Harrelson), el 4º el cura vietnamita. El 5º y el 6º son los amantes Maggie y Zach.






Otra gran broma será la escena donde Sam Rockwell, Billy, hable a un espejo al estilo de Robert De Niro en “Taxi driver” (Martin Scorsese, 1976), otro mítico psicópata del cine. De hecho tienen el mismo apellido, Bickle, uno Travis el otro Billy. Es posible que el personaje que interpreta De Niro sea una inspiración para nuestro protagonista, ya que aquel acababa con toda una panda de chulos y proxenetas… el nuestro va a por mafiosos. Que Billy sea inspirador del verdadero autor, Marty, recuerda a la magistral comedia de Woody Allen, “Balas sobre Broadway” (1994).



Los tres protagonistas se encontrarán cuando los mafiosos descubran el lugar donde se esconden los perros secuestrados. Allí estaba Marty y llevarán a Hans, el tercero en discordia será el psicópata enmascarado, que en realidad es Billy. Los ruegos de Hans serán oídos. Dios oye.



Todos los personajes están desquiciados, son extremos, otro ejemplo lo tenemos en Zach, que acude al anuncio de Billy en el periódico pidiendo psicópatas que cuenten su historia. Él contará su historia junto a su amada, como se lanzaron a la carretera en una espiral asesina, pero la dejó tras el último crimen. “El asesino de la luz de la luna de Texarkana” (1947); “El carnicero loco de Kingsbury Run” (1954); “Zodiac” (1975). En el último será donde Zach coja cariño por los conejos. También veremos en este último asesinato, que supone la separación de la pareja, a Gandhi, al que se referirá una línea de diálogo posterior. Una triste ruptura de la que Zach se mostrará arrepentido por no apoyar a su pareja en esa última muerte. Veremos a Zach marcharse tras unos barrotes desde la ventana, como si del encierro de un perturbado se tratara, aunque aquí todos lo están.




En la habitación de Myra (Linda Bright Clay), la mujer de Hans, veremos crucifijos, varios, como corresponde al carácter religioso de la pareja. Todos los personajes demuestran que dentro de su perturbación son inteligentes, así Myra disimulará su identidad al ver entrar a Charlie, éste se percatará del engaño poco después y Hans disimulará, en un magnífico plano general donde vemos como sale por la puerta de fondo del pasillo en vez de entrar en la habitación al ver salir a Charlie, intuyendo lo que ha ocurrido dentro. También es notable el detalle del pañuelo para el cuello que oculta la cicatriz de Walken espantando a Harrelson y que nos delata el paralelismo con el psicópata cuáquero sobre el que escribió Marty.



El retrato de Billy es magnífico, fiel amigo pero psicópata perdido. Lo veremos matar a su novia mientras come gusanitos, sin despeinarse, además de comprobar que el robo del perrete, Bonny, de Charlie fue completamente voluntario. El asesinato a su novia, que también es la de Charlie, dibuja a la perfección al personaje de Billy. Se venga a través de Ann, la chica, del asesinato de Myra a manos de Charlie. Un frío psicópata que es un fiel amigo. Además habrá un pequeño momento para indagar en su pasado a través del diario que lee Marty, con una bandera quemada como protagonista. La elipsis con la bandera es magnífica. Grandes detalles de humor gamberro salpicando toda la cinta. Su asesino enmascarado se llama "el de la sota de diamantes", la carta que deja en sus crímenes. Veremos un búho mientras elogia a su amigo Marty en su diario, el símbolo de la sabiduría. Hay ciertos aspectos infantiles en el retrato de Billy, lo vemos comer gusanitos, con un gorrito de mapache o de perro…






Habrá referencias a Patty Hearst, la nieta de Randolph Hearst.

Uno de los grandes rasgos estilísticos de la cinta está en esa mezcla de tensión, violencia y humor, así como el estiramiento de los tiempos tanto los de comedia como los de tensión que desemboca en violencia, todo resulto de forma brillante.

La escena con el diálogo sobre Gandhi es hilarante nuevamente. El momento de pausa donde Billy reflexiona sobre la frase de Gandhi es excelente.


-Hans: Como dijo Gandhi: Ojo por ojo y el mundo acabará ciego.

-Billy: Eso no es cierto. Quedaría un tipo con un ojo. ¿Cómo va un ciego a arrancarle al último tuerto su ojo? Ese tío sólo tiene que correr y esconderse tras un arbusto. Gandhi se equivocaba, pero nadie tiene los huevos de decirlo.

Las referencias religiosas son constantes, la fe de Hans, los crucifijos, la conversación sobre el cielo y el infierno que desemboca en la historia del cuáquero contada por Marty a Hans, Jesús, Gandhi, José, cruces incluso en el desierto… Todos son contadores de historias, es una cinta que reivindica el arte del relato, de la ficción, es su tesis principal. La historia del cuáquero será el momento perfecto para que Hans muestre su cicatriz, él la protagonizó al fin y al cabo. Su muerte será trascendente y celestial, recuperando la fe. Farrell se santiguará al ver el cadáver de Hans. Hans y Marty se vincularán a través de la grabadora, el legado del primero.



Cuando Marty hable de su búsqueda de originalidad en la estructura de la película recibirá la radical oposición de Billy.

“¿Es que ahora hacemos películas francesas?”.

Las siete lesbianas”.


Como era el deseo para su guión, Marty, Billy y Hans se retirarán al desierto, montarán su tienda de campaña y se dedicarán a conversar de sus cosas, especialmente del guión, que intentarán terminar entre los tres. Una cinta de psicópatas que quiere alejarse del tópico y volverse reflexiva en la parte final. Entre las ideas para el final del guión, Billy recreará un espectacular y surrealista tiroteo que irá variando conforme se encuentren lagunas, el metalenguaje en todo su esplendor. 




Por supuesto los diálogos y algunas de las ocurrencias son muy brillantes, incluso veremos saliendo a Walken de una tumba, como si de un vampiro se tratara.

Su conejo se salva, porque los animales no pueden morir en una peli, sólo las mujeres”.

Aquí se aprecia claramente esa idea metalingüística ya destacada donde los guionistas son como dioses, creadores de un universo, sea cual sea, en esta reivindicación por el arte de contar historias, de la creación pura y dura, por absurda que parezca.

El amor al arte de Billy lo llevará a provocar que Charlie vaya al desierto a recuperar a su perro, Bonny, exactamente como planteaba en su idea de guión para tener su duelo y tiroteo final.




-Marty: Los amigos no hacen que sus amigos mueran, Hans.

-Hans: Los amigos psicópatas sí.

El uso de la ironía, tanto a nivel de narración cinematográfica con el uso del metalenguaje como con los diversos temas de todo tipo que se tratan en los diálogos, es constante, un ejemplo lo tenemos en ese psicópata asesino, Billy, que  habla de la defensa de los animales y las adicciones peligrosas.

Clamidia”.

“¿No viniste armado al tiroteo final?”.

Uno no lleva al villano al puto hospital”.

Una nueva demostración de inteligencia la tendremos con Charlie, que va desarmado pero con una pistola de bengalas para avisar a sus esbirros.




Toda la cinta está planteada en base a un macguffin lo más absurdo posible, un perro, que será un sosegado espectador en el duelo final.

Pata”.

Los sueños, la narración, el cine… un guión acabado y un perro, Bonny, en poder de Marty, que lo acaricia como hacía Billy. Un gran juego de espejos. Atentos a la escena final.



Una virguería artificiosa y repleta de ingenio que usa el metalenguaje con maestría, un entretenimiento inteligente, que no profundo, pero francamente fresco y disfrutable. Una de las sorpresas del año que vuelve a reivindicar el arte de contar historias.








8 comentarios:

  1. Ni había oído hablar de esta peli, master.

    Pero tiene pintaza, he empezado a leer el artículo, y después de ver el trailer, la pongo en la agenda.


    PD: Prometheus peliculón, again. xDxDxD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A ver qué te pearece cuando la veas, crack.

      No me cabía la menor duda de que te iba a volver a gustar PROMETHEUS jajaja y bien que me alegro, la verdad.

      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Buenas otra vez master.

    He aprovechado mis 2 horas de vacaciones mensuales para ir al cine a ver oblivion...


    A nivel espectáculo me ha encantado. Esta hecha de puta madre, pero es que la trama no esta nada mal... sobre todo la primera parte, pero muy bien en general.

    A ver si la pispas pronto y te marcas la crítica rapidito... xDxDxD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tengo muchas ganas amigo Taillon, me pareció muy prometedora y con lo que dices albergo aún más esperanzas de que pueda ser una obra de culto... Aunque las críticas no están yendo bien, lo cual no significa nada, claro.

      Intentaré verla pronto jaja.

      Eliminar
  3. Esta peli quise verla en cuanto vi el trailer pero enseguida la quitaron de cartelera. Habrá que verla en casita pero nada como el cine.

    El domingo pasado vi Oblivion. A mí me pareció un peliculon pero como siempre los prejuicios influiran en las críticas. Cuanto ha perjudicado su vida personal al pobre Tom. Las persecuciones de las naves geniales, parece un videojuego. Y pensar que el efecto del destructor imperial pasando por delante de camara en la primera escena de Star Wars fue un hito en los efectos especiales.

    bolsonxx

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ha pasado sin pena ni gloria, desgraciadamente, pero está muy bien.

      Tengo muchas esperanzas en esa cinta, y eso que las críticas no están siendo buenas. Adoro a Tom, me parece la última gran estrella y con una carrera ejemplar, la veré en breve y haremos el análisis, claro.

      Eliminar
    2. No te la pierdas porque te va a encantar.

      Eliminar