miércoles, 4 de julio de 2012

Crítica: LA MOMIA (1999)

STEPHEN SOMMERS










En 1932 y posteriormente en 1959 “La Momia” ya fue protagonista en las salas de cine. La primera estaba protagonizada por el imprescindible actor del género de terror Boris Karloff y dirigida por Karl Freund, la segunda, dirigida por Terence Fisher, estaba protagonizada por otro mito del cine de terror, Christopher Lee, también aparecía Peter Cushing.

La versión de Fisher corresponde a la época gloriosa de la mítica productora Hammer.


Esta nueva versión, siendo básicamente la misma historia, poco tiene que ver con sus precedentes, aquí el terror, el misterio, la atmósfera, el tono, la pausa… desaparecen por completo a cambio de la acción, buenas dosis de aventuras y comedia. Curiosamente todas estas novedades no dan mal resultado y Sommers nos ofrece un aseado entretenimiento que procura alejarse de comparaciones con los clásicos comentados para acercarse al estilo de películas como Indiana Jones, su principal referente. De hecho, estando a años luz de la obra maestra de Spielberg, “La momia” es posiblemente el intento más potable como copia.



Esta primera parte no deja en absoluto un mal sabor de boca pero debido al presumible éxito se hicieron dos secuelas que quedan lejos de ésta. Se recurre a la idea de repetir fórmula y usar más efectos especiales eliminando los elementos que destacaron en la original o resultando estos forzados y poco naturales, es el caso de los toques de humor.

El espíritu aventurero, escenas de acción simpáticas y una relación entre los protagonista que elige el acertado modelo de amor-odio lo que la hace muy agradable y divertida en ocasiones, es donde radican las principales virtudes de la cinta. Un desenfadado divertimento consciente de lo que es y que no pretende nada más, de ahí que su frescura sea indudable y se pueda disfrutar sin complejos.


Nuestro Indiana Jones se llama Rick O’ Connell, interpretado por Brendan Fraser, este legionario descubre sin querer Hamunaptra,  “la ciudad de los muertos”. Este hecho llamará la atención de Evelyn Carnahan (Rachel Weisz) y Jonathan Carnahan, dos hermanos egiptólogos. Semejante descubrimiento llevará a estos personajes tan dispares a acabar resucitando a una terrible momia que tiene como único objetivo encontrar a su amada pese a quien pese.


Tras la introducción que nos cuenta el desgraciado destino de los amantes y de la futura momia con ciertos toques de terror light, acción y mucha infografía, Sommers procura alejarse del tono trascendente y terrorífico para crea una vigorosa historia de aventuras pintoresca y con personajes carismáticos. O’ Connell es un encantador sinvergüenza con toques cínicos y Evelyn Carnahan es una tenaz egiptóloga ingenua y pura. Un contraste marcado que Sommers se esfuerza en potenciar al estilo de “La reina de Africa” (John Huston, 1951), algo que siempre me ha gustado. Si bien es cierto que queda lejos que resultar especialmente encantadora, este tipo de relaciones siempre da un plus.


Desde el mismo inicio se nos mostrará el carácter valeroso e intrépido de Rick, que además es desenfadado y divertido, casi un temerario. También veremos con más elementos de comedia la rutina de los hermanos egiptólogos, todo ameno, simpático y algo infantil en ocasiones pero agradable. Tres años después de que se diera por muerto a Rick se producirá el encuentro con los hermanos Carnahan, él está preso y lo liberarán comenzando así el tira y afloja entre los dos protagonistas. John Hannah es el hermano de Evelyn, ahora de moda por su participación en “Spartacus: Sangre y arena”.


Sommers se lanza sin complejo alguno a la comedia recurriendo a los estereotipos más manidos sin dudas, así tendremos a esos egiptólogos y ratas de biblioteca mostrando su torpeza de inicio. En este sentido el personaje de Hannah resulta divertido.



La película de Sommers logra cierto sabor añejo que recuerda a las películas de aventuras de toda la vida, incluso con la inclusión de los efectos especiales infográficos, tiene más alma que lo acostumbrado a ver en este tipo de películas.


Otra de las virtudes de la cinta está en la dirección de Sommers para las escenas de acción, acierta al sostener los planos, aunque no brille por una imaginativa puesta en escena, y no recurrir al montaje sincopado y confuso. Un ejemplo de esto lo tenemos en la escena en el barco donde compagina todas las virtudes de la película, humor, aventura, acción… todo rodado con corrección y con un toque personal y divertido. Muy entretenido.


Esta escena, la del barco y su batalla, es una de las que más recuerdo, una de las que mejor expone las virtudes de la cinta. La relación entre Rick y Evelyn es de atracción instantánea, sus conflictos más que estar fundamentados en un esfuerzo por no reconocer esa atracción lo están en el hecho de sus notables diferencias, uno de modales rudos y asilvestrados y la otra una delicada damisela bien educada.



Lástima que estas divergencias pasen pronto y desde antes de la mitad de la película la  complicidad y el buen rollo entre los dos protagonistas sea evidente. A pesar de eso los diálogos y situaciones siguen siendo divertidas y las escenas con esa especie de cucarachas infográficas, carnívoras y viejísimas resultan muy entretenidas.



Brendan Fraser está muy ajustado en su papel, como pez en el agua, encarnando a ese héroe cínico de pocos modales. Rachel Weisz también parece estar pasándoselo muy bien. También me gustaría destacar a John Hannah, muy divertido en su papel de ayudante de la pareja.


Hay cierto parón para alguna escena romántica de poco interés pero enseguida recuperamos el tono, las escenas de suspense light y previsible se suceden pero el sentido del humor les da el toque eficaz que necesitan.



Sommers parece darse cuenta enseguida de lo que funciona y plantea alguna pelea o discusión entre la pareja, se agradece. Los efectos especiales son buenos, en algunos momentos destacan más que en otros, entre lo más destacado al respecto está la evolución de la momia, como se va recreando su rostro y su cuerpo poco a poco en las sucesivas escenas donde va saliendo.


El romántico villano de la función, interpretado por Arnold Vosloo, es realmente poderoso e infunde del debido miedo y temor, todo se basa en los efectos pero se le dota del suficiente carisma para hacer de él un villano digno. Con todo infunde menos miedo que las momias clásicas.



Salen varias momias más parecidas a las clásicas con ansias de matar pero cierta artrosis lógica debido al tiempo de inactividad que les impide moverse con la fluidez deseada. Es bastante cruel que una momia que lleva parada varios siglos tenga que perseguir y matar a varias personas como primera actividad, cuando lo que seguramente les pide el cuerpo es un buen masaje y una buena fiesta.



En este clímax final donde las cucarachas, las momias artríticas, otras mejor conservadas, la momia jefe, humanos malvados y demás dificultades, tratan de impedir que nuestros protagonistas salven el mundo y se reúnan, Sommers usa ciertos aspectos expresionistas, no ya en ciertas interpretaciones, muy exageradas, algo que se ve durante toda la cinta, sino también en lo visual con el uso de sombras. El director además diversifica la acción en esta parte final dándole buen dinamismo y ritmo, el do de pecho final. Un buen clímax que nunca pierde el sentido del humor.


Dentro del tono casi de cómic, de serial, de ese aliento clásico al cine de aventuras de siempre sin más pretensión que entretener, hay cierto aliento romántico, no ya sólo en la historia de la momia Imhotep sino en algunos momentos de la pareja protagonista, como cuando Rick y Evelyn deben separarse al ser ella secuestrada por el viejísimo villano. En ese rescate casi de la muerte nos vuelve a venir a la cabeza el mito de Orfeo y Eurídice.



El plano mítico de la película es esa tormenta de arena que acaba adquiriendo la forma de Imhotep para tragarse la avioneta donde está Rick, seguramente el plano por el que es recordada la película.

Los defectos son por todos apreciables, tópicos, mucha ingenuidad, un guión previsible, una conclusión convencional, interpretaciones desfasadas aunque coherentes con el tono buscado, algún altibajo narrativo, puesta en escena en las escenas de acción discreta, una sensación de estar viendo constantemente a un Indiana Jones para críos… Lo de siempre vamos.



La película acaba con el beso de la pareja, como en las películas de aventuras de toda la vida.


Buen ritmo y aliento clásico, como digo, una sorpresa digna, un cine de entretenimiento que no insulta a la inteligencia del espectador. Para pequeños y no tan pequeños... Acción, aventuras, pequeñas pinceladas de suspense y terror y sentido del humor.






15 comentarios:

  1. Le encanta a mi señora. Es de esas que dejas siempre puesta cuando la encuentras zapeando.

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  2. Osiris, así es, un entretenimiento muy simpático y aseado. Yo la disfruté mucho, recuerdo el estreno y todo.

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  3. Pues siendo una propuesta tan sencilla y eficaz, que a mí además me encanta, no he encontrado ninguna en esta década y media que ha pasado que la equivalga. El espíritu "cliffhanger" treintero está muy bien actualizado, ya que yo no diría que copia a Indiana sino que desciende de las fuentes de Indy; vamos, que es hermana, no hija, del gran profesor Jones.

    Adorable la Weisz, eficaz el Fraser (que me encantó en "El americano impasible") y muy gracioso Hannah. Y muy brillante Sommers en el punto justo de la mezcla.

    Desde luego, siempre en mi top de cine de entretenimiento.

    PD: ¿alguien aparte de mí que odie la egiptología y la egiptomanía?

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  4. Ya, Osiris, ya se que tú no odias la egiptología ;)

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  5. Archiduque, bienvenido de nuevo. Desde luego puede ser, pero Indiana tiene más edad, ésta es hija, son demasiados paralelismos, en el tipo de héroe, las formas, el tono incluso, muuuchos parecidos, pero también podría ser una hermana pequeña jajaja.

    Un abrazo crack.

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  6. Pues no había caído, Archiduque jaja

    Una cosa que me sorprende de esta película es el secundario, el Hannah, creo. Es el mismo de Spartacus, lo que me demuestra lo gran actor que es. De hacer de carajote torpón a maquiavélico empresario romano. En Espartacus está asombroso. ¿Cómo puede ser el mismo?

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  7. Osiris, esto que comentas y que es radicalmente cierto me lleva a recordar otro ejemplo curioso y casi contrario también protagonizado por el entrañable Hannah. En la anterior película a ésta que comento, DOS VIDAS EN UN INSTANTE, del 98 con Gwyneth Paltrow, interpretaba, como protagonista, a un galán de comedia romántica del que se decía lo guapo y sexy que era... Claro, uno miraba una y otra vez y no sabía si le vacilaban o que jajajaja. De esto por supuesto no tenía la culpa Hannah, aunque bien que eligió el guión el jodío.

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  8. lo mejor de la pelicula es Hannah (Batiatus en Spartacus) y su humor.

    el malo maloso más tarde aparecería como villano en la 4ª temporada de 24

    película entretenida y divertida, consiguieron lo que buscaban.

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  9. Me alegra saber que disfrutasteis en general de la peli como yo. Veremos si se mantiene así la cosa con la secuela jajaja

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  10. La momia, me encanta, si la hubieran rodado hace 40 años ahora estaríamos hablando de un clásico del cine... y es que, efectos especiales y algunas coreografias aparte, realmente podrían haberla rodado en esa época.

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  11. Bueno, es una cinta muy tributaria de aquel cine de hecho.

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  12. Los sacerdotes de imhotep no se podían ni mover y más que ayudarle solo estorbaban xD

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    1. Lo que no comprendo es por qué hacían ruiditos tan raros.. se supone que no tenían cuerdas vocales xD y tampoco entiendo esa reverencia que le hacen dos de ellos a Imhotep. Por culpa suya ellos fueron enterrados vivos..

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  13. No entiendo para qué revive a sus ayudantes, pudo traer gente controlada y que ellos hicieran el ritual con él. Entre que no se podían mover, y hacían esos ruidos tan molestos...

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