miércoles, 10 de abril de 2013

Crítica: MAMÁ (2013)

ANDRÉS MUSCHIETTI











El cine de terror que me gusta es el de atmósfera, tensión, suspense, en cambio me repele el gore y la casquería, incluso admito ciertos sustos a traición si no son excesivos y lo demás es interesante, pero sin abusar. En base a esto las historias de fantasmas o similares son las que más se amoldan a este gusto, incluso las demoniacas, pero de todos es sabido que por las reglas y parámetros, a menudo limitados en cuanto a recursos y trama, del cine de terror la originalidad no es el punto fuerte. Las claves del género son muy marcadas, muy limitadas, si bien es un género que sirve a muchos directores para hacer un ejercicio de estilo, como suele llamársele, ya que permite explorar la forma de transmitir sensaciones intensas, terror, miedo, a través de la cámara y el lenguaje cinematográfico, lo que siempre es un reto.


Mamá” se insertar en este tipo de terror con fantasma y casa encantada (ya que el fantasma pasará buena parte de la película en la casa de los protagonistas), pero todo lo que aparece en ella está más que visto, no se sale ni un milímetro del tópico. Lo más interesante de la propuesta son varios detalles de puesta en escena, los planos largos en el terror y el buen uso del encuadre siempre son efectivos si se hace bien y aquí en varios momentos dejan muy buenos detalles que comentaré, así como el planteamiento de la historia, dos niñas cuidadas y protegidas por un fantasma. Fuera de esto todo corre por los manidos tópicos del género.


En el cine de fantasmas siempre debe haber una historia pasada, cuanto más antigua mejor, trágica y truculenta, que se enquista y se mantiene latente, o que surge convenientemente, hasta el momento en que encaremos la narración. Una maldición. Una historia que condena y deja anclado en el tiempo a determinados personajes, una mujer, un niño… víctima de una injusticia o alguna atrocidad, para la que buscará redención o venganza cuando se manifieste. La misión del protagonista será investigar esa historia pasada para que el fantasma alcance la paz o no… La naturaleza de los fantasmas varía, pueden ser vengativos, buscar redención, incluso ayudar, aunque siempre lo harán de las formas más siniestras y espeluznantes posibles. La casa siniestra, o que acaba siéndolo, la noche, la oscuridad, la soledad, la iluminación, son claves y constantes que aparecen en todas estas cintas y con los que se juega a conciencia, en demasiadas ocasiones de forma burda e incoherente, pero satisfactoria para los fans del género. La historia antigua, trágica y truculenta de “Mamá” datará de 1878.


Jessica Chastain interpreta a Annabel, una rockera bajista a la que le repele ser madre. La progresión dramática del personaje no por previsible deja de ser muy correcta. Así la veremos aliviada al hacerse una prueba de embarazo que da negativo al inicio de la película, luego mostrará sus reticencias por tener que cuidar a las niñas ella sola, las renuncias que se va a ver obligada a realizar, pero su cariño irá aumentando paulatinamente hasta el punto de luchar y sacrificarse hasta el final por mantenerlas con ella.



El padre de Victoria (Megan Charpentier) y Lily (Isabelle Nélisse), tras matar a su esposa, huye con ellas. En su frenética y desquiciada huida tendrá un accidente de coche, pero descubrirá una pequeña cabaña en el bosque. Allí, cuando está a punto de matar a su hija mayor, un extraño ser aparecerá para evitar la desgracia y acabar con él. Su tío Lucas, gemelo del padre de las niñas, hará todo lo posible por encontrarlas, algo que logrará 5 años después. Alguien, o algo, ha estado cuidando de ellas en aquella cabaña.


En los títulos de crédito veremos la evolución de la relación entre las niñas y el fantasma a través de los dibujos de éstas. Cada vez más asilvestradas, incluso veremos cómo pasan a desplazarse a gatas, imitándola. Las mariposas estarán siempre presentes, apareciendo de forma constante. Simbolizan la transformación, como la del fantasma, ese espíritu que ha quedado atrapado entre dos mundos y que quiere recuperar a su hijo y corregir errores, una mujer encerrada en un manicomio que ahora es casi un todopoderoso ser espectral.


En el apartamento de la pareja, Lucas (Nikolaj Coster-Waldau) y Annabel (Jessica Chastain), veremos el cartel de la película “Cobra woman”, aquí “La reina de Cobra” (Robert Siodmak, 1944), una fallida y poco conocida cinta del gran Siodmak. En otro momento de la película veremos a Chastain ver una cinta protagonizada por Bruce Dern, “Naves misteriosas” (Douglas Trumbull, 1972).


Es lógico que las niñas aparezcan como verdaderos monstruitos, aunque se excedan las cosas con su agilidad sobre humana en su nueva presentación y la cuestionable dieta a base de cerezas que han tenido durante cinco años.



Mamá” no renuncia a los consabidos sustos gratuitos, repentinas apariciones con efectos sonoros estruendosos para provocar el brinco en la butaca sin más sentido. Son servidumbres esteticistas y formales típicas en las que la cinta cae, desgraciadamente, más de lo conveniente. Ejemplos hay muchos, la primera vez que Lucas ve a las niñas y la repentina aparición tras el cristal de una de ellas, la escena del parpadeo de la luz y otra repentina aparición de Lilly




Lucas y Annabel son espíritus artísticos, uno pintor y la otra rockera, de ahí su romanticismo y amor por las niñas, el de él demostrado de inicio el de ella que irá gestándose progresivamente. Esto contrasta con el padre, dedicado a las finanzas, poco artístico, más materialista, y por tanto más cruel y deshumanizado…  cosas de la brocha gorda.


Las sesiones de hipnosis a la mayor de las niñas nos introducirán en el misterioso personaje espectral, “Mamá”. La primera sesión está rodada con una sombra sobre los ojos de la niña, Victoria. Es curioso que aquí “Mamá” no intervenga al poder verse descubierta, pero se ve que es un fantasma con mucha seguridad en sí mismo.




El perro, que vimos en la primera escena cuando el padre se llevó apresuradamente a las niñas, será el vínculo definitivo para que Victoria, la mayor, se integre en su nueva familia. La pequeña, Lilly, en cambio, se mostrará temerosa y más afín a su madre espectral, se niega a integrarse con Lucas y Annabel. La pequeña Lilly es muy intrigante, un ejemplo lo tenemos en esa escena donde la vemos abrir los ojos en la oscuridad. También es siniestra la nana que “Mamá” enseña a las niñas y que éstas cantan en ocasiones.



La película no presenta grandes virtudes ni novedades, pero sí tiene algunos aspectos realmente brillantes en la puesta en escena y desde la dirección que es obligado elogiar y mencionar. La atmósfera es algo vital en una cinta de fantasmas, el recurrir a planos largos de paseos por pasillos oscuros y siniestros es una forma habitual de conseguirla. Aquí no faltarán y además se añadirán recursos de puesta en escena muy interesantes que crearán la tensión adecuada en el espectador. Por ejemplo, el director, Andrés Muschietti, recurrirá al siempre eficaz recurso del segundo plano, apariciones a la espalda de personajes o una vez estos han pasado, o el encuadre partido, de forma brillante. Planos generales que parten el encuadre. Una de las escenas que mejor ejemplifica esto la tenemos cuando vemos a Lilly jugando con, suponemos, su hermana en su habitación, el tabique separa esa habitación del pasillo, por el que veremos aparecer a Chastain despreocupadamente al mismo tiempo, un plano general perfecto. Poco después la que aparecerá por el mismo pasillo será Victoria, con lo que el espectador sabrá inmediatamente que la pequeña Lilly está jugando en ese momento con “Mamá”, no con su hermana. Desde el planteamiento del encuadre el espectador más avispado sabía que algo tenso iba a ocurrir y Muschietti dosifica y maneja el suspense a la perfección mostrándole todas las cartas y ocultándoselas a los personajes. Una gran escena y un gran detalle.




Siguiendo con esto la escena más destacada y brillante será un plano larguísimo y sin cortes con el ataque de “Mamá”, que no puede contener sus celos tras ver el cariño de las niñas hacia Annabel. Un plano sin cortes, aunque puede que haya truco con alguna panorámica brusca, en la oscuridad de la casa, donde la cámara bajará las escaleras, las volverá a subir, correrá por pasillos y donde se nos darán varios sustos con apariciones del fantasma. Esta escena es lo más destacado de la cinta, sin recurrir al susto a través del montaje,  limitando los cortes y sosteniendo los planos. Plano virtuoso. En este sentido debo destacar una muy aceptable pieza de terror estrenada el año pasado, también con fantasma como protagonista, “La mujer de negro” (James Watkins, 2012).



Conforme avanza la película, estructuralmente es acertada, las apariciones irán aumentando, el suspense creciendo, bien regulado. Estas apariciones tendrán su clímax con el ataque de “Mamá”, y las mariposas, a Lucas. La desaparición de Lucas de escena era obligada dramáticamente, e incluso previsible. La soledad en una casa es algo esencial para el buen funcionamiento de una cinta de espíritus y fantasmas, la vulnerabilidad debe sentirse cada vez más. Además así la evolución dramática del personaje de Chastain se acelera, obligada a ser madre.


Como en tantas cintas de este estilo tendremos una escena con soportes tecnológicos como protagonistas que darán alguna clave y pista en el descubrimiento de los acontecimientos. El magnetófono en “El sexto sentido” (M. Night Shyamalan, 1999), la grabadora en “Al final de la escalera” (Peter Medak, 1980),  las cámaras en “El orfanato” (Juan Antonio Bayona, 2007)… o incluso algunos menos tecnológicos como la guija, véase “Los otros” (Alejandro Amenábar, 2001) o “Los intrusos” (Lewis Allen, 1944) cinta modelo de todo esto. Aquí tendremos un video y una breve y rápida mirada de Victoria que será significativa.



El conflicto de la familia, ahora Chastain, con el fantasma, “Mamá”, radica en los celos de ésta, que ve como las niñas, incluso cada vez más la reticente pequeña, van aumentando su cariño por sus nuevos “padres”. Victoria pretende evitar esto y tiene miedo de lo que siente y de acercarse demasiado a Annabel. Lilly, que va logrando una mayor complicidad con Annabel, es bonita la escena donde tras luchar con ella poco a poco cede a sus atenciones y su aliento creándose un vínculo, sigue sintiendo predilección por la madre que las cuidó cuando fueron abandonadas. El “te quiero” que Victoria le dedicará a Annabel será el punto de no retorno en el conflicto. La relación de pareja no tiene demasiada miga, entregados y enamorados, tan solo tendrán un pequeño momento de disgusto por unas desafortunadas palabras de Lucas que hacen de menos a la sacrificada Chastain. Nada que no se pase con un achuchón.


Annabel tendrá un sueño dentro de un sueño, al estilo de “Origen(Christopher Nolan, 2010), para darnos un par de sustos o intentarlo, y para que veamos qué ocurrió con nuestro maternal fantasma más de un siglo antes. Un recurso poco trabajado.







Es obligada la presencia de otro personaje para que veamos de qué es capaz “Mamá”. Esta desafortunada persona será la tía de las niñas, que se inmiscuirá demasiado hasta el punto de entrar en la casa sin permiso, algo que “Mamá” no perdonará bajo ningún concepto. La posesión también es algo habitual en estas cintas y la desgraciada tía será víctima de una, tras morir. Lo mismo pasará con el médico, que parece Iker Jimenez, que será víctima de su secretismo y temeridad. “Mamá” no tardará en resolver el problema que pueda ocasionar sus descubrimientos. En este sentido la cinta acaba cayendo, en la parte final, en un cúmulo de lugares comunes que no acaban de funcionar del todo. Por ejemplo, a los personajes les da por ir a la cabaña de noche, incluso sospechando lo que hay, como si no hubiera otros momentos más adecuados y otras formas menos arriesgadas de hacer las cosas. El médico y Lucas irán a la cabaña cuando sea de noche porque ellos lo valen. El ataque fotografiado de “Mamá” al médico es interesante visualmente.



Otro aceptable momento de tensión lo tenemos en esa escena donde Annabel confunde a Lilly y abre el armario.

En la sucesión de tópicos final tendremos incluso un acantilado, que será el escenario donde se resolverá la película, con un inesperado reparto de niñas, la mayor elegirá quedarse con su nueva familia, mientras que Lilly preferirá a “Mamá”, que tras lanzarse por el acantilado la convertirá en mariposa, suponemos, otra vez presentes. Un final poco original aunque tiene el elemento del reparto como rasgo distintivo, y donde el recurso poético de la transformación en mariposa funciona de forma regular. Con respecto al tema de los tópicos mencionar que no faltarán, además del acantilado, el mencionado video, el uso de una inquietante escalera o la presencia de niños, como las protagonistas o el fallecido hijo de “Mamá”…





Muy discreta película que no sorprende en casi nada, pero que está correctamente dirigida y que sin entusiasmar, especialmente a los más exigentes, puede que haga pasar el rato a los amantes del género.



11 comentarios:

  1. Ay, de verdad, a mi las pelis de sustos y con niños y fantasmas…

    Con la actividad onírica q tgo…

    Uf, sensei, lo paso mal hasta con las fotos y el análisis!!!

    Pero gracias, eh…

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    1. Jajajaja actividad onírica jajaja. Bueno así sabes cuales saltarte jaja.

      Un beso.

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  2. Bastante de acuerdo con la crítica. Si acaso, diría que me parece más destacable que otras cintas del género en virtud de varias acertadas escenas que has descrito. Pensé que tendría menos sustitos sonoros, pero. Por cierto que pensaba que estaba dirigida por Del Toro.

    Me gustó la escena del reparto, como le llamas, más por lo que significa que por la peli en sí: querrás a tu madre por encima de todas las cosas, sea quien sea ella. Me impactó.

    ¿Tienes crítica de Sinister?

    Y para historias de fantasmas, leeros Gente 'muerta' hombre ya :)

    http://www.amazon.es/Gente-Muerta-ebook/dp/B00AU7BTAS

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  3. Así es mi amigo Osiris, el final con el "reparto" es uno de sus puntos de originalidad. Es evidente que tiene un par de escenas destacadas, pero si recordamos cintas del estilo suelen tenerlas, a nivel formal, varias notables, pero el sota, caballo, rey es el mismo y como dices recurre demasiado al susto, pero al susto sin preparar, que lo ves venir, o de la nada. En LA MUJER DE NEGRO, que me gustó más, los sustos estaban, es normal, debe haberlos, pero tras prepararlos y hacer que la tensión creciera mucho. Son detalles pequeños para valorar y dependen mucho del gusto del consumidor de este género tan particular.

    No he visto SINISTER, a ver si lo hago.

    PD. Yo aún no lo he hecho, pero lo haré jaja

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  4. Sinister me pareció interesante. Comprobarás que tiene dos aspectos: el de la investigación y el de los sustitos en la casa. El primero creo que es notable. El segundo, agobia, pero a veces es un poquillo tramposo.

    En general, pasé miedo como hacía tiempo que no pasaba, sinceramente.

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  5. Nacho:Pelicula recomendada para ver hoy.Feliz Halloween

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  6. Nacho:Me gusto mucho,la consideraria buena pero el trailer engaña mucho pusieron solamente lo que daba mas miedo,la pelicula buena pero no me dio miedo un 9 le doy,en mi opinion da mas miedo el trailer.

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    1. Me alegra que la disfrutaras Nacho. Feliz Navidad.

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    2. Nacho:Creo que diciendo eso me equivoqué le doy un 7.

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  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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