martes, 25 de septiembre de 2012

Crítica: LOS GOONIES (1985) -Parte 2/4-

RICHARD DONNER









La apertura de la puerta será una muestra de la artesanal imaginación infantil. Este aspecto será clave, ya que muchas de las circunstancias, cosas y elementos que veremos en esta primera secuencia tendrán su eco en la posterior aventura de la búsqueda del tesoro. Como si de una traslación de esa mente infantil que vemos en la escena inicial a una fantástica aventura como la que vemos con el pirata Willy, el tuerto, como protagonista, se tratara.

Cosas como ese mecanismo que los chicos usan para abrir la puerta nos flipaban sobre manera de pequeños, ahora todo es más digital… El uso de lo artesanal tendrá especial importancia en la cinta, lo veremos en esta escena, pero también en las trampas que se encontrará la pandilla en su búsqueda del tesoro, además del hecho de que los efectos especiales lo sean también.




De alguna manera el carácter artesanal, esa apuesta a la hora de crear mundos fantásticos sin tanto ordenador, aumentaba la fascinación e incluso aumentaba la imaginación de los cineastas, es difícil ver este tipo de ocurrencias en la actual etapa digital, dotaban de un realismo a lo que veíamos que ahora se ha perdido en cierto sentido. Eso sí, requieren una especial elaboración.






Otro detalle que marca diferencias con películas semejantes, imitaciones o revisiones, es la magnífica construcción de personajes y su capacidad para hacerlos a todos carismáticos. Cada uno tiene unos rasgos muy definidos, con elementos muy distinguibles, individualizados, que los dotan de una personalidad muy definida, intransferible y, sobre todo, especial. Bocazas con su peine y bromas; Gordi con su descontrolada verborrea y su torpeza; Data con sus inventos; Brand y sus pesas… Mikey, el protagonista, es el más introspectivo y en apariencia normal, con lo que se busca la mayor identificación posible, algo muy común.





Los diálogos son otra característica muy especial de la cinta. Conversaciones frescas, con las que todos los chavales se identifican. Sorprende su imaginación, descaro y desparpajo, el dinamismo y la naturalidad con la que se ejecutan, los chavales acaban casi siendo ellos mismos. Diálogos repletos de bromas sexuales (la escena de la estatua, con imitación a Groucho Marx incluida por parte de Bocazas), sobre torturas o drogas… Esto era flipante para los chavales más jóvenes que sentían su mundo retratado y una forma de sentirse transgresores de forma inocente… o más mayores. Un espíritu gamberro.

Los conflictos paterno-filiales, la defensa de la familia, la amenaza de desarraigo, la amistad, la búsqueda, son tema que aparecen por debajo de toda la historia de aventuras y que dan enjundia y más profundidad de la aparente. Todos esos elementos son muy de Spielberg.






Comienza la magia. Un desván, un misterio, un mapa.

La curiosidad por un desván desencadenará el comienzo de la aventura. La incontenible curiosidad que ha impulsado tantas películas infantiles, “E. T. El extraterrestre”, “Cuenta conmigo” (Rob Reiner, 1986), la reciente “Las crónicas de Narnia” (Andrew Adamson, 2005)… Por supuesto, y como corresponde a todo descubrimiento especial, la iluminación y ambientación será tenebrosa, con cierto aura mágica. Poca luz, objetos fascinantes, una tormenta que suena, la lluvia que cae fuera, los relámpagos que iluminan la estancia intermitentemente… Estamos en el mundo de “La isla del tesoro”.


Como comentaba al inicio, a todos nos ha encantado, y nos encanta, sino no seriamos cinéfilos, que nos contaran y leyeran historias, que nos hicieran imaginar mundos imposibles, perdidos o misteriosos, el misterio nos seducía y enamoraba… Ver “Los Goonies” es recordar y sentir todo eso. Magia llena de suspense, miedo, diversión, risas, misterio… Es una herencia que debemos legar a nuestros nenes. Leedles “La isla del tesoro”.

Esa idea quedará perfectamente plasmada en el relato que Mikey cuenta a sus amigos sobre Willy, el tuerto, un relato que le contó su padre. Pocas cosas pueden excitar más la mente de un chaval que el mapa de un tesoro. Ver las caras asombradas de los amigos, o su silencio, lo dice todo. Brand y Bocazas se mostrarán más descreídos.

Aparejos piratas, la tormenta, un posible tesoro oculto tras un mapa del año 1632… todo es tremendamente seductor. Tanto es así que el responsable y formal Mikey se anima al descubrir el mapa en cuestión.

El tema de la infancia y la juventud, su imaginación y mundo absolutamente personal e intransferible, cobra una importancia increíble cuando nos percatamos de los paralelismos que hay en este inicio ”realista” con la aventura ”fantástica”… La historia de “Los Goonies” podría estar perfectamente en la imaginación idealizada, en la cabeza, de cualquiera de los chavales. Esa mezcla indistinguible de realidad y ficción es lo que hace especial a “Los Goonies”, pero sobre eso me extenderé luego.

En este mismo sentido, el carácter sugestivo y sin límites de la imaginación infantil, que se pierde muy a menudo conforme crecemos, está apoyado por ese elemento de guión en el que se dice que los propios padres de Mikey y Brand, cuando eran críos, buscaron el tesoro de Willy, el tuerto, el mismo tesoro que buscarán nuestros amigos. La magia y la aventura acotada a la infancia. Se hará referencia a un buscador de tesoros, Chester Copperpot. Será el inspirador.

Las leyendas son material que forja la infancia.

Los Goonies van a ir más allá. De las aventuras veraniegas se van a lanzar, de heroica cabeza, a la más importante y peligrosa de sus vidas.

El elemento naval estará presente. Cuando los que quieren hipotecar el pueblo lleguen a casa de Brand y Mikey a entregar unos papeles, veremos un barco en segundo plano, un barco que hace sonar su sirena, como un constante susurro naval. Sin duda tendrá un nuevo eco al final.

Esta escena concluye con un entrañable momento, el abrazo entre los dos hermanos ante el oscuro futuro de los muelles de Goon.

Mikey y Bocazas aparecen reflejados en lugares distorsionados, Mikey en el cristal sucio que guarda el mapa y Bocazas en una tostadora. Una imagen distorsionada de la realidad.

Gordi: “Jo, menuda depresión”.

Nuestros amigos dejarán pasar el tiempo mientras planifican una escapada para descubrir el tesoro dejando atrás a Brand, que se opone a que salgan. Ese tiempo lo ocuparán viendo videos musicales, sobre todo el de Cindy Lauper y su canción “The Goonies ‘R’ good enough”, una tema compuesto para la película en un detalle claramente metacinematográfico. Como curiosidad mencionar que el video se estrenó 6 meses después del rodaje de la película.

Los Goonies, menos Brand, al que atan con sus propias pesas, se lanzarán a la aventura, para ello usarán las imprescindibles bicicletas, un símbolo de la juventud, al menos de la de nuestra época.

La banda sonora es excelente, como detalle comentar que en los momentos más trascendentes o evocadores se usarán sonidos “mágicos”, sugerentes, que crearán la atmósfera fascinadora buscada (un ejemplo, cuando encuentran el mapa).




La “realidad” y la “fantasía”.

He comentado antes que la película acaba cobrando una dimensión especial y una profundidad aún mayor si nos percatamos de que está estructurada como un juego de ecos, pero nada gratuito o con un simple objetivo narrativo. Que montones de detalles y elementos que vemos en el inicio, especialmente en la escena de la casa, tengan una correspondencia en la aventura que vivirán nuestros protagonistas da mucho juego e ideas sugerentes. Una aventura que puede estar simplemente en la mente de los chavales como una búsqueda de evasión al futuro que se acerca, pero que se confunde con la realidad… o viceversa. El juego es fascinante y la planificación y elementos que pasan casi desapercibidos por entero, una muestra de genialidad deslumbrante. La escena inicial parece la base para que la imaginación infantil recree toda la aventura posterior.

Comencemos.

-He comentado el gusto artesanal de los efectos y de muchos elementos de la película. Veremos el artilugio que Mikey tiene en su casa para abrir una simple puerta, esto tendrá su eco en las elaboradas trampas que Willy, el tuerto, dejó para proteger su tesoro. De hecho alguna de ellas es muy parecida a lo que vemos en casa de Mikey, con bola rodante incluida, como en la escena del pozo al usar la llave-calavera.

-Brand suspenderá el examen de conducir, lo que le crea un problema para cumplir su cita con Andy, curiosamente esto tendrá la mejor de las soluciones cuando, tras pasar el bochorno de tener que soportar que la chica que le gusta le vea en una pequeña bicicleta de chica mientras ella va con su rival en un coche, acabe formando parte de la pandilla y la aventura para resolver su relación amorosa.

-Oiremos unas sirenas de un barco que veremos en segundo plano cuando los encargados de las expropiaciones llamen a la casa de Brand y Mikey, esto tendrá su eco al final, cuando veamos en la lejanía salir el barco de Willy, el tuerto. La broma con el pene roto de la estatua tendrá cierta correspondencia con el golpe que se dan los malos en el tronco embadurnado de grasa por Data. También con el artilugio que muerde las partes nobles de Francis.

-Data usará con los villanos trucos que vimos al inicio, como el enganche que le acaba metiendo en un contenedor, esto volverá a suceder al final.

-Veremos a Gordi con un sombrero de capitán, al final de la película, cuando acuda al rescate de sus amigos, él mismo se definirá como “capitán Gordi”. En la escena del desván lo veremos también con un sombrero similar.

-Veremos una calavera que será parecida a la que sirve de entrada a uno de los pasadizos al final de la película (también a una llave que hará funcionar una de las trampas del pirata Willy), en la cama de Mikey en su primera aparición. Por supuesto la mención a Copperpot no quedará en saco roto y lo encontrarán en su misión, muerto.

-La forma en que queda atado Brand con sus propias pesas, nos recordara a la de Sloth en su terrorífico encierro. La película que ve el propio Sloth también tendrá su eco al final.

-Las fantasías que recriminan a Gordi tendrán mucho eco posteriormente.

-El uso del italiano volverá a tener repetidas veces eco en la aventura, al estar el mapa escrito en ese idioma. Esto de los idiomas tiene su intríngulis que ya explicaré.

-Data jugueteará con un mapa buscando dónde está Detroit, tendrá su eco en el famoso mapa de 1632.

-El desván estará lleno de aparejos piratas, navales… un timón, sobreros y complementos de piratas… todo tendrá su eco en la aparición del barco de Willy, el tuerto.

-En el mismo desván Bocazas bromeará con Mikey sacándole la lengua a través de un cuadro, pidiéndole un beso, el eco lo tendremos en la escena donde una calentorra Andy acaba por morrear a nuestro romántico y asmático protagonista.

-Las canicas, las joyas de los niños, se convertirán en joyas reales al final de la película. Mikey incluso las cambiará por ellas, serán las únicas que conserven del barco de Willy, el tuerto.

-Un atrapado Brand por sus propias pesas acabará patas arriba en un sofá, de igual manera que veremos a Gordi en su encuentro con Sloth. También lo veremos caer con su pequeña bici por un barranco, como nuestro grupo al final en los toboganes de agua.



-La escena de las tuberías, donde nuestros protagonistas las golpean para llamar la atención, nos recuerda a la escena inicial donde el padre de Bocazas está haciendo una chapuza en la de su fregadero.

 







Dedicada a Parisina y Luneseleva, dos auténticas Goonies.

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