lunes, 16 de abril de 2012

Crítica: MI SEMANA CON MARILYN (2011)

SIMON CURTIS









Siempre es una buena noticia para los cinéfilos que lleguen a las pantallas películas que nos cuenta cosas sobre rodajes o estrellas y mitos de la pantalla, lo disfrutamos especialmente, aunque luego la película sea discreta.”Mi semana con Marilyn”, una correcta y convencional película, nos cuenta los avatares del rodaje de “El príncipe y la corista" (Laurence Olivier, 1957) y sobre la relación que un tercer ayudante de dirección, Colin Clark, mantuvo con Marilyn Monroe.



Esta producción de la BBC se inicia con un fresco sentido del humor para ir adentrándose poco a poco en el drama del mayor mito que ha dado la historia del cine, un personaje indispensable y también una persona atormentada e insegura, de una complejidad extrema siempre interesante de retratar.

Podremos disfrutar de Laurence Olivier y Vivien Leigh, pero sobre todo de unas actuaciones deslumbrantes. La gran virtud de “Mi semana con Marilyn” está en sus actores, es una película de actores, especialmente unos colosales, sin exagerar, Michelle Williams y Kenneth Branagh, en los papeles de Marilyn y Sir Laurence respectivamente.


 La película se inicia con la fascinación de un chaval por su mito erótico, la impresionante Marilyn. La fascinación es uno de los temas de la cinta y será la motivación principal de nuestro protagonista. Fascinación por el cine, por los actores, por Olivier, y sobre todo por Marilyn. En este inicio la verá en pantalla y sabremos de su pasión por el cine y por gente como Hitchcock, Welles, Olivier… sus ídolos. Hay muchas referencias a cineastas, cinéfilas, por ejemplo a Noël Coward, el actor y dramaturgo…


La narración se inicia con los primeros pasos de Clark (Eddie Redmayne), en el mundo del cine y como gracias a ciertas influencias consigue un pequeño puesto de tercer ayudante del director, Sir Laurence Olivier nada menos, en el rodaje de “El príncipe y la corista”. Vemos como se va gestando todo, desde el mismo inicio cuando el proyecto se llamaba “El príncipe durmiente”. Muchos temas interesantes para los cinéfilos, como el enfrentamiento entre la técnica tradicional de interpretación y el “método Stanislavsky”. Un enfrentamiento entre la vieja escuela representada por el gran actor Laurence Olivier y el “método” representado por la gran estrella Marilyn Monroe. El rígido clasicismo británico contra la exuberancia y espectáculo americanos. Un Olivier que luchaba por ser una estrella y una Monroe por ser una buena actriz, en realidad los dos eran ambas cosas.


Si algo hay que destacar, como digo, son las interpretaciones, matizadísimo y sublime trabajo de Branagh, como es costumbre. Sensacional. Una interpretación amanerada, cruel, dura, irónica, divertida… Todos los matices y más.

Poco a poco Marilyn se va haciendo con la película, todos la adoran, todos la veneran, todos la creen una diosa… menos ella que no sabe lo que es. Magistral la interpretación de Michelle Williams en un papel tremendamente complicado. Lo ha clavado.


El retrato de Marilyn empieza a desarrollarse, ansía cultivarse, está casada con Arthur Miller y lee el “Ulises” de Joyce.

La dirección de Simon Cutis, un director que ha desarrollado su carrera hasta ahora en la televisión, es ágil, fresca y fluida, planos no muy largos, con un montaje dinámico, pero sabiendo parar el ritmo para sacar todo el partido a unos actores en estado de gracia, lo que es su gran acierto. Un dinamismo que también está en la puesta en escena, en el interior de los planos, y en los diálogos, muchos de ellos muy brillantes. Dirección correcta aunque algo convencional.


La mirada del protagonista será una de las principales guías de la película, la mejor forma de mostrar la fascinación, la veremos en todo momento, embelesado mirando una pantalla, viendo el rodaje o hablando con mitos como Olivier y Monroe, incluso a través de la puesta en escena tendrá importancia, como el plano de sus ojos a través del retrovisor en el coche en el que se montan tras un acoso de fans a Marilyn.

Las escenas de Kenneth Branagh ante espejos son un auténtico deleite. Un actor majestuoso. Lo veremos recitando a "Otelo" en la primera de las ocasiones y desde la puesta en escena, que mezcla planos del actor a través de espejos con primeros planos normales, se resalta el ego del actor, sus celos (de ahí Otelo) hacia Marilyn y esa mezcla de realidad y ficción en la que se sumergen los actores y cineastas, personas que viven sus vidas como actores, donde es difícil discernir cuando actúan de cuando no, donde la vida como un inmenso escenario, como decía Shakespeare ("Como Gustéis"), se manifiesta visualmente. Olivier despreciará la actuación, y métodos, de Marilyn, en una mezcla de envidia por su talento natural y facilidad, y frustración por su poca profesionalidad. Olivier miraba embelesado a Marilyn, incluso enamorado, cuando ésta actuaba bien, aunque le costara reconocerlo.


Otra escena sublime de Branagh la tenemos, nuevamente ante el espejo, sincerándose mientras se maquilla. Está absolutamente colosal. Aquí se vuelve a redundar en la idea de la representación con ese Olivier sincero maquillándose, en un acto simbólico.

Curiosamente siempre serán actores, Williams/Monroe y Branagh/Olivier, los que tendrán escenas ante espejos.

El resto de actores también están muy bien, desde Julia Ormond interpretando a Vivien Leigh a Dougray Scott interpretando a Arthur Miller. Judi Dench en su breve papel está excepcional y el protagonista Eddie Redmayne no desmerece al brillante elenco. Un nivel interpretativo extraordinario pero en el que destacan sin lugar a dudas Williams y Branagh sobre todos los demás.

La harrypotteriana Emma Watson también tiene aquí un pequeño papel como enamorada del protagonista y lo resuelve con corrección.

Hay un buen número de películas que están mirando hacia el cine, hacia el pasado del cine, unas de forma reflexiva, otras para homenajear, ahí tenemos a “The Artist" (Michel Hazanavicius, 2010) o “La invención de Hugo" (Martin Scorsese, 2010), pero esta tradición de películas que hablan del cine dentro del cine viene de muy atrás. “El crepúsculo de los dioses” (Billy Wilder, 1950), “Cautivos del mal” (Vincente Minnelli, 1952), “Fellini, ocho y medio” (Federico Fellini, 1963), “Cantando bajo la lluvia” (Stanley Donen, 1952), “La noche americana” (François Truffaut, 1973)… o algunas que tiene más cosas en común aún con la que nos ocupa como “Ed Wood” (Tim Burton, 1994) o “RKO 281. La batalla por Ciudadano Kane” (Benjamin Ross, 1999)… Un cine que mira y reflexiona sobre la naturaleza de la representación, sobre la naturaleza de la realidad, sus invisibles límites y que además muestra su pasión cinéfila… Dentro de este género “Mi semana con Marilyn” está entre los títulos más discretos, no hay más que comparar, pero se disfruta de todas formas.



Una inseguridad patológica.

Centrándonos en Marilyn y el apabullante papel que hace Michelle Williams sólo podemos comenzar rindiéndonos ante su interpretación, complejísima, variada, sincera y matizada. Marilyn Monroe era la inseguridad en persona, una inseguridad patológica. Cualquier signo de aceptación o reconocimiento para/con Marilyn ésta lo aceptaba con ansia, lo necesitaba para saciar su mono de seguridad, una dependencia sin cura. Sus constantes dudas sobre su trabajo, en la creencia de que sólo se la valoraba por su físico, sobre sí misma… Marilyn te debía mantener en tensión constante por su necesidad enfermiza de afecto y comprensión, era tan insegura que devoraba, como dice Miller en la misma película, era hipersensible. Estar a su lado era consumirse, negarse a sí mismo para convertirse en el reflejo de lo que ella necesitaba sin que nadie, ni ella misma, supiera qué es. Necesitaba a alguien que eliminara lo imposible, su inseguridad, cualquier afecto la conmovía, cualquier recriminación o reproche la mataba un poco.


Marilyn tenía el don, simplemente lo tenía. Tenía ese algo especial intangible que sólo tienen los elegidos, un aura que desprenden y que todo el mundo capta sin saber bien como definirlo. Era un mito, una estrella, una personalidad arrebatadora… y una actriz maravillosa.

Veremos a Marilyn añorando su infancia, será un tema que sacará en varias ocasiones, añora una familia que le diera cariño cuando era niña. En la puesta en escena será reseñado a través de distintos elementos y con el tema de la representación siempre presente, como la escena con la casa de muñecas por ejemplo. Este tema, el de la representación, además de los ejemplos ya expuestos, tendrá otro gran ejemplo en el saludo a los trabajadores del palacio, donde pasa a “interpretar” su papel de estrella, dar al público la imagen que tienen de ella a costa de dejar de ser ella.



Esa idea de querer ser ella y no tener que ser Marilyn, y a la vez desear con toda su fuerza serlo, esa contradicción irresoluble donde odia y ama con todas sus fuerzas el papel de Marilyn está perfectamente mostrado en su exhibicionismo. Se mostrará desnuda ante Colin en varias ocasiones y no parará de coquetear con él porque le encanta ser observada, disfruta, lo necesita, necesita ser Marilyn tanto como deshacerse de ella. Ejemplos de esto los tenemos en la escena donde Colin entra al camerino y Marilyn aparece desnuda sin ningún problema ante él o la de la seducción en el agua, donde Marilyn ejerce de sirena.


Todo lo que se diga de Michelle Williams se quedará corto, si merece la pena esta película de personajes es sobre todo por interpretaciones como la suya. Inolvidable.

La escena del día de evasión de Marilyn y Colin se cierra con un plano de la actriz en el coche en el que su rostro es tapado por sombras intermitentemente, en un claro símbolo de su inestabilidad y contradicción permanente, de su ambivalencia enfermiza e irresoluble. Con todo se plantea la posibilidad de que fuera una incomprendida…


Las constantes referencias a una familia son lógicas en un complejísimo personaje que parece flotar y necesitar pisar tierra firme, frustrada en un mundo sin gravedad por no tener un referente familiar que la sustente.

Todo esto lo vemos a través de los ojos de Colin, no en balde la película se basa en los dos libros de memorias que él escribió sobre el tema. El final, con Colin fascinado con Marilyn como al principio de la película nos enseña la verdad que emana de una pantalla de cine.


No son pocas las cosas interesantes que ofrece la película, pero se queda a medio camino a nivel de desarrollo, complejidad, todo es muy ligero, le falta intensidad y cohesión, todo es convencional y muy correcto, no hay nada que se salga del guión, salvo ese atormentado personaje que es tratado con cierto tono ligero. La película es muy amable y aunque su tono de comedia inicial se va transformando en ningún momento alcanza una intensidad excesiva.

En definitiva, una muy correcta obra perfectamente disfrutable.








12 comentarios:

  1. Lo que más me gusta de la gran estrella de Marylin es, justamente, lo que raramente dejaba ver y q hemos descubierto a partir de los comentarios de quienes conocieron a Norma Jean.
    Su zozobra personal, que, salvando todas las distancias, entiendo bien.
    No vi la peli (lo del tiempo a disposición no es lo q mejor lleve en esta época!) y como no había leído nada al resoecto, pensé que sería otra pelicullilla más…sin mucho interés.
    Fail!
    Pese a q describes objetivamente sus lagunas, la presentas interesante y hablas con mucha intensidad del trabajo de sus actores (Branagh debió ser inmensamente feliz cuando llegó la propuesta de ser nada menos q Sir Lawrence Olivier!!!).
    Me gustan mucho las peliculas que hablan de las tripas del cine. He visto algunas d las q mencionas y las he disfrutado.
    Pese a q no es una cinta magistral, me ha parecido lo suficientemente atractiva como para planteármela. ¡Hale! ¡A la lista! Un día llegará su turno. Mientras, he disfrutado, como siempre, de tu comentario, de las fotos y de tu opinión.

    Un día las productoras garán cola para q mi sensei les haga la crítica…

    Sip!!!

    Besos,

    R

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  2. Gracias R. Sí la película es ágil y fresca, no es gran cosa pero se disfruta y sobre todo tiene unas interpretaciones increíbles. Branagh desde luego no podía ser más adecuado jaja y lo hace con gracia y un toque irónico. Un crack.

    Michelle Williams y Branagh estuvieron nominados al Oscar este año y a nadie hubiera sorprendido que ganaran, pero su película era pequeña.

    Bueno tu apunta y ya me iras diciendo jajaja

    Un beso.

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  3. OMG!!

    Eta la de los Oscar!! Pues como fue q me confundí de título d peli en la nominación?

    Pero si voté por Branagh en tu porra!!!

    Definitivamente, la cabeza q me la corten Ya!!!

    YA ME VALEEEEE!!!

    Beso con sonrijo avergonzado!!!

    R

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  4. Jajaja suele pasar, yo también voté con él, aunque sabía que no tenía muchas opciones...

    Beos besos jajaja

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  5. Mr. Sambo, recientemente he conocido este blog (lo encontré enlazado en alguna web, quizás algún comentario tuyo) y me han encantado tus análisis de películas, especialmente aquellos en los que analizas de forma más detallada el lenguaje cinematográfico de algunos clásicos.

    Llegué buscando tu análisis de Blade Runner y me ha sorprendido que no hayas hecho una revisión de Alien (la primera de la saga) que, en mi modesta opinión, es al género de CF + Terror lo que Blade Runner es al de CF + Cine Negro.

    ¿Me permites otra sugerencia? La escalera de Jacob.

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  6. Hola Davizito, pues me alegra mucho que así sea, cosas así hacen que merezca mucho la pena.

    Bueno no te sorprendas tanto, todo llegará jajaja. ALIEN caerá sin duda, los clásicos o películas más complejas, o a las que se puede sacar un partido bueno en el análisis, tienen su tiempo y que me decida a ello del tirón, una vez tomo la decisión en un par de días o tres lo tengo listo, pero tengo cola y peticiones. Como bien dices es una mezcla perfecta de ciencia ficción y terror y, siendo mucho menos filosófica que BLADE RUNNER, es una de esas películas para deleitarse con el análisis cinematográfico. Hago de todo tipo dependiendo de la complejidad de la peli, RESIDENT EVIL 3 no requiere un análisis exhaustivo, se puede hacer, pero queda aburrido porque no tiene nada interesante, de ahí que haya de todo, profundas, intermedias o breves, las menos, pero en todas procuro meter mucho contenido, referencias culturales, detalles cinematográficos que puedan ser interesantes…

    De LA ESCALERA DE JACOB la tengo hecha jajaja. No es una película que me entusiasme, y me pareció tramposa y errónea, pero a la vez durante todo su metraje es brillante. Cuando la ponga podrás polemizar conmigo jajaja.

    Un abrazo y te dedicaré esa entrada.

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  7. Bueno, entonces esperaré con impaciencia. Gracias por la intención.

    De todas formas no quiero llevarte a error: LA ESCALERA DE JACOB sólo la he visto una vez y, como es lógico, necesitaría volver a verla para poder hacerme una idea mejor desde el punto de vista cinematográfico. Lo que me pasa con esa película es que soy un gran fan de Philick K. Dick, y todo lo que huela a replantearse la realidad y su percepción me engancha y, supongo, me nubla el juicio, je, je!

    Lo que me llamó la atención de esa película es que encontré mucha discusión en internet sobre su argumento e interpretación. Me pareció encontrar mucha confusión y diversidad de opiniones. Vamos, que supongo me interesó más la narrativa que el lenguaje cinematográfico.

    Y ALIEN, la esperaré con más impaciencia todavía. Para mí es de esas películas que, aunque la haya visto un montón de veces y la tenga en DVD, si por casualidad me la encuentro en la tele no puede evitar volver a verla.

    Gracias otra vez.

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  8. Davizito, genial, me alegra encontrar otra persona fascinada por ese tema, los límites y naturaleza de la realidad, me encantan las pelis sobre ello. LA ESCALERA JACOB es de esas pelis de final abierto claro, y todo eso crea polémica claro... Siempre es interesante, además tiene imágenes realmente perturbadoras.

    ALIEN, pues coincido de nuevo, es una obra maestra espectacular, que ha sido imitada tantas veces que asusta, y aún así conserva todo el potencial y modernidad, porque rehúye de todos los tópicos de sus imitadores. TORPEEEEEES imitadores.

    Muchas gracias a ti por participar.

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  9. Bueno, una vez vista la peli. No me ha parecido gran cosa. Solo la salva el trabajo de sus actores. Branagh (es MUY bueno) y Williams, perfecta en el tono, en transmitir la intensa zozobra que tan bien describes.

    Pobre Norma Jane.

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    1. Así es Reina, una película discreta que tiene en las interpretaciones su mayor virtud, que no es poco y que permite la reflexión sobre la figura de Marilyn, pero más por lo que has leído y visto con anterioridad que con lo que se muestra, quizá.

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  10. Hola Mr.Sambo,
    Acabo de ver la película, y coincido en lo que dices. Unas maravillosas interpretaciones, especialmente las de Michelle Williams y Branagh. La película ya por eso merece la pena:)
    Un abrazo,
    Patricia

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    1. Soy muy fan de Branagh, Patricia, mucho jaja. Es lo mejor que tiene la película, como dices por ello merece la pena.

      Un abrazo fuerte.

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