sábado, 3 de septiembre de 2011

Crítica: MOON (2009)

DUNCAN JONES




Reconforta encontrarse con películas de ciencia ficción que no produzcan sonrojo, más aún cuando estas son interesantes y tienen algo que contar, si además, como es el caso, se hace de forma brillante los amantes del género estamos de auténtica enhorabuena, ya que hay escasez de títulos de este cariz.
Con múltiples referencias a clásicos de la ciencia ficción, nunca se hacen de manera gratuita y resultan estimulantes tanto en el ámbito referencial como en el ámbito del discurso y su profundidad, ya que dan sentido y contenido a los conceptos que explora la película, así como se sirve de ellos y de la cultura cinéfila del espectador para jugar con nosotros y usar las referencias de forma efectiva a nivel narrativo.

La película va de más a menos, con una primera parte fascinante donde la pausada narración y la atmósfera creada resultan brillantísimas e impecables manteniendo la atención y el interés del espectador en todo momento, pero que en la segunda tiene altibajos y esa narración y atmósfera ceden por momentos a lo convencional una vez las claves de la trama se ponen encima de la mesa o se ven venir. En esa segunda parte la película se acaba convirtiendo más en una “trama de huida” y no sigue desarrollando y profundizando en los temas y propuestas que se crearon. Sucede, además, que una vez se resuelven algunos misterios la cinta se resiente en su intensidad y el espectador, al descubrir algunos de los secretos de la trama, tiene cierto bajón por ese convencionalismo antes mencionado, como si la fascinación en la forma de plantear y tratar el argumento se revelase, en cierto sentido, como unos fuegos de artificio en una trama que no era para tanto. Por supuesto esto no es así ya que a pesar de que esto ocurre y en su segunda parte la cinta se resiente un poco, lo cierto es que “Moon” tiene un guión brillante e inteligente que plantea y desarrolla con acierto gran cantidad de temas de mucho calado.
Entre las referencias, que iré comentando también más adelante, encontramos las que se hacen a “Alien, el octavo pasajero” de 1979, y “Blade Runner” de 1982, ambas de Ridley Scott a “Solaris” de 1972 dirigida por Andrei Tarkovsky y sobre todo “2001: Una odisea del espacio”, el clásico de Stanley Kubrick de 1968.

Un solitario astronauta es encargado, junto a una computadora de nombre Gerty, de gestionar el envío de “Helio 3” a la tierra desde la Luna, producto que se ha convertido en el gran recurso energético en la tierra. Sam Bell está a punto de cumplir su contrato de 3 años y volver a su casa con su mujer y su hija, pero las cosas no son todo lo que parecen.
La soledad, el silencio, las conversaciones con uno mismo, el ejercicio físico, la computadora con cara de “Acid” que ayuda a nuestro protagonista, la Luna como entorno importante en la trama… son elementos que de manera potente y evidente remiten al clásico de Kubrick2001: Una odisea del espacio”, manejando reflexiones de aquella película pero tornando la trama y los elementos mencionados de la misma, dando un giro a todo lo que es referenciado de la cinta de 1968. Lo mismo se hace con el resto de ilustres referentes.

Así tenemos que la Luna, si bien es suministradora del tan necesario y útil Helio 3, esconde en ella un lado oscuro. La computadora que en “2001” acaba volviéndose contra los protagonistas en esta ocasión los apoya… Duncan Jones logra con ello, jugando con los referentes, trastocar las perspectivas del espectador que espera que la trama y estos elementos se dirijan del mismo modo que en los prestigiosos clásicos.
La claustrofobia, la opresión de esa nave, los pasillos y sonidos que produce la misma, el agobio, remiten de forma clara al clásico de Ridley Scott, “Alien”, también a su segunda parte “Aliens” donde incluso los vehículos usados para moverse en la Luna pueden recordarla.
La película usa de forma casi testimonial los efectos especiales, aun tratándose de un film de ciencia ficción, dejando claro que la importancia está en la historia.
La maqueta que el protagonista va haciendo de su pueblo adquiere poco a poco un carácter metafórico de él mismo, una persona a escala de una verdadera, limitada en su vida y en su tiempo. La maqueta será destruida como esos clones que se van sucediendo en el trabajo con el “Helio 3”.

Nuestro protagonista empieza a tener problemas de todo tipo, físicos y mentales si bien, en una narración bien llevada, no sabemos a qué pueden deberse o nos hacemos hipótesis que se antojarán incorrectas, así las jaquecas se suceden, también el malestar de estómago y las visiones. Esa soledad parece que empieza a hacer mella en Sam, a pesar de que le quedan un par de semanas para volver a casa comienza a tener visiones y a ver cada vez más a su mujer en sueños y pensamientos, lo que nos remite directamente a “Solaris” (no en balde la mujer está muerta).
Uno de los mayores defectos de la cinta es que es algo tramposa en muchos aspectos, su manipulación al espectador se hace evidente una vez llegamos a la conclusión. La coartada de las visiones o alucinaciones del protagonista le sirve a Jones para introducir aspectos que nunca sabemos si son verdaderos o productos de la imaginación del protagonista utilizándolos a conveniencia para manejarnos.
El descubrimiento de Sam de una conversación de Gerty en directo con la base en la Tierra desencadena las sospechas del protagonista, como es lógico, pero también manipulan una vez más al espectador. En principio el satélite estaba estropeado y además Sam sólo se comunicaba por videos grabados con su mujer y familia.
Un accidente y la aparición de un renqueante y convaleciente Sam aumentan la confusión y el interés en la cinta, que en esta primera parte es excelente tanto narrativamente como por la atmósfera creada.
El descubrimiento por el Sam que creíamos convaleciente del Sam que tuvo el accidente hace entrar a la película en una nueva dimensión, un fantástico giro donde tenemos que descubrir qué ocurre, por qué hay dos “Sams”, quizá las alucinaciones se han acentuado ¿o hay algún otro motivo?
La película, entre otras cosas, se acaba convirtiendo en una magnífica reflexión sobre la identidad, la identidad como algo inmensamente íntimo, solamente entendible, constatable, verdadera en toda su extensión, de manera íntima por cada uno con él mismo.

Con el desarrollo del tema de los clones, la gran sorpresa del film, entramos de lleno en el mundo de “Blade Runner”, las referencias y su influencia en “Moon” se manifiestan en todo su apogeo. Una influencia muy bien encauzada. Así estos clones reflexionan sobre su identidad, su naturaleza y luchan por tener una vida completa y no cercenada. Se usan elementos de la obra maestra de Ridley Scott, como los implantes de memoria, la concreción de un límite de tiempo vital, 3 años, y su venganza contra sus creadores entre otras cosas.
Es donde la película adquiere una mayor profundidad con los temas de la identidad etc. antes mencionados. Es muy interesante el conflicto entre dos iguales muy distintos. Se nos presentan resaltando una nueva gran reflexión, la influencia del paso del tiempo en nosotros, como cambiamos y como en el fondo no dejamos de ser lo que éramos en los aspectos más positivos.
Fascina como esa máquina, que responde bastante mecánicamente y con la cara de un “acid” es capaz de conmover.
El tema de la identidad, como esencia individual, sentimientos personales, que aunque estén repetidos, definen una personalidad, que aunque se basen en recuerdos falsos sus consecuencias con la persona son verdaderos, está tratado de una forma conmovedora, especialmente en la escena de la llamada del clon Sam a su supuesta hija. De ahí esa reflexión última antes mencionada, sobre la identidad, lo definitorio de uno mismo como algo profundamente íntimo, esa escena, con sus consecuencias devastadoras en la revelación de la verdad con respeto a la constatación de la naturaleza de clon del protagonista, asumiéndolo en soledad, como no podía ser de otra forma, es un gran momento del film.

Esa reflexión del personaje en soledad le hace reaccionar de forma positiva, consciente de que no tiene tiempo se sacrifica para que su compañero haga el viaje por él, entiende que su naturaleza de clon no le hace menos como persona, a pesar del desarraigo que produce la falsedad de la vida que le ha sido implantada. Todo es falso, pero él es verdadero y su compañero también y por eso merece la pena seguir viviendo, como uno, como individuo.

El plano general, en esa misma escena, donde Jones encuadra la nave y en un ligero travelling se incluye a la lejana Tierra en el mismo, redunda en lo comentado de forma magistral, esa intimidad ante la inmensidad es sobrecogedora, además de sugerir más cosas, como la sensación de anhelo, de imposibilidad entre los deseos y la verdad de la situación, el deseo de volver y la imposibilidad de hacerlo, entre el deseo de volver y el absurdo del cometido por la falta de tiempo. Es ahí donde se forjará el sacrificio final del Sam más desgastado. En el otro Sam sí existe la posibilidad de vivir, tiene tiempo y su huida a casa sentido. Un Sam consciente de su verdad, de su naturaleza y por tanto libre para elegir su destino, la verdadera individualidad que les había sido hurtada por su consideración de clones.
Existe cierta regresión infantil en el clon que tiene 3 años, como sucedía también con la computadora de “2001” al ser desconectada. Esto manifiesta una bonita relación entre los dos clones, casi una relación de uno consigo mismo.
Grandísima interpretación de Sam Rockwell. Kevin Spacey pone la voz a Gerty, la computadora.
Los mayores defectos de la cinta ya los he mencionado, desde ciertos recursos tramposos en la narración (las visiones del comienzo sólo tienen la intención de confundir al espectador para que no adivine lo que ocurre al aparecer el nuevo clon, esto es así porque luego no sale ninguna alucinación más ni se desarrolla ese tema), a una pérdida de ambigüedad y un mayor convencionalismo en la segunda parte del film. Nada de esto mancha en exceso, sin embargo, el interesante trabajo de Duncan Jones, que se manifiesta como una interesante voz dentro del panorama actual.


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8 comentarios:

  1. Me la bajare y ya te dire.La verdad es que en su momento me gusto Solaris y soy fan de Alien aunque de ciencia ficcion prefiero pelis como Gatacca, Codigo fuente y mas comerciales como Demolition man o Desafio total.
    Ya ves de todo un poco.
    Por cierto The haunting vi el remake, al principio se me hizo un poco pesada pero en lineas generales no esta mal.
    De la musica de los 80 soy mas del techno y del pop asi que mejor no opino ya que hoy en dia siguo siendo muy techno.
    Un beso.

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  2. Codigo fuente es la segunda pelicula de este director Marta. El remake de The HAUNTING es muy flojo. Otro beso para ti

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  3. MrSambo,

    Muy buena crítica a una película que me recordó mucho a 2001, sí... la parte inicial, como dices, sobretodo.
    De las últimas, y mejores, que he visto últimamente... aunque también me gustó "Sunshine" y "Gatacca", como dice MartaPer...

    Un saludo.

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  4. Jejeje, creo recordar que fui yo quién te recomendó la película.
    A mí me gustó bastante la película, pero bueno, yo soy un enamorado de la ciencia ficción. ;)
    En cualquier caso, agradecí mucho la visión casi naif de la historia, estoy cansado de las historias de ciencia ficción llenas de disparos y efectos especiales sin sentido (Michael Bay, estoy pensando en ti)


    P.D Cuando vuelva a la vida post vacacional, prometo pasarme más a menudo por aquí. Felicidades por el blog.

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  5. El hombre que de prudente que era llamaron cobarde5 de septiembre de 2011, 10:42

    Buenas mozo.
    Buena crítica, a ver si la veo ahora que espero tener algo más de tiempo libre.
    Parece que tanto como súper 8 y esta peli hacen una especie de homenaje o compendio a las obras mayores del género.
    Por cierto, faltan alusiones a otras obras maestras del género, como "los payasos asesinos del espacio" (claramente inspirada en el Peter Lorre europeo y en el primer Bergman) y "la invasión de las hormigas gigantes mutantes" (la destrucción por una especie de termita jodeora con mala leche del puesto de ice cream del honrado Joe es memorable), los gritos de Margaret Sue desgarrando el aire cuando la antena del gigante bicho le rompe la enagua es un hito en el cine de ficción (De nada por el dato).
    A ver si me da tiempo a dar una batida por tu blog, que ya tengo los pavos a la sombra y los borregos están dando buena cuenta del alfalfón.
    Un abrazo jodío.

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  6. Herep me alegro de que te gustara, buen gusto, "Gatacca", del guionista de esa obra maestra que es "El Show de Truman", es estupenda. Buen blog por cierto.

    Flint, totalmente cierto, me la recomendaste tú, me gustó, y aquí está la crítica jejje. Muchas gracias crack de la ciencia ficción jejeje. Espero que te pases mucho.

    Rustico, jajajaja tremendo, muy bueno. Sí tiene unas influencias claras la verdad, aunque no en tan descarado homenaje quizá. Otro abrazo para ti.

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  7. Sam Rockwell es un actor que a lo largo de su carrera nos ha dado excelentes interpretaciones como el sádico Wild Bill en la aclamada Milagros Inesperados o el presentador/agente de la CIA Chuck Barris en la cinta Confesiones de una mente Peligrosa y en Moon nos demuestra que es capaz de llevar el peso de sus hombros en una cinta y hacer que el publico sienta curiosidad y admiración por este interprete,un homenaje al cine de ciencia ficción es la frase para describir lo que logra la cinta y como poco a poco Sam Bell se convierte en el eje central de la trama,su aislamiento y las labores que debe realizar para mantenerse ocupado nos dice que a pesar de tener la situación bajo control y cumplir su trabajo no espera el momento para abrazar a sus seres queridos,la fotografía de la cinta se convierte en el recurso para hacer que la historia cobre vida y la música compuesta por Clint Mansell logra dar una atmósfera de soledad que nos hace reflexionar sobre la situación por la que pasa el pobre Sam y como olvidar la excelente participación de Kevin Spacey como la voz de Gerty,el amigo robot del protagonista,excelente cinta de ciencia ficción y una de mis favoritas.

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    1. Me alegra que te gustara, Kelvis. Gracias por participar. Un placer, como siempre.

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