lunes, 15 de abril de 2013

Crítica: CASABLANCA (1942) -Parte 1/6-

MICHAEL CURTIZ











Encarar la película favorita de uno, o una de las favoritas, produce un cúmulo de sentimientos, una atracción y placer especial y un miedo y tensión por el reto que supone. Facilita las cosas, o las alivian, la dificultad de haberse enfrentado a retos similares antes, pero no deja de ser una gran, y atractiva, responsabilidad.

Casablanca” es el mayor mito que ha dado el cine, la película más iconográfica del 7º arte, la más inolvidable, atrayente, sugestiva… para los cinéfilos, el mayor mito plasmado en celuloide. “Lo que el viento se llevó” (Victor Fleming, 1939), quizá sea el otro gran título que tiene esta jerarquía. Habrá películas que gustarán más o que gustarán menos, pero la magia de “Casablanca”, no se puede definir de otra manera, ese intangible inexplicable, pero sobre el que gusta reflexionar, apasionarse y fascinarse, es lo que ha hecho eterna a una película de hace 70 años que sigue igual de moderna, inalterable, permanente y actual que el primer día… bueno, quizá más.



Casablanca” es una de esas películas que ya me impactaron y fascinaron cuando la vi de pequeño, que quizá pusieron la semilla de mi pasión cinéfila. Años después de haberla visto por primera vez, siendo pequeño, al recordarla me sentía confuso, sabía que era una película en blanco y negro pero tenía la extraña convicción de que había algunas partes a color, concretamente el flashback que acontece en París. El cambio de tono, la luminosidad con la que están rodadas esas escenas, la sonrisa y felicidad de Bogart, la arrebataba pasión y enamoramiento de una radiante Bergman, me generaron esas sensaciones en el subconsciente. De hecho, ese cambio de tono, como si de otra película se tratara, es pieza importante en la intensidad dramática de la cinta.

Los mayores placeres que podamos mencionar se homologan al visionado de “Casablanca”, una película que es uno de los mayores ejemplos del deleite que puede llegar a producir el cine. Una chimenea de leña en una cabaña, una copa o un café en un cómo y mullido sofá, una bañera caliente en un día cansado y frío, un abrazo cálido e intenso, un beso apasionado y necesitado… “Casablanca” es todo eso, incluso se pueden compartir a la vez mientras se ve. “Casablanca” es líquido amniótico de celuloide en el que todo espectador gusta de sumergirse cual bebé cinéfilo.

La magia es un componente indispensable de “Casablanca”, una película tocada por la varita de forma indiscutible, el mayor exponente y ejemplo de la llamada magia del cine en todos los sentidos. “Casablanca” define la magia del cine. Sólo así se entiende que una película donde absolutamente todo fue improvisado, donde al comenzar el rodaje tan solo se contaba con los decorados y los actores, donde no había ni guión, ni personajes, ni historia, ni trama, donde todo podía salir mal, se acabara convirtiendo en el mayor icono del 7º arte. Cualquier película donde uno de sus principales componentes no esté bien planificado y preparado está casi condenada a salir mal, aquí nada estaba planificado ni planeado y salió perfecta. Siempre se ha dicho que los españoles somos malos planificadores pero los mejores improvisadores, quizá por ello seriamos buenos músicos de Jazz... y directores para “Casablanca”.


Una obra maestra especial, sin par, sin límites. Una obra maestra del drama, del thriller, del cine de espías, del romanticismo, incluso del humor. Todo esto compone “Casablanca”, lo que la aleja del tópico o de cualquier otra película, especialmente de las que intentaron imitarla o de su época. Y es que “Casablanca” no se planteó como una obra maestra, sino como una cinta del montón, de las muchas cintas de propaganda que se estaban haciendo, antinazis o para concienciar a la sociedad en la 2ª Guerra Mundial. Eran multitud las películas, thrillers o dramas románticos con nazis o la 2ª Guerra Mundial de fondo, ésta era una más, ni el director, ni los actores, ni los productores imaginaron por un momento, y menos tal y como se iba gestado su producción, que Casablanca” iba a convertirse en el mito en el que se ha convertido.


La cinta funciona a todos los niveles, su trama con los salvoconductos mantiene el interés en todo momento y crea situaciones realmente excepcionales desde un guión que no por improvisado es menos genial, fresco y perfecto. Funciona a nivel romántico, quizá el aspecto que más la eterniza y que enamoró a hombres y mujeres, un romanticismo puro y profundo. Funciona su humor, con unos diálogos magistrales y una cantidad de frases memorables como posiblemente no tiene ninguna otra película. “Casablanca” es la cinta con más frases inolvidables que han pasado a la historia del cine por metro cuadrado de celuloide.



Un rodaje caótico pero quizá por ello, porque los guiones se escribieran por la noche para ser recitados por la mañana del día siguiente, existe esa magia, esa frescura, esa modernidad aún más vigente que el día de su estreno, ese misterio, ese intangible que envuelve a “Casablanca” y que si se hubiera calculado no hubiera sido posible. Quizá.





Una película del montón, una más dentro de las muchas que se hacían dentro del género, thrillers antinazis de propaganda, entre otros, para concienciar a la población e incluso crear vocaciones y alistamientos. El presupuesto de la película así lo muestra, poco más de un millón de dólares, sobre la media de producciones de la época, quizá ligeramente superior. Así “Casablanca” se inserta de lleno dentro de las producciones con la 2ª Guerra Mundial de fondo, antinazi, una obra hija de su tiempo sin más… que trascendió todo tiempo finalmente.

El cine antinazi, los thrillers con la 2ª Guerra Mundial como telón de fondo, con nazis como villanos, dejó, como es costumbre, un gran número de joyas, no hablamos de cintas bélicas, sino de espionaje, suspense, acción. Thrillers donde grandes directores dejaron su huella para la causa, propagandísticos, pero sobre todo obras de arte del cine, donde la estética expresionista sacaba lo mejor de sí misma. Lo más destacado de este tipo de cine se dio en la década de los 40, que es donde tenía más sentido su idea propagandística, y también en los 50, pero posteriormente ha habido obras soberbias en el mismo género, sin componente propagandístico ya, como es lógico.

Haremos un pequeño, o gran, recopilatorio de películas destacadas que se adecúen bien a este contexto de 2ª Guerra Mundial y nazis, su tratamiento, sus obras maestras y directores que realizaron este tipo de cintas, que viene bien para entender mejor el contexto en el que se inserta “Casablanca”, así como las claves del género, sus aspectos comunes y que se aprecian en la obra maestra que nos ocupa y que dirigió con magistral pulso Michael Curtiz. No puedo resistirme a incluir alguna cinta similar que estaría ligeramente fuera de los límites de las reglas marcadas, pero pocas.









Una de las pioneras más destacadas es “Confesiones de un agente secreto” (Anatole Litvak, 1939), de las pocas rodadas antes del inicio de la 2ª Guerra Mundial, un título más que interesante. Litvak dejó otros títulos en la línea que comento como “El traidor” (1951) o la brillantísima “La noche de los generales” (1966), cinta muy posterior al punto culminante de este tipo de cine. “Rutas infernales” (Bernad Borhaus, 1940), entra en este grupo de manera muy tangencial, protagonizada por John Wayne y con refugiados que huyen del nazismo como telón de fondo. “The man I married” (Irving Pichel, 1940), es un drama con la bella Joan Bennett y los conflictos con el nazismo; “Así acaba nuestra noche” (1940) del estupendo John Cromwell, retrata precisamente la persecución nazi y la obligada fuga de los opositores y judíos, algo que conecta con “Casablanca” en cierta medida. Uno de los más grandes directores que ha dado la historia del cine, que huyó precisamente de la Alemania nazi, Fritz Lang, realizó varias incursiones en el cine antinazi y el thriller, todas ellas excepcionales, “El hombre atrapado” (1940) y un frustrado asesinato a Hitler que desemboca en un extraordinario thriller; “Los verdugos también mueren” (1943), otra obra maestra con el atentado a Reinhard Heydrich de fondo, una joya; “El ministerio del miedo” (1944) otro absorbente y magistral thriller, pesadillesco, expresionista y tenso, con nazis perseguidores, de obligado visionado; “Clandestino y caballero” (1946), algo más flojo que los anteriores, es el último film antinazi del maestro, pero con muchos momentos intensos, duros y de grandísimo cine. Edward Dmytryk también dejó su huella con varios títulos de este tipo como “A siete millas de Alcatraz” (1942); la discreta “Los hijos de Hitler” (1943) o la estupenda “Venganza” (1945). “Hitler’s madman” (1943) del gran Douglas Sirk, es otro ejemplo con los sucesos de Lidice como contexto, algo que la emparenta con “Los verdugos también mueren” de Lang. Más directores de prestigio, Jules Dassin y la estupenda “Nazi agent” (1942). “The conspirators” (Jean Negulesco, 1944) tiene ciertas similitudes con “Casablanca”, entre ellas la presencia de Paul Henreid, el Victor Laszlo de la cinta que nos ocupa. Comparte reparto con Hedy Lamarr, la protagonista de “Argel” (John Cromwell, 1938), el principal referente para “Casablanca”, y con la que se intentó contar para el papel de Ilsa. Cintas más desconocidas como “Aventura en Arabia” (Leónide Moguy, 1944); “Los malditos” (René Clément, 1947) o la magnífica "Underground" (Vincent Sherman, 1941), que he conocido recientemente... Genios del cine que también quisieron tocar el tema como Orson Welles con “El extraño” (1946), una magnífica cinta aunque por debajo de sus grandes obras, como es natural, y ambientada algo después de la Guerra; Billy Wilder y su “Cinco tumbas al Cairo” (1943), una joya que está casi oculta por el talento general de su filmografía, una de sus primeras obras; Wilder además realizó “Traidor en el infierno” (1953), que si bien no es un thriller ni tiene mucho que ver con el estilo mencionado, es una obra maestra digna de reseñar ambientada en un campo de prisioneros alemán durante la 2ª Guerra Mundial; Alfred Hitchcock y “Encadenados” (1946), que se ambienta tras la 2ª Guerra Mundial, pero no podía dejar de incluirla, ya que es una de las grandes obras del maestro y de la historia del cine; Howard Hawks y su imprescindible “Tener y no tener” (1944), película de Bogart importantísima en su vida, ya que allí conoció a la que sería su nueva mujer, Lauren Bacall, una cinta con similitudes a “Casablanca”. El gran Henry Hathaway, uno de esos directores tremendamente regulares que pocas veces fallaban, dejó pequeñas joyas como “La casa de la calle 92” (1945) o “Calle Madeleine nº 13” (1947), con el gran James Cagney. “Arco de triunfo” (Lewis Milestone, 1948), protagonizada por Ingrid Bergman, la Ilsa de “Casablanca”, en una onda más romántica. “Agente secreto”, pero la rusa de Boris Barnet de 1947. Cintas ya algo posteriores a los momentos álgidos del género son “Brumas de traición” (Gottfried Reinhardt, 1954), con Clark Gable; “El hombre que nunca existió” (Ronald Neame, 1956) o “36 horas” (George Seaton, 1965). Más grandes nombres, André De Toth y “El doble espía” (1958). “Morituri” (Bernhard Wicki, 1965); cintas más bélicas y aventureras como “Operación Crossbow” (Michael Anderson, 1965) o “El desafío de las águilas” (Brian G. Hutton, 1968), que ya se alejan algo de la idea comentada; “El ejército de las sombras  del gran Jean-Pierre Melville (1969) o “El ojo de la aguja” (Richard Marquand, 1981), otra joya y la más moderna de cuantas comento, son buenos ejemplos del estilo.

"Gilda" (Charles Vidor, 1946), es una cinta con evidentes puntos en común con la que nos ocupa y aunque no respete exactamente los parámetros marcados es obligado incluirla.





La comedia no ha sido ajena a todo esto, relatos de espionaje con los nazis y la 2ª Guerra Mundial de fondo. Así tenemos la obra maestra de Ernst Lubitsch, una de las mejores comedias de la historia, “Ser o no ser” (1942) y otras como “Hubo una luna de miel” del gran Leo McCarey (1942), con Cary Grant, nada más y nada menos, como protagonista o la lubitschiana dirigida por Otto Preminger, “Margen de error” (1943), ambientada poco antes de la Guerra, como algunos ejemplos.

Entre las claves del género más clásicas están las del protagonista heroico que se infiltra secretamente entre los nazis haciéndose pasar por uno de ellos o simplemente intentando sabotear, robar o destruir los planes, artilugios o infraestructuras que les podrían dar la victoria en la guerra o en una batalla concreta. Es decir, una misión para un héroe individualista que se sacrifica por todos y que los nazis intentarán evitar. Otra vertiente es la contraria, un héroe, nuestro protagonista, que ha robado o posee algún tipo de documento, chip o cualquier otro macguffin que los alemanes nazis quieren, por lo que lo persiguen. Esto tiene muchas variantes. La búsqueda del macguffin puede ser a la vez y las persecuciones al héroe base de la estructura. El suspense y el uso del expresionismo estético en las cintas más clásicas una constante. Estos son parámetros muy generales y el uso del macguffin necesario. Los héroes suelen ser idealistas, sacrificados, románticos, que luchan por una causa que merece la pena. En cierta medida la estructura se asemeja a las cintas de detectives, de cine negro con detective incluso, ya que en muchas ocasiones, por las tramas de espionaje, la investigación es parte crucial y el protagonista hace las veces de detective sin serlo. Para estas tramas incluso puede usarse el falso culpable, un inocente que se ve envuelto en una extraña trama sin comerlo ni beberlo, igual que en tantas cintas que no están ambientadas en la 2ª Guerra Mundial ni tienen como villanos a los nazis.





Muchos de estos aspectos los apreciamos en “Casablanca” y la trama de espionaje y thriller, con los salvoconductos y su lucha por ellos. Tenemos héroes que además son idealistas, uno Victor Laszlo, personaje alegórico que representa el ideal puro, intachable, que lucha contra la amenaza y realidad nazi. Tenemos a Rick Blaine, el héroe principal que poco tiene de idealista al principio, aunque lo fue en el pasado, por lo que lo veremos redimirse y recuperar la senda romántica de la lucha que encabeza Laszlo. Dos héroes que son caras opuestas de la misma moneda de inicio, pero que acaban yendo en la misma dirección. Tenemos macguffin, los salvoconductos, que vertebrarán toda la trama de intriga, y tenemos su búsqueda a dos bandos, la de Laszlo y la de los alemanes de dichos salvoconductos que defenderá Rick. Es decir, podemos observar la mayor parte de las claves habituales de este tipo de cintas, pero “Casablanca” da más, mucho más, tanto desde el punto de vista del thriller como del drama, el romanticismo, el humor…



La magia, ese intangible elemento que a veces se plasma en celuloide y que es parte vital en “Casablanca”, recibió la inestimable ayuda para que la cinta llegara a buen puerto de Michael Curtiz, uno de los grandes de Hollywood denostado demasiadas veces por ser un artesano. Uno de los grandes males del cine moderno es que casi todo el mundo pretende ser autor, lo que da como resultado vacuidades e intrascendencias al por mayor y reduce el número de buenas películas. Curtiz era un artesano orgulloso de serlo, no necesitaba plasmar sus obsesiones en sus cintas, sólo contar buenas historias y hacer buenas películas, y eso lo hizo en todos los géneros. Uno de los más grandes directores de la historia, que por supuesto también era un gran autor, presumía de ser artesano, porque también lo era, no se le caían los anillos cuando tenía que hacer películas que le eran más ajenas, simplemente hacía buenas películas, "películas del oeste". Él era John Ford.


Iría bien que los directores adquirieran esa consciencia artesanal, la asumieran  y se entregaran a ella en vez de creerse autores de no se sabe qué desde que empiezan.

22 comentarios:

  1. 'Casablanca' es puro cine, magia! Una de esas películas inmortales. Las miradas entre Bogart y Bergman, enamoran.

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  2. Ay, Sambo!!! Qué bien!!
    Felicísima de iniciar el recorrido por esta cinta de tu sabia mano.
    Yo también tengo recuerdos infantiles de Casablanca. Como decís en los anteriores comentarios, muchos primeros planos y miradas. Mi recuerdo principal es la bellísima Ingrid, una de las caras más dulces del cine. Y Humphrey de impecable smoking blanco. La dulzura y la elegancia. Me parecía insuperable.
    Recuerdo lo curioso que me resultaba el local de Rick, mi niñez no entendía la dimensión de "puerto franco" donde multitud de personas esperaban su salvoconducto. Así aprendí el significado de la palabra. El mismo nombre de la peli, la ciudad, tan lejos de mi realidad, el hecho de ver gente desplazada, una de las realidades de la guera…
    Las pelis q mencionas, aparte de ser buen cine, destacan (aunque sea como trasfondo) penalidades de una contienda. Siempre he pensado q a los nenes hay q ponerles películas y conentarlas, para comprender cuánta repercusión tiene, más allá (y no es poco) de la lucha y la muerte que conllevan las guerras.
    Mis hijos y yo las vemos, y les veo preocupados por las separaciones familiares, el desarraigo, los valores, la mezquindad, el compromiso, el altruismo. Y eso me gusta.
    Hemos visto Casablanca en familia, cantado la canción, apreciado su impecable B/N tan delicado q parece en color (qué distinto del q venos en el "noir" o en el neorealismo italiano, eh? :-D)
    Casablanca es el amor luminoso de París, y la renuncia por unos ideales, y la calidez del recuerdo q permite seguir viviendo ("siempre nos quedará París"). Sí, frases memorables!!! Cuántas veces las habremos repetido!! "Play it again Sam" "detenga a los sispechosos habituales" "este puede ser el principio de una gran amistad"…
    Los directores artesanos y los autores…
    O los buenos directores y los pamplineros. Dirección, saber q se necesita para q una historia cautive. Y talento. Porque con el jaleo de su rodaje, sin talento x parte de directores, actores y personal técnico, nones.
    Me encanta el lirismo con que describes la cinta. Denota un gran cariño por ella. Es un mito, sí, pero tanbién lo es 2001 y no hablas en ese tono!!!
    (Dirías q Gigante es otro mito? O Un Tranvía llamado deseo? Probablemente! Pero no inspira la ternura de Casablanca)
    Gracias por acometer este reto, que lo es y grande, dándomos la oportunidad de disfrutar, con más conocimientos, y durante varios días de un verdadero icono cinematográfico!!!

    Además, hoy me viene especialmente bien darme este gustazo…

    Un abrazo enorme y agradecido de padawan y un besazo de admiradora!!!


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    1. Los que la vimos de pequeños creo que no la olvidaremos jejeje. Sí, el trasfondo de guerra es siempre implacable, ahí el neorrealismo se centró más en esas historias, consecuencias etc. Son casi documentales.

      La colección de temas, valores y principios que hay en CASABLANCA es sorprendente, amplísimo.

      Hombre jajaja los que citas son grandes clásicos, pero no alcanzan esta dimensión, tiene 70 años y es la favorita, aún hoy, de mucha gente, su altura no creo que la hayan conseguidos esas, tan solo LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ me temo. Que hables de peli mítca o iconográfica y te vengan estas a la cabeza, no ocurre con las otras. A parte de la devoción, claro jajajaja

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  3. No me he explicado bien. Era por la grandilocuencia de una y el fenómeno de ese salvaje Brando en otra, pero nada de lo q puedan ofrecer todas ellas tendrán el peso de Casablanca, desde luego no en nuestra generación. Es una cuestión objetiva, pero también subjetiva.

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    1. Bueno no sólo de nuestra generación, son 70 años y ahí sigue, luego todos los clásicos tienen algo de mito, por eso lo son, al menos para mí. Es una cuestión objetiva hecha de muchas subjetividades jajaja

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  4. Jajajaja!! Mírale el sensei!, tolrato matizando!!

    Si ya sabía yo q quien mucho habla mucho yerra! Me dejo llevar y luego todo son "sipero" jajaja!!!

    Ya seré más breve!!!

    Jajaja!!!

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    1. ¡Qué diceees! Con lo guays que son lo matices jajaja

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  5. Pues yo la cinta con la que le veo más paralelismos a Casablanca es esa otra obra maestra intemporal que es Gilda.

    El casino, el triángulo amoroso con los protagonistas que se conocen desde hace tienpo y también acabaron mal. Glenn Ford, aparentemente de vuelta de todo. Los nazis, el tungsteno en vez de los salvoconductos; un país más o menos exótico, el policía. El casino clausurado, Tío Pìo/Sam...

    Deseando estoy que llegue mañana para leer la segunda parte.

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    1. Completamente WSMITH, siempre lo he pensado, es un calco y lo he comentado en otras ocasiones. La verdad es que no sé por qué no la puse, creo que es posterior a la 2ª G.M cuando está ambientada, y quizá por eso no la tuve en cuenta, pero es muy similar.

      A ver si te te gusta lo que queda.

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  6. Qué agudos sois!! Y q envidiaca güena!!

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  7. Con esta peli me paso al contrario que con el viaje de Chihiro: con tanta coba que le habían dado pensé que no me gustaría pero me encantó. No tuve oportunidad de verla de pequeño pero me llegó. Estoy intentando que mi mujer la vea conmigo pero el blanco y negro no le va.

    La que si vi de pequeño varias veces fue Lo que el viento se llevó; menudo peliculón.

    Comenta Rebeca, otra joya del cine.

    bolsonxx

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  8. Por cierto, vaya manera de escribir; enhorabuena.

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    1. Muchas gracias Bolsonxx, dos peliculones, LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ también la tienes en el blog, fue de las primeras que puse, me la pidieron en el Raulista precisamente jaja. Me alegra que te gustara. Si que me he explayado con ésta, de las más largas que escribií, espero que te guste, creo que quedó bien.

      Muchas gracias, un placer leerte por aquí y tus opiniones. Apunto REBECA, estoy responsabilizado con HITCHCOCK, sólo puse una y muy light, estoy mentalizándome para una fuerte...

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  9. Casablanca! Casablanac! Casablanca! La pelicula absoluta. La que hizo por verla merece que se entablezca fiera y descomunal batalla con un gigantes de cautro cabezas y ocho brazos. La de las replicas inmortales como "Para salir de Casablanca les haria falta un milagro y los alemanes han prohibido los milagros" o "Soy un pobre funcionario corrompido" o "Estoy escandalizado de que en esta casa haya juegos de hazar". Con la deslumbrante Ingrid Bergman y el grandisimo Humprey Bogart sin olvidarnos del inolvidable Claude Rains. La de "As time goes on". Y la que, incluso a la decima vez que la hé visto hace que se me salten las lagrimas en la escena de la Marsellesa.

    Tengo que decir que vivo en Francia y no me gusta particularmente la Marsellesa. Mucho menos ahora que tras una campańa alimentada por el esponsor de la selccion de Rugby se ha puesto de moda el cantarla durante los partidos. Eso de "Regar de sangre impura nuestros surcos" por un p... partido me cae como una patada en los eg.s.

    Pero la Marsellesa de Casblanca es unica y es magica. Porque su letra habla de tomar las armas contra el estandarte sangriento de la tirania, de feroces soldados que vienen hasta en nuestro brazos a degollar nuestros hijos y nuestras compańeras" Y luego "A las armas, ciudadanos, Foramd vuestros b atallone". Y cuando la vés te das uenta que los presntes por una parte han empeado a recoorer el largo camino havia lma liberacion, han empezado levanatr la cabeza que tenian agachada pero que otra parte sienten vergüenza por haber traicionado y desmercido a sus antepasados al rendirse. Esa mezcla de desafio, vergüenza y rabia hacia si mismos de los personajes, la chica que hace "colaboracion horizontal" uniendose el coro hacen que esa escena sea un hito de la historia del cine

    PS: Cada vez que veo esta escena pienso en la desgracia que es para Espańa el tener un himno sin letra (y no me refiero a ese engendro politicamente correcto de tiempos zapateriles). Ni en las duras, ni en las maduras, ni e"n la derrota acomo en Casablanca, en el cautiverio como en "La grande illusion de Renoir o sencillamente tras una victoria deportiva es posible unir a los espańoles alrededor de su himno como franceses, ingleses o americanos lo pueden hacer en los momentos importantes. Al final del evento el encanto se disipa y vuelve la desunion por falta de ese elemento que en las otras naciones materializa la union y la fija en las memorias

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    1. Perfecta la reflexión final JFM, nos unimos por partidos de fútbol y luego vuelve el complejo. Desastre...

      Espero estar a la altura de tu pasión, que es la mía, por esta cinta.

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  10. Eata película, por si sola, explica porwqué me gusta el cine. Pura magia. Y es curioso como he ido cambiando de Rick a Ilsa con el paso de los años.

    Muchas gracias por la crítica, un trabajo 10

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  11. Nacho:Hombre Casablanca es una gran película,pero Ser o no ser de Ernst Lubitsch reconozco que es buena pelicula pero a mi se me hizo muy pesada y la deje dever.

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  12. 1942 LA PELÍCULA; SI,MUY BUENA. EL MISMO AÑO EN NOV. DEL 1942 BOMBARDEO DE PATTON A CASABLANCA. EL GOBIERNO FRANCES DE VICHY NO QUERÍA SER INVADIDO Y FUÉ POR ELLO BOMBARDEADO.
    SUPONGO QUE RAINS LE DIRÍA A BOGART. ¡¡¡NO ME MANDES MAS JAMONES QUE TENGO LA DESPENSA LLENA!!!
    SALUDOS CORDIALES DE CAMPOS

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