sábado, 10 de febrero de 2018

TEATRO: Desig Sota Els Oms (Deseo Bajo Los Olmos)

TEATRO












O’Neill y su tragedia griega en el interior de la América del XIX

El autor de la obra que les traemos es Eugene O’Neill, dramaturgo norteamericano (1888-1953) con un Nobel (1936) y cuatro Pulitzer en su haber (1920, 1922, 1928, 1957). Ahí es nada. De vida aventurera y familia vinculada a las artes escénicas (su padre fue actor y autor de obras de teatro), pasa por ser uno de los dramaturgos del nuevo continente de trascendencia mundial y uno de los grandes del teatro contemporáneo. Su obra está tocada por las influencias y vicisitudes de la época, como podrían ser el auge del psicoanálisis o la Gran Depresión, y la que aquí nos ocupa es una clara muestra de ello.

Si bien “Deseo bajo los olmos” podría ser una relectura del “Hipólito” de Eurípides, a diferencia de su referente, las idas y venidas de los personajes no están causadas por los Dioses sino que son fruto de las pasiones y pensamientos de la propia condición humana. Una condición humana que es contemplada por O’Neill con una tremenda vitalidad, luchadora para dar curso a los impulsos, liberándose de ataduras, cargas o imposiciones (algo muy americano), aunque algo ‘naïf’ desde una perspectiva europea, más tendente a valorar con mayor peso las consecuencias de esa lucha (una postura, digamos, más fatalista y un poco “yoyalo”). Pero sigue siendo un reflejo de su referente: una tragedia en medio de la América profunda, rural, deprimida por una grave crisis que O’Neill conocía bien (algunos mantienen que los campesinos o ‘farmers’ de la América profunda sufrieron las decisiones del presidente de la época, Coolidge, elegido para el cargo el año de estreno de “Desire Under The Elms”, 1924, que desembocaría en el llamado ‘Crack del 29’, efecto rebote de la prosperidad de los "felices años 20"), donde la tierra, lo palpable, tenía una importancia capital. Una tragedia causada por una pasión: la posesión en dos facetas: la material y la sexual. 




La tierra y el amor. Dos factores que mueven a los personajes en una trayectoria que va de una posesión a otra. El triángulo amoroso de Ephraim, Eben y Abbie, la casa que el primero ha levantado y, especialmente, la relación de estos dos últimos, que les llevará a su condena, a un castigo que no rehúyen por una culpa de la que no se arrepienten ya que, a sus ojos, si bien se empezó por la tierra, al final la movió el amor.

Esta obra, una de las mejores del autor, ha sido representada en España en numerosas ocasiones (Núria Espert como Abbie y Miguel Palenzuela como Eben, dirigidos por Armando Moreno en 1962, por ejemplo), o llevada al cine (Sofía Loren como Abbie y Anthony Perkins como Eben, dirigidos por Delbert Mann en 1958).

El montaje del TNC (19 de octubre de 2017 al 26 de noviembre de 2017) lleno de fuerza, fue una espléndida adaptación que tuvimos la suerte de poder disfrutar.




Sinopsis

Estamos en una granja del interior de América. Dos hermanos, Simeon y Peter, hablan sobre la inminente llegada de su padre, Efraín Cabot, con una nueva esposa, la tercera, mucho más joven que él, y la posición en la que eso les coloca, desplazados en los derechos de herencia. Por ello, deciden dejar de trabajar para levantar la granja y marcharse a California, a intentar hacer realidad el sueño del oro. Se lo harán saber a su hermanastro Eben, que siente que la granja le pertenece, por lo que decide comprarles su parte de la herencia para poder hacerla suya.

Llegan Efraín y su esposa Abbie, quien ha tenido una vida difícil, por lo que para prosperar se ha casado por interés y está encantada de tomar posesión de la casa, pero el patriarca pone de manifiesto su autoridad: es él quien ha levantado con gran esfuerzo la granja de apenas un pedregal, dotándola de vida (representada por la vegetación, los olmos), y es él el último dueño y señor.






Abbie y Eben se encuentran y, pese a las primeras fricciones por el sentimiento de pertenencia de la casa de ambos, antagónica, nace una pasión.

Tras un tiempo, Abbie da a luz un hijo, del que Efraín cree ser padre, pero que en realidad ha sido concebido por Eben, cosa que, en mitad de la celebración del bautizo de la criatura, es fruto de las murmuraciones y las chanzas de los vecinos que han sido invitados.

Pero en una conversación entre Efraín y Eben, el primero le habla de que Abbie le expuso cómo este nuevo niño supone eliminar de los derechos de herencia al segundo, lo que provocará que un trastornado Eben vaya al encuentro de Abbie a reprochárselo.

Ésta, desesperada por demostrar a Eben su verdadero sentimiento amoroso, alejado de todo deseo de posesión de la granja, decide dar muerte al pequeño. Horrorizado, Efraín llama al sheriff, quien viene a prender a Abbie, que se despide de un Eben muy afectado, aunque finalmente haya comprendido que ese acto terrible ha sido también una muestra de amor.





Posesión, tierra y sexo… y pocos olmos

No es la primera vez que escribimos que es un verdadero gusto asistir a producciones de TNC, y que se nota el colchón financiero de que dispone para las representaciones y todo lo que las rodea.

El montaje de "Desig sota els oms" no es diferente a los demás que hemos visto en la Sala Gran. Un completo escenario que nos transporta perfectamente a cualquier zona interior de América (aunque debemos decir que echamos mucho de menos una mayor presencia de los olmos del título de la obra, cuyas hojas sí aparecen en los carteles publicitarios, pero no en el escenario). Un escenario rotatorio que irá presentándonos, a medida en que se necesiten, el patio exterior, la cocina, una sala o el dormitorio de la granja de los Cabot, objeto del deseo de todos los personajes, con una elección de vestuario excelente.





La elección del lenguaje merece un comentario específico: O‘Neill pensó sus personajes como hablantes de unos modismos lingüísticos que potenciaran su carácter “rústico”, y dado que estamos ante una traducción al catalán, se quiso transportar esa voluntad del lenguaje rural al idioma en cuestión, optando por la variante dialectal de La Garrotxa (comarca pre pirenaica de Girona), con unos modismos muy cerrados y particulares, como parte del trabajo de la puesta en marcha del montaje. Pues bien, no nos gustó. Es más, nos estorbaba. Consideramos que los referentes proporcionados con escenografía y vestuario, además de los del propio texto, ya son suficientes para hacernos cargo del estrato social de los personajes, y aunque quizá el director quiso evitar una Abbie con acento barcelonés, tenido por más “urbano”, esos “casa meu” (en lugar de “casa meva”) etc. nos resultaban redundantes y nos distraían del contenido del texto. Un texto, por otra parte, estupendamente interpretado, con un Cruz potente y omnipresente en su papel de patriarca, una excelente Conejero en esa tercera esposa ambiciosa, que justifica su atrocidad por estar impulsada por amor, y un muy sólido Benet en ese Eben resentido, un poco perdido en las idas y venidas familiares, y a quien el amor distrae, si bien no del todo, de su afán de propiedad de la granja.




Terminaremos haciendo una meritoria mención al programa entregado en las sesiones de la obra. Un programa completo, con extractos de los prólogos a las ediciones del texto original de la obra (y que TNC pone a disposición de los espectadores a un simbólico precio de 3€), extractos de distintos ensayos sobre la dramaturgia de O’Neill, y extractos de comentarios críticos de la obra. El TNC realiza un esfuerzo por dotar de mayor profundidad a la programación elegida para esta temporada, y en ese sentido, alrededor de las obras, se organizan diversos eventos (muchos de ellos con carácter gratuito), además de publicar el texto con un precio simbólico: lecturas escénicas en bibliotecas, coloquios con editores/traductores en el propio teatro, pases cinematográficos de las adaptaciones fílmicas de la obra en la filmoteca… Es de agradecer y resulta realmente útil, interesante y una labor encomiable por dotar a los aficionados a las artes escénicas de materiales que enriquecen la experiencia y amplían la cultura. Así, sí.





FICHA TÉCNICA

Desig sota els oms (versión Joan Ollé e Iban Beltran, adaptación lingüística y dicción, Pere Navarro)
Dirección: Joan Ollé
Intérpretes: Pep Cruz (Efraïm Cabot), Laura Conejero (Abbie), Ivan Benet (Eben), Pepo Blasco (Simeon/Reub/Ayudante del Sheriff); Santi Ricart (Peter/John/Ayudante del Sheriff), Àngela Jové (Angeline), Carles Arquimbau (Hi), Eduard Muntada (Jim), Laura Pujolàs (Sarah), Gal.la Sabaté (Essie), Noël Olivé (Minnie), ‘Angel Cerdanya “El Sueco” (Músico/Sheriff), Iban Beltran/Carol Duran (Músico), Lluís Gómez (Músico)
Escenografía: Sebastià Brossa
Iluminación: Lionel Spycher, Ganecha Gil Gracia
Vestuario: Miriam Compte
Espacio sonoro: Damien Bazin
Sala: Teatre Nacional de Catalunya-TNC, Sala Gran
Producción: Teatre Nacional de Catalunya



Por @MenudaReina

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