viernes, 7 de junio de 2013

Crítica: IRON MAN 3 (2013)

SHANE BLACK











Muchos elogios recibió la primera parte de la saga sobre Iron Man, tantos como críticas negativas recibió la segunda. Con esta tercera entrega se pretendía recuperar el pulso y tono de la primera y parece que la cosa no ha ido nada mal, para muchos se ha convertido en la mejor de toda la franquicia.

Particularmente y como he comentado en distintas ocasiones me gustan mucho los inicios, cuanto más pausados, dedicados y detallistas mejor, en este tipo de cintas. La gestación del héroe estaba bastante bien en la primera de “Iron Man” (Jon Favreau, 2008) y aquí, sin la posibilidad de tratar ese tema de la creación y conversión en héroe, el desarrollo también es notable. Cierto es que ninguna son obras de arte pero dan lo mejor del universo Marvel en la gran pantalla, entretenimientos divertidos, distendidos, emocionantes y con muchos alicientes.


Esta tercera entrega es digna de la primera, ni mejor ni peor, del mismo nivel, lo cual ya es bastante aceptable, aunque personalmente me quedaría con la primera.



La voz over de Tony Stark nos guía hacia el pasado, un flashback que nos lleva a 1999 en Berna, Suiza, la noche de fin de año. En esta escena se sentarán las bases y se presentarán a varios de los personajes claves en la cinta. Un Stark fiestero, inconsciente, irónico y sarcástico como siempre, un ligue científico y sexy, su descubrimiento y un extraño personaje poco elegante, feo y de físico deteriorado interpretado por Guy Pearce… En todo esto está el germen de la historia que nos narrará “Iron Man 3” trece años después.


En esta tercera parte se pretende indagar un poco en la psicología de Tony Stark (Robert Downey Jr.), en sus problemas, pero todo sin trascendencia alguna y sin perder el sentido del humor, con ligereza. Padece insomnio tras la aventura de “Los Vengadores” y se dedica a hacer juguetitos e innovaciones en sus armaduras, siempre manteniendo su sarcasmo e ironía. Además le vienen ataques de ansiedad repentinos. Entre estas innovaciones veremos armaduras que se manejan a distancia y poder atraerlas también desde lejos… Esto dará para algunas bromas como el recibimiento a Pepper con su regalo de Navidad.




Me encantaste en Historias de Navidad”.

Chapucillas”.

De todos es sabido que Tony Stark tiene dos máscaras, la de la armadura de Iron Man y la que le proporciona su sarcasmo e ironía, que le permite mantener sus verdaderos sentimientos a buen resguardo. Stark sólo se desnudará ante Pepper (Gwyneth Paltrow), con ella se confesará, sincerará y quitará todas sus máscaras, cuando no tenga más remedio, eso sí. Un Stark al que sólo vemos vulnerable con ella.


Celos, la falta de tacto habitual y final rendición para sencillas rencillas de pareja sin importancia. Unos celos que provienen de ver la sorpresa que produce en Pepper la visita de un Guy Pearce, Aldrich Killian, completamente cambiado, el friki que vimos en la primera escena se ha convertido en un sofisticado hombre de negocios, de buenos y amanerados modales, seguro de sí mismo y con un look magnífico. Así la cosa comienza a ponerse intrigante. Todo se acentuará con un susto nocturno por un mal funcionamiento de una de las armaduras.





Jon Favreau interpreta al jefe de seguridad Happy Hogan, que dejará algunos momentos de simpático humor y alguno que otro emotivo. Las sospechas de Happy por la visita de Aldrich y un misterioso acompañante le llevarán a seguir a éste último y hacer un sorprendente descubrimiento. Mientras se hace un intercambio será víctima del estallido de la persona con la que se reúne Savin (James Badge Dale), el sospechoso, y de cómo éste posee poderes sobrehumanos. Es otro ataque terrorista, en este caso al Teatro Chino. Happy resultará gravemente herido, lo que creará cierto suspense sobre su destino.




Con el bueno de Happy, Stark también tendrá gestos cariñosos, como los que explicará a la enfermera, incluida la atención para que pueda ver Downton Abbey, la serie preferida del convaleciente.


Todo esto tiene lugar mientras un terrorista psicópata llamado “El Mandarín” va cometiendo atentados y adornándolo todo con una verborrea antiamericana típica. Mensajes subversivos de un clon de Bin Laden o Muamar El Gadafi, como de hecho explicará posteriormente el propio Aldrich (Guy Pearce). Comparará a América con Stark, vacua, mera apariencia.


Son varias las referencias que se hacen a distintas series o películas de forma más o menos explícita, ya he citado alguna, pero se hace evidente, a nivel estético, la repercusión que ha tenido “Minority Report” (Steven Spielberg, 2002) con el juego de las pantallas flotantes y manejables, en gran cantidad de cintas posteriores de ciencia ficción. Así investigará el extraño atentado y la ausencia de pruebas, de restos, Tony Stark. Se mencionará a Bruce Willis, comparándolo con Savin, el segundo de Pearce, en otro ejemplo. Al “Rey Lear” a Meryl Streep



Tranquila, no recuerdo ni que he desayunado”.



Con la visita de Maya Hansen (Rebecca Hall), el ligue que vimos en 1999, comenzará una de las escenas más brillantes y espectaculares de la película, el ataque a la casa de Stark con unos helicópteros. Habrá de todo, destrucción, caída de cascotes y de la casa al mar, la protección de Stark a su novia Pepper y viceversa, veremos a Pepper vestida con el traje de Iron Man, su posterior recuperación por parte de Stark, el sumergimiento de Iron Man y su posterior salvación... Vibrante escena. El pasado que vimos al principio retorna poco a poco intensificando el peligro. Primero la aparición de Pearce, luego la bomba, eco de la explosión de la planta de Maya que vimos al inicio, y finalmente y tras una fanfarronada de Stark y la aparición de la propia Maya, el ataque a la casa de éste. Cabe reprochar que una villana como Maya, medio villana, vaya a visitar a Stark justo cuando se va a cometer el atentado a su casa arriesgando la vida, un truco para que el público no sospeche de ella y la crea una aliada.


Iron Man tocando fondo, toca el resurgimiento de la nada. El plano de la armadura de Iron Man sentada y abatida fuera de la cabina telefónica por la que Stark manda un mensaje a Pepper, esperando inerte la salida de su dueño, es el perfecto símbolo del estado del personaje en esos momentos. Reconstrucción.





Otro simpático personaje entra en escena, el crío que ayuda a Stark (Ty Simpkins). Vaciles, diálogos divertidos, ligereza sobre la falta del padre del chaval… Puro Stark. Serán varias las referencias a “Los Vengadores” (Joss Whedon, 2012), alguna ya citada y otras sobre todo con los diálogos entre Stark y el chaval.

Ben Kingsley es “El Mandarín”, pura fachada, un actor al servicio de Aldrich. Es inevitable ver en él a una especie de “Mago de Oz”, una figura hacia la que encauzar el odio, personificar el mal, al que la gente pueda identificar mientras se deja vía libre a los verdaderos villanos… ese es el plan de Aldrich. Kingsley se lo pasa pipa en su papel. “El Mandarín” aparecerá por primera vez de forma real, no en video, cuando se disponga a grabar uno con un asesinato en directo. Su imagen se ha ido creando con brillantez, salpicando la narración con contundentes apariciones grabadas, lo que logra transmitir verdadera amenaza, convertirlo en algo superior. Cuando lo vemos en persona se transmite al espectador que algo distinto va a suceder. Un supuesto asesinato en directo, una humillación pública al presidente, que se rebaja a la petición del terrorista sin conseguir evitar nada. “El Mandarín” además es aficionado al fútbol, lo que le da puntos a favor.





Nueva escena de acción, en esta ocasión con una especie de Terminator en forma de chica, Brandt (Stephanie Szostak). El inicio y preparación de la escena está muy bien diseñado, choque fortuito de Stark con esta chica, entrada al bar y vistazo a la pistola de un policía y entrevista con la madre de una de las bombas humas. A partir de ahí todo se dispara y los elementos que se nos mostraron, la chica, la pistola del policía y el informe, tendrán su importancia. Perfecto planteamiento y forma de crear suspense y tensión antes de la pirotecnia.



Bonito corte de pelo”.

-Brandt: ¿Eso es todo, un truco barato y una frase cutre?

-Stark: Nena, ese podría ser el título de mi autobiografía.

En esta escena las reminiscencias a “Terminator” (James Cameron, 1984) son claras, en esa poderosa chica que todo lo resiste aparentemente, golpes, fuego, ahorcamientos… Una escena de acción más minimalista pero efectiva.

Es lo que tenemos los listos, siempre nos cubrimos las espaldas”.

Si le haces un favor a alguien no vayas de sobrado, haz como si nada, sino parecerás un fantasma”.

Harley: ¿Ahora vas a abandonarme? ¿Cómo mi padre?

Stark: Sí… Quieres que me sienta culpable, ¿no?
Haley: Tengo frio.

Stark: Lo he notado, ¿y sabes por qué? Porque estamos conectados.

Como suele ocurrir en estas cintas hay una diversificación de villanos, algo no siempre acertado, ya que en ocasiones se usa para sustituir la falta de imaginación con una sucesión de duelos. Aquí está bien tratado desde el guión.

El cameo de Stan Lee, obligado en todas las cintas Marvel, será votando un 10 en un concurso de belleza.

Un raro Ché Guevara… ¡Oh lo siento, soy yo!

El descubrimiento de Maya sobre evoluciones genéticas y regeneraciones es la clave de todo, la clave del cambio de Aldrich (Guy Pearce) y los superpoderes de los villanos. Un ejército de superhombres que antes eran inadaptados, lisiados o mermados físicamente… con un pequeño efecto secundario, son bombas humanas potenciales. El mismo defecto que vimos en la planta al inicio de la cinta. Descubriremos la falsedad de Maya tras una sincera conversación con Pepper, su mirada antes de que Paltrow se levante para abrir la puerta, la delata. Esos detalles me gustan, dar una información sutil o una sospecha al espectador antes de que llegue la confirmación.


No he comentado nada sobre Iron Patriot, la versión patriótica y poco sutil de la armadura de Iron Man, las bromas sobre su nombre serán siempre simpáticas, sobre todo las de Stark, como siempre. Iron Patriot es el coronel James Rhodes (Don Cheadle), otro de los amigos de Stark, que será capturado.



Stark irá renaciendo de sus cenizas, planeando y planificando su resurgimiento, así logrará encontrar a “El Mandarín”, que vive colocado en Miami, y a pesar de sus agobios no le costará entrevistarse con él gracias a unos juguetitos de construcción casera. Una escena más en la onda de James Bond que de Iron Man.





No faltarán los tópicos en “Iron Man 3”, un Stark (Robert Downey Jr.) preso charlando con Maya, tocando su fibra sensible, intentando vincularla psicológicamente, y un Pearce contando sus historias, motivaciones y proyectos, desvelando cosas ante el héroe preso en vez de matarlo. Es cruel y quiere que sufra, así le mostrará como tortura a la pobre Pepper, que también está presa y a la que pretende inocular “Extremis”, el descubrimiento regenerador de Maya. Es decir, el bueno de Pearce tiene a todos los buenos presos, Stark, Iron Patriot y Pepper, e increíblemente no aprovechará tan golosa ventaja. Otro tópico, el de los villanos acomplejados que quieren vengar sus complejos o alguna afrenta pasada de nuestro héroe, todo esto nos recuerda bastante, por ejemplo, al último Spiderman, “The amazing Spiderman” (Marc Webb, 2012). Los villanos acomplejados, científicos locos etc, son muy habituales en estas historias.



La escena donde Stark se libera es muy divertida, no por previsible deja de disfrutarse, fanfarronadas, vaciles y verborrea para la llegada de alguna de las ansiadas piezas de su armadura, suficientes para liberarse. Otra buena escena de acción que terminará con la armadura completa cubriendo el cuerpo de Tony Stark, el MK 42. El humor en estas películas, y especialmente en ésta, el personaje de Tony Stark es el mejor de todos los que ha entregado el Universo Marvel, quita trascendencia a todo, cuando la cosa parece que se va a poner seria enseguida llega el chiste para aligerar la situación, una apuesta que es marca de fábrica y las aleja del universo Nolan y sus Batman, el otro gran referente del cine de superhéroes, que ha logrado un mayor prestigio crítico. No hay que ser trascendente para ser brillante y la apuesta de las cintas Marvel merece respeto y elogio, sobre todo con la sublimación de estos elementos que se logró con “Los Vengadores” (Joss Whedon, 2012).




Es un gran detalle visual cómo se muestra la traición y motivación para ella del vicepresidente. Un beso a su hija, a la que le falta una pierna, nos dice todo lo que hay que decir sin necesidad de subrayados ni verbalizaciones extra. Otro elemento irónico lo tenemos en el asesinato de Iron Patriot, un icono patriótico, a un miembro del gobierno con una pequeña Estatua de la Libertad, otro icono patriótico, usándola como arma.


Así se inicia otra de las escenas cumbre de la película, el rescate aéreo de Iron Man a 13 persona que caen del Air Force One, que queda destruido. Soberbia y espectacular, una gozada con una conclusión donde vuelve a introducirse el humor.



“¿De dónde ha salido?”


Como es menester el clímax final será el momento álgido, aunque prefiero alguna de las anteriores escenas de acción. Un clímax exagerado con un ejército de Iron Mans luchando contra otro de beneficiados por el “Extremis”. Iron Mans de todo tipo y condición, gigantes, normales, de colores… luchando contra esa especie de mutantes, con la misión de rescatar a Pepper y al presidente, que también ha sido capturado. El insomnio de Stark dio grandes y creativos frutos.

Tendremos de todo, salvamientos, vuelos, ataques, explosiones, maniobras increíbles, la aparente muerte de Pepper y su posterior aparición como súpermujer, lucimientos de Rhodes y Stark, el duelo final con Aldrich… y el humor, salpicándolo todo, como en la llegada del MK 42 y su frustrada ayuda.




Resulta curioso que sea Paltrow, convertida en superhéroe, la salvadora finalmente, alterando el tópico de la damisela salvada por el varonil héroe.

-Pepper: ¿De qué me voy a quejar ahora?

-Stark: Siendo como soy… algo encontrarás.



La romántica escena que cierra el clímax tiene una belleza particular en el contraste, la destrucción de las salvadoras armaduras, por petición de Stark, convertidas en bonitos fuegos artificiales al explotar y dedicados a Pepper. Una escena que recuerda a otra del principio, cuando Pearce espera en soledad en la azotea la llegada de Stark y la celebración del año nuevo, con fuegos artificiales, produce otro contraste acertado.



Nosotros creamos nuestros demonios”.




El epílogo nos muestra a ese cínico romántico que es Tony Stark arreglando todo lo que tenía que arreglar, reiniciando su vida, curando a Paltrow y a sí mismo. El final feliz no sería completo sin la recuperación de Happy, salpicada de humor, la recompensa a Harley, el chico que lo ayudó, aquí no se deja historia sin terminar, y una puerta abierta a posteriores entregas, como las nuevas de “Los Vengadores”.


Resulta curioso que Stark decida quitarse la metralla ahora, como si no hubiera tenido tiempo antes, lo difícil resulta que no lo era tanto…


Un gran entretenimiento repleto de puntos positivos que logran que tópicos, previsibilidad y una narración algo deshilvanada no molesten excesivamente, con un Robert Downey Jr. que sigue pasándoselo en grande y es lo mejor de la función y donde todo el reparto está muy correcto. Los aspectos técnicos son notables y la música es muy adecuada, divertida, vibrante y aventurera. Como de costumbre hay una escena post créditos, como pista diré que sale otro “Vengador”.




No hay genialidades pero sí una buena cinta de entretenimiento para disfrutar dos horas satisfactoriamente.

Yo soy Iron Man”.



10 comentarios:

  1. Hoy ha caído en mis manos, master.

    La veo y mañana te comento.

    A ver que tal acaba el bueno de Robert, que tendrá que estar eternamente agradecido a este personaje por relanzar su errática carrera ( y vida personal).

    Un saludo, master.

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    1. Mañana me dices pues, Taillon. No estoy tan seguro de que acabe la cosa, además quedan de LOS VENGADORES por ahí. Como conclusión para una trilogía sabe a poco en realidad jajaja.

      Un saludo crack.

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  2. A ver si ahora sube.
    No es q fuera nada del otro jueves, pero quería darle la razón a Taillon. Estoy muy de acuerdo. Y decir q me encanta esta serie, me rechifla el personaje: cínico, descarado y sinvergüenza, me gusta el contrapunto femenino, y los actores gozan de mis simpatías forever.

    Y que, como casi siempre, me encanta leer a mi sensei!!!

    Bss

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    1. Hay que comentar que Robert Downey siempre he tenido el beneplácito crítico como actor, pero sus proyectos y vida disoluta lo mermaron bastante.

      Creo que no sólo debe estar él agradecido a la saga, nosotros también, aunque menos jajaja.

      Un beso Reina.

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  3. La peli es etretenida para mi es la mas floja, tiene escenas muy buenas como la destruccion de la casa, se pasa con la cantidad de armaduras de iron-man que hay al final. El seudo malo es gracioso, esta claro que Robert tiene que estar agradecido a este personaje porque lo clava sin duda es siempre lo mejor de la saga, esperemos que le paguen lo que pida y se le pueda ver en los vengadores 2.

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    1. Ciertamente Ray, es un placer ver siempre a Downey Jr. en un papel que parece escrito para él, ha sido el gran aliciente de esta saga.

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  4. El trailer de UK es espectacular, pero luego la peli, es una estafa. un final totalmente equivocado y absurdo.

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    1. No te falta razón Anónimo, el trailer parece remitir a algo más oscuro que finalmente no se da, así que si esa expectativa te decepcionó es justa la crítica.

      Muchas gracias por el aporte y un saludo!

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  5. Es claro que el único y muy grave problema que tuvo Iron man 3 es que las expectativas para su estreno fueron muy elevadas que para la mayoría de los espectadores no logró cumplirlas, sin embargo como una película palomitera te entretiene bastante bien.

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    1. Muchas gracias por el aporte y la opinión Sofía, un saludo.

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