lunes, 4 de febrero de 2013

Crítica: LINCOLN (2012) -Parte 1/4-

STEVEN SPIELBERG









Lincoln” es una película pausada, tranquila, que evita y omite cualquier concesión comercial, seria, densa, profunda, de interiores, solemne… justo lo que se espera, por eso entiendo que mucha gente vea en ella una película que no le divierte, le aburre o la considera poco entretenida o aburrida incluso. Pero es justo la obra maestra que merecía el tema y el personaje. Una obra maestra al estilo clásico.

Spielberg se centra en “Lincoln”, como ya comentaré más extensamente, en los entresijos de la política, sus interioridades, ajena, omitiendo lo que provoca en el exterior, el conflicto civil americano. Esta decisión, que es la causa de lo anteriormente mencionado, está conscientemente buscada.


Una política examinada en profundidad y que desmitifica con contundencia los tópicos, simplismos y habituales lugares comunes a los que se suele recurrir a la hora de tratar los temas dependiendo del color o el partido que se trate. La tendencia siempre ha sido considerar, gracias a un mejor dominio de la propaganda, a partidos como el republicano como el colmo de lo antiguo, de lo anquilosado, de lo retrógrado, en contra de las libertades, ojito, reaccionario… todo lo negativo que se pueda decir. Desde este hermoso país, donde nos permitimos ir dando consejos de democracia y tal, muchos adoran a los demócratas americanos mientras desprecian al Partido Popular, por poner un ejemplo, sin darse cuanta de que si este partido español tiene un referente o un parecido con uno americano es precisamente con el demócrata, mucho más cercano a sus postulados que el republicano. Luego, y esto también suele escaparse, dentro de cada partido, y en Estados Unidos se aprecia enormemente, hay muchas sensibilidades distintas dentro de la defensa de unos principios generales, lo que provoca que en muchos casos miembros del mismo partido no estén de acuerdo en cuestiones muy concretas. Sucede constantemente. Todo ha cambiado mucho desde la época de Lincoln, cambio y matices, pero es un magnífico ejercicio de verdadera memoria histórica que quede claro que el partido demócrata se oponía a la abolición de la esclavitud mientras que el republicano apostaba con firmeza por ella, de hecho la idea de la abolición de la esclavitud fue una de las principales para su gestación, para su nacimiento como partido, si no la principal.


Todo esto, y es lógico, proviene de unos partidos hacia los otros, donde se pretende dar la imagen más simple y reducida al absurdo más negativo posible. En cierta medida son mensajes a sus seguidores, conocedores de que son como “fans” dispuestos a creerse todo lo que les digan y nada de lo que diga el enemigo, lo que engorda la superficialidad y anula cualquier capacidad de análisis, convirtiendo todo en un cliché, un tópico alejado de la realidad pero fácilmente vendible. Son conocedores del fanatismo que encierra la política.

Este manejo de la propaganda y la publicidad siempre se le ha dado mejor a la izquierda, que se apropia de valores y lanza sin problemas y escrúpulos ideas de fácil asunción y asimilación por su público, un mensaje simplista y demagógico que llega muy bien. Esta práctica procuran llevarla todo a cabo todos, pero a unos se les da mejor que a otros.






El cine serio de Spielberg.

Spielberg siempre ha sido considerado uno de los grandes maestros modernos del cine de entretenimiento, con justicia, pero lo cierto es que en las dos últimas décadas ha alternado ese cine de entretenimiento con proyectos más “serios” o “respetables” para los apologetas del prestigio cinematográfico. Proyectos densos, profundos. Esto comenzó en 1985 con “El color púrpura”.

Cintas como la trilogía de Indiana Jones, “Hook” (1991), “Parque Jurásico” (1993), “Minority Report” (2002), “La guerra de los mundos” (2005)… se han alternado con obras de una aparente mayor densidad conceptual, política o un mayor compromiso como “El imperio del sol” (1987), “La lista de Schindler” (1993), “Amistad” (1997), “Salvar al soldado Ryan” (1998), “Munich” (2005)… y en muchos casos congeniando a la perfección ambos universos, el de entretenimiento con la seriedad o temática más “trascendente”, e incluso el gusto por lo sensible.


Dos cintas están íntimamente relacionadas con este “Lincoln”, una mencionada bastante como es “Amistad”, que trata el tema de la esclavitud, la otra que no se menciona tanto, “El color púrpura”, su primera cinta comprometida, que resultó un éxito, se la llenó de nominaciones a los Oscar y no se le dio ninguno, que trata el tema del racismo.

Amistad” fue profundamente criticada por el planteamiento tan sensiblero del tema que tocó, en exceso alegórico, una concepción similar a la de “E.T. El extraterrestre” (1982), y que si bien es cierto no ha sido la obra más acertada de Spielberg tampoco es del todo desdeñable en absoluto. “El color púrpura” es una estupenda cinta que no renuncia a las claves habituales de su autor y a esa sensibilidad tan suya con el tema racial como componente principal.


Se ha comentado sobre “Lincoln” que no recurre a la habitual sensiblería spielbergiana, sobre esto debo comentar que Spielberg recurre a la emoción cuando lo cree conveniente y en general de forma efectiva. Sus excesos en esto rubrican un virtuosismo de la emoción y la narración que ha enamorado al público, pero es incierto que lo aplique en todo su cine. Son multitud de películas las que no tienen ese toque tierno y muy emotivo que podríamos ver en “E. T. El extraterrestre”, por poner un ejemplo. Ahí está la saga de Indiana Jones, “Munich”, “La lista de Schlindler”, “Inteligencia artificial” (2001), “Minority Report” (2002), “Atrápame si puedes” (2002), “Las aventuras deTintín: El secreto del unicornio” (2011)… Independientemente de esto es cierto que Spielberg en muchas ocasiones se ha mostrado tierno y ha hecho un cine muy familiar, pero porque la familia siempre ha sido un tema clave en su cine... que la familia en “La guerra de los mundos” (2005) se reúna al final del film puede resultar artificioso pero no sensiblero…


Lincoln”, por su parte, rehúye cualquier atisbo sentimental, ciertamente, aunque es una cinta perfectamente reconocible de su autor, donde la familia vuelve a ser un tema esencial. Seriedad, sobriedad, solemnidad y un retrato profundo de lo personal y público del presidente mejor valorado por los americanos, un mito al que Spielberg humaniza.

Mucha gente se ha sentido algo decepcionada por este planteamiento solemne de Spielberg, tan clásico, echando de menos más acción. Ante esto nada se puede decir, pero sí explicar que la concepción de la película por parte del director ha sido extremadamente cuidada y pensada, ha dado el tono y ejecutado el planteamiento reseñado con absoluta convicción. Él mismo ha explicado que tenía varios borradores de guión, la mayoría donde se contaba en paralelo el asunto político y el de la guerra, con muchas escenas de batallas, la doble dimensión de esta historia alternativamente, pero Spielberg renunció a todos estos guiones porque se desviaban de lo que él quería contar, la labor del presidente en todo lo que ocurrió. Es una película sobre Lincoln y su trabajo político, además de un retrato personal. Por ello la cinta es casi exclusivamente de interiores y sobre interioridades de la política, de despachos, de conversaciones, de negociaciones, de persuasiones… era imprescindible en esta visión, que es la más acertada a la hora de tratar esta figura, no salir a ver el conflicto, centrarnos sólo en lo que sucede en esos interiores que luego tendrá un eco, eco casi invisible pero terrorífico, en el conflicto que se gesta en over. Por eso es tan magistral ese momento final donde una vez ha concluido todo, Lincoln, a lomos de un caballo, pasea con desolación pero también orgullo por lo logrado, descubriendo el reguero de muertes, dolor y cadáveres que dejó ese conflicto que Spielberg se guarda mucho en mostrar.



Es por esto que “Lincoln” es una obra maestra completa, la cinta perfecta que debía hacerse sobre el tema y el personaje. Una nueva apuesta por el clasicismo más absoluto de uno de los más grandes directores de las tres últimas décadas.

 

Curiosamente la cinta comienza con unas breves y salvajes escenas de guerra, enmarcando la narración, protagonizadas por un regimiento de Kansas de hombres negros en combate contra los rebeldes. De ese barullo pasaremos a la semiintimidad de una conversación entre dos de esos soldados y su presidente, Abraham Lincoln. Uno de estos soldados será más reivindicativo, el otro más sosegado. El movimiento de grúa con el que comienza esa escena es similar al inicio de “El Padrino” y su “Creo en América”. Se encuadrará el rostro de estos soldados que se reivindicarán y explicarán ante el presidente, el poderoso Lincoln, que aparecerá según esa grúa retroceda para incluirlo en el plano de espaldas. Así adoptaremos el punto de vista de nuestro protagonista. La escena concluye de forma muy bella, con Spielberg mostrando el profundo calado que las palabras y discursos de Lincoln tuvieron en los jóvenes, que los recitan de memoria, primero unos soldados blancos y luego el soldado negro que se mostraba más reivindicativo. Luchan por la dignidad del ser humano, que se les considere a todos iguales. Unidos por ello. La grúa, desde la espalda de Lincoln mientras el joven soldado se va y en ligero picado, se acercará al presidente para mostraros su eterno perfil. Un mito.


Lincoln (Daniel Day-Lewis), se mostrará cordial y bromista con blancos y negros, sin ningún tipo de diferenciación. Esta cordialidad y sentido del humor la mostrará en todo momento.

Llevamos cuatro años de Guerra Civil y Lincoln ha sido reelegido presidente. Es 1865, aquí comenzará la narración.



Spielberg vinculará política y familia continuamente durante la película de forma sutil pero evidente, no en un sentido explícito sino uniendo ambos mundos en planos, encuadres y detalles de guión… ejemplificando de esta forma que además de sus principios, la importancia de su familia, de lo que son para él, de que crezcan y vivan en un lugar donde todos los seres humanos sean iguales, acaba resultando una de sus motivaciones más importantes.


En la primera escena de Lincoln junto a su mujer estará presente un espejo, que aparecerá en otras escenas, también de la pareja. Allí Lincoln confesará sus inseguridades y pesadillas (pesadillas que lo vinculan con su hijo, que también las tiene, en su caso por mirar fotos de esclavos, quizá), a su confidente, su intérprete de sueños, su mujer, Mary Todd (Sally Field). Spielberg jugará con los contraplanos usando el mencionado espejo, como un Lincoln escindido, una perfecta presentación de ese personaje que descubriremos en su doble vertiente, personal y política. Allí hablarán de la decimotercera enmienda, la de la abolición de la esclavitud, significado de su sueño, un asunto político que dará paso a una escena completamente familiar.


Una habitación en penumbra, una chimenea iluminando a un niño dormido, imprescindibles en Spielberg, que había estado mirando fotos de esclavos, la sombra de Lincoln bañándolo al entrar por la puerta, acostándose a su lado en el suelo… Una bellísima y tierna estampa paternal y cotidiana, protectora y amorosa, acogedora y segura. Cuando Lincoln lo lleve a la cama ambos recordarán a su hermano fallecido hace tres años, William, que murió en 1862. Este pequeño es Thomas.



Spielberg resuelve el homenaje a la bandera con planos casi documentales, identificándose con el público allí reunido. Acto seguido se irán desarrollando los conflictos políticos. Lincoln se ocupará de asegurar el voto de todo su partido, con ello se nos mostrarán las distintas sensibilidades dentro del partido republicano, donde los conservadores prefieren evitar problemas y aunque no negarán su voto a Lincoln prefieren ver cómo se desarrollan las circunstancias antes de asegurarlo, ya que dan prioridad al término de la guerra antes que a esa enmienda por la que no se preocupan mucho.  Una enmienda rechazada 10 meses atrás. Los republicanos tienen mayoría, el 56 %, pero se necesitan dos tercios de la cámara y ante la oposición demócrata, claramente a favor de la esclavitud, faltan 20 votos para lograr la mayoría necesaria (son 182 en total, se necesitan 122). 20 votos que hay que conseguir de las filas demócratas precisamente.



Todo esto puede resultar aburrido si esperas acción, pero resulta apasionante por su verismo y lo que supuso en la historia, además de por el pulso narrativo de Spielberg. Para la captación de esos demócratas se centrarán en los que no tienen trabajo, lo perdieron 64 de ellos (39 parecen imposibles de convencer), para esto Lincoln no se pondrá límites, hay que lograrlos como sea. Ese "como sea" es lo que ha resultado polémico, ya que se usaron sobornos y tentadoras propuestas, estirando la ley hasta su límite máximo en su lucha por un derecho humano básico, la dignidad y el ser considerado igual. Derechos que todavía no estaban vigentes. La declaración de la ONU será en 1948.



 






20 comentarios:

  1. Gran película.

    Se puede hacer cine lento( ;-) ) sin caer en el sopor. Esta cinta es la demostración.

    Gran Daniel Day-Lewis, Oscar seguro.(Denzel Washington en "El Vuelo" no sé si entra en concurso pero también hace una actuación prodigiosa, pero la película es un pestiño de cuidado, mal Zemeckis).

    Gran ambientación, otro Öscar fijo. Y a la mejor película entiendo que también, dado el tema tratado.

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    1. Así es amigo Eddie, más que lenta es pausada, pero como dices lo "lento" siempre se usa de forma peyorativa.

      A la mejor película no veo a otra candidata, salvo LA VIDA DE PI, al resto de candidatas les falta el director o el guión en las nominaciones, lo cual es un problema para que te consideren mejor película, sería algo difícil de justificar. Sólo se lo podría disputar LA VIDA DE PI, por tanto. ARGO no me importaría que se llevara lo que fuera, me parece extraordinaria. Veremos.

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    2. ARGO no he podido verla por problemas en el stream.... ejem.

      Y La vida de Pi me han dicho que es un gasto de tiempo y dinero ahorrable.(Y también lo he leído por twitter). Si tú la ves candidata para mejor película ya me haces dudar.

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    3. No, en realidad no la veo opciones, aunque a mí me gustó, lo digo porque es la segunda más nominada y tiene a director y guión nominados también, ARGO o DJANGO no, LOS MISERABLES tampoco, por ello las veo menos opciones. El resto, aunque pueden tener ambos aspectos nominados, como AMOR o EL LADO BUENO DE LAS COSAS, no las veo tosiendo a LINCOLN.

      ARGO, creo que te puede gustar, se merece todos los premios que se ha llevado.

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  2. A ver si la consigo ver, sí. La de Django me dececpcionó muchísimo, salvo Di Caprio y Waltz(y la ambientación), me parece un truño de cuidado.

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    1. A mí me gustó, la tengo hecha, cuando acabe con ésta la pondré. Tiene un problema, básicamente es lo mismo que KILL BILL, más toques en la estructura de MALDITOS BASTARDOS.

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    2. Cuando la cuelgues la pondré fina.... para mi está a mucha distancia de Kill Bill Vol.2(el Vol 1. no me gusta pero por ser como es, no entro en si es un truño o no) y de Malditos Bastardos, salvo en las actuaciones de los mencionados.

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    3. jajajaja eso me parece bien, variedad de opiniones ante todo.

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  3. Pues gracias por el análisis, gran trabajo.
    La cuestión es q no está en mis previsiones…
    No por nada, porque me fio ciegamente de tu criterio, pero mi tiempo es casi menor que cero y mi lista tiende a infinito.
    Por eso me gusta leerte: al menos conozco novedades de forma detallada que de otra forma me perdería…

    Un beso, Sambo!

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    1. Hay que seleccionar Reina, uno ve lo que hay en el mercado y elige jejeje.

      Un beso fuerte.

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  4. peliculón que refleja perfectamente lo que fue el posiblemente mejor presidente que ha tenido USA.

    Daniel Day Lewis en su línea, lo borda. La voz en versión original es impresionante.

    la única pega que le pueden encontrar es el ritmo y que hay que saber sobre la historia de USA para entender todo. Pegas que le pondrán muchos,otros vemos más allá

    Spielberg nunca decepciona

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    1. Así es Chu4che, ese va a ser el pero que le van a poner o le ponen, pero es la obra maestra que merecía tema y personaje. Soberbia y casi segura ganadora del Oscar.

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    2. a mi me gustaría que lo ganase Los Miserables pero es casi imposible

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  5. Pues yo creía que Lincoln era una marca de coches (de cochazos, más bien),.

    Me corroe la duda: ¿tú vives de la crítica de cine? Porque si no es así, no veo de dónde puedes sacar el tiempo necesario para ver, diseccionar y comentar tantas películas. Impresionante.

    Confiésalo, MrSambo, tú eres Garci.

    A propósito de la película, a ver si uno de estos días la puedo ver en el cine. Ayer asistí a "Los Miserables" y me decepcionó; ¡cómo se pueden elegir unos actores sin voz para una obra musical! Quizá tenía que ser así: ya era una obra magnífica en teatro y absolutamente magistral en novela: serlo también en cine desequilibraría el universo.

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    1. FGLurker jajajajajaja, me da que no. En realidad no tardo tanto y tengo un buen colchón escrito. Pondré el análisis antes de los Oscar seguro. LOS MISERABLES ha sido una de las cintas más potentes del año... Creo que lo de actores sin voz ha sido elección, o se elegía a cantantes que no actuaran mucho o al revés, además cantan en directo, una pretendida naturalidad y espontaneidad en la ejecución. Ha habido división de opiniones, claro.

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  6. ¿Porqué las mierdas de perro se esconden entre la senda de las berza? Me cago en la leche12 de febrero de 2013, 18:56

    Mr. es un hombre ocupado. El diseño de orinales lo lleva absorvido. Y por las noches trabaja como animador socio-cultural en un tanatorio.
    Es un cinéfilo desconocido su "negro" particular, el que le hace las críticas. Con la única condición de mantener el anonimato.
    Sólo he podido descubri que cada crítica la envía en un sobre con las iniciales L.M.
    El Agamanón Licántropus del Halo Inconcluso me ha comentado que lo vio echar una vez el sobre. Vio su silueta y se espantó. Algo así como un hobbit chepudo.
    De nada por el dato.
    La peli...estoy con ella, luego comento.

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  7. Ahora continúo con el resto de la crítica. A bote pronto, supongo que coincidiré con Sambo. Quizá he visto la película en mala hora, con el sopor del almuerzo y la primera parte me ha costado un mundo. Mientras la veía, he admirado su factura, ha apreciado todo lo que comentais, pero como entretenimiento (en un amplio sentido) no ha funcionado para mí salvo hasta muy adentrada la narración. Le daré otra oportunidad en otro momento.

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    1. Tú crítica o el pero que le pones a la cinta es intachable en el sentido de que entiendo que pueda pesar la cinta, es exigente y sobre todo si vas con otra idea el impacto se puede hacer excesivo, pero si entras en ella es deslumbrante. Es muy probable que si la ves otra vez te guste bastante más.

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