martes, 17 de abril de 2012

BOSTON: Boston (1976)







Tom Scholz, principal responsable y alma de Boston, es un genio como músico, guitarrista, compositor y visionario. Graduado en ingeniería por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, ha aplicado sus conocimientos a la música siendo uno de los creadores más influyentes y que más ha aportado a la producción discográfica. Creador del equipo de sonido “Rockman”, usado por bandas como ZZ Top, Journey, Ted Nugent o Def Leppard, que lo usó en su mítico "Hysteria", es lo que hace que el sonido de  “Boston” sea absolutamente insuperable. Cada disco de Boston es una experiencia sonora sin parangón, de una calidad de sonido extraordinaria, sin exceso de artificios, potenciando y enriqueciendo amplificaciones y efectos para las guitarras especialmente. Un uso de la tecnología nada hortera ni artificioso, aunque pueda resultar una paradoja, porque es precisamente lo que quería evitar Scholz, el uso de la informática y demás recursos que ahora abundan.

Journey, Foreigner, Toto y Survivor suelen considerarse las 4 piedras angulares del AOR, se tiende a obviar a Boston por su peculiaridad y porque quizá ha sido mucho menos imitada que las anteriores, aunque todas ellas son completa y absolutamente personales y reconocibles. El estilo de Boston no es ajeno al progresivo o al sinfónico, y ha sido influencia para ambos estilos también.

Sólo escuchando un simple punteo sabrás reconocer inmediatamente al grupo, no necesitarás más, tan impactante y brillante es su sonido. Pero no sólo es la guitarra de Scholz la que da la personalidad al grupo, también lo es la de Barry Goudreau, que realizó un magnífico proyecto llamado “Orion” que sacó un único disco llamado “The Hunter” muy en la onda de los Boston y que contó además con la participación de Brad Delp. Éste, Brad Delp, es la otra parte fundamental del grupo por su voz única y especial que también hace reconocible al grupo con que pronuncie una simple sílaba. Un excelso cantante que alcanza notas de soprano. Por desgracia Delp se suicidó el 9 de marzo de 2007.

Boston” tiene una discografía increíblemente breve habida cuenta de que comenzaron en 1976. Tanto es así que en 1994 sacaron su cuarto disco. Posteriormente han sacado un “grandes éxitos” y otro álbum en 2002 que poco tiene que ver con los anteriores. Los 4 álbumes de “Boston”, el primero, que es el que nos ocupa, “Don’t Look Back” que fue el segundo, “Third Stage” que supuso ya una progresión en su sonido, y el último y absolutamente magistral “Walk On” de 1994, suponen, cada uno, una evolución del sonido nunca antes oída, ampulosidad, melodía, potencia, riqueza armónica, sentimiento y sonido deslumbrante y cristalino que llena los oídos de una forma apabullante.

Desde el tercer disco su estilo de rock melódico, sin cerrarse a estilos más duros, Hard Rock, o más suaves, AOR, evolucionó a un AOR más claro y absolutamente personal.

Este debut, que se encuentra entre los más deslumbrantes de la historia, fue un auténtico exitazo, no se había oído nada igual, un sonido que podría pasar por cualquier producción actual e incluso nos costaría Dios y ayuda encontrar alguno que lo supere. Más de 17 millones de copias vendidas lo abalan.

Cada disco de Boston, cada canción, es una obra maestra de armonías, tanto vocales como especialmente guitarreras, no sólo es que el virtuosismo sea magistral, es que las melodías y como se entremezclan son algo insólito y deslumbrante.

Quizá no te guste el AOR, no sepas lo que es, no sepas distinguir rock melódico de otra cosa, quizá no sepas el nombre del grupo ni de ningún otro grupo de este estilo, pero si de algo estoy seguro es de que habrás oído “More Than a Feeling”.

Tom Scholz a las guitarras, al órgano, al bajo… Barry Goudreau también en las guitarras, Brad Delp a las voces, Fran Sheehan al bajo y Sib Hashian a la batería, entre algunos otros…


More Than a Feeling: El tema del disco y de Boston por excelencia, el mayor éxito de la banda sin ninún lugar a dudas. Curiosamente es el tema que más se aleja del estilo general, ya que “More Than a Feeling” entronca con el AOR de forma clara mientras que el resto del disco tiende más al rock melódico muy clásico. Muchas veces cuesta distinguir o separar ambos estilos, para dar algunas pistas digamos que el AOR usa más los teclados, los coros y resulta más melódico y algo menos rítmico, el rock melódico utiliza más el piano, también usa los coros pero todo es más rítmico, de ritmos más vivos. A veces resulta imposible diferenciar ambos estilos. El tema es simple y llanamente sublime, las armonías vocales, los agudos, los juegos de voces y coros son conocidos por todo el mundo. Si has estado vivo y despierto en algún momento de los últimos 36 años conocerás este tema. El magistral inicio con las acústicas, ese sonido clásico, la modulación vocal de Delp, desde lo sutil a lo agudísimo, la melodía de guitarra que da paso a los riffs contundentes y también melódicos que enmarcan el memorable estribillo, las estrofas repletas de sensibilidad cambiando el ritmo en un vaivén incesante. Reiniciamos de nuevo con las acústicas y la suave voz de Delp, aquí suena todo perfecto y cada instrumento en su sitio con total nitidez, la ruptura guitarrera para entrar en el riff y el estribillo pone los pelos de punta cada vez que se repite. Los coros y armonías vocales son para enmarcar en el estribillo. Alucinante. Las estrofas tienen todo el aliento clásico. Delp se eleva hasta el infinito y más allá antes del solo, que como no podía ser de otra manera es para enmarcar, y eso que simplemente es una melodía sin más complicación. La última parte, con esa estrofa casi susurrante y la recuperación del tema para que intervenga la guitarra, Delp nos pegue un grito inolvidable y las guitarras cobren todo el protagonismo para despedirnos con el estribillo, redondean un tema perfecto. Perfecto.

Peace of Mind: Otra acústica, pero más rítmica, inicia el segundo tema, luego las eléctricas, también muy melódicas hacen acto de presencia. Aquí hay más ritmo. Cada estrofa es un deleite, los coros entran en los momentos oportunos creando bellas armonías en el estribillo. La base instrumental mezcla acústica y eléctrica de forma única y magistral, los detalles guitarreros de Scholz son inconmensurables. La parte instrumental para derretirse. Rock melódico de primer nivel. Entramos en las estrofas de nuevo, todo suena espectacularmente, las voces, las guitarras con sonidos casi espaciales y un magnífico e intenso estribillo. El final es pletórico con un Delp en estado de gracia y la parte instrumental melódica y contundente que hace de la melodía el sentimiento. Así concluirá este espectacular tema. Los riffs melódicos son una de las marcas de identidad de Boston, irrepetibles e inigualables.

Foreplay/Long Time: Entramos en el tema más largo del disco. Un espectacular teclado lo inicia, teclado tocado por Scholz, y la batería de Sib Hashian entra en seguida a acompañarle. Sublimes ambos. Los crescendos instrumentales de Boston son leyenda. Tras la tormenta sonora, que habrá inspirado a un montón de grupos progresivos y sinfónicos, entramos en otro rock melódico de altura con una melodía perfecta de guitarra, perfecta y virtuosa. Delp nos lleva por las primeras estrofas de "Long Time" acompañado por un teclado de fondo. La cosa sube en intensidad y los demás instrumentos se van sumando hasta llegar a esa increíble parte acústica y con palmas donde las armonías vocales se elevan a cotas maravillosas. Solo de Scholz absolutamente espléndido, Barry Goudreau también hace un trabajo sensacional en las guitarras rítmicas en este tema. Cambios de ritmo y melodías constantes. Un sobresaliente trabajo compositivo también de Scholz. Las melodías se van desgranando con absoluta naturalidad, no hay nada forzado, todo parece fluir como por lógica matemática. Otra vez llegamos a la fase de palmas y armonías vocales acompañadas de acústicas que una vez termina estalla en guitarras eléctricas, riffs y un solo magistral, absolutamente magistral. Deleitaos con el sonido de estas guitarras, es único. Una producción de otra galaxia. Rock melódico venido del espacio. Unas estrofas más tranquilas van subiendo de intensidad en la parte final hasta el estribillo y la aparición de las palmas, aunque ahora con eléctricas, que desembocan en una explosión de armonías vocales, guitarreras, coros e intensidad. Para oír una y otra vez.

Rock and Roll Band: Riff poderoso y contundente. Es puro Rock and Roll. Scholz pletórico. Aquí la bateria la lleva Jim Masdea. Las estrofas melódicas llegan a un magnífico estribillo que se hace muy rítmico y alegre. Todo el tema es pura vitalidad, para saltar y bailar. Brad Delp es un cantante inigualable. Tras el estribillo nuevo solo muy melódico, la estrofas recuerdan a esa vitalidad de Meat Loaf en su “Bat out of Hell”. El estribillo mezcla a la perfección la melodía y el ritmo. Las guitarras nos deleitan con una nueva melodía a lo Boston como despedida. Un tema corto pero intenso.

Smokin’: Otro tema de los inolvidables del disco. Puro Rock melódico de ritmos trepidantes, riff contundente y rockero, estribillo a coro y muy rítmico sin perder la melodía. Si no mueves los pies con esto estás muerto o sólo sirves de extra de "The Walking Dead". Puro Rhythm and Blues casi en la parte instrumental con ese órgano tocado por Scholz y la batería de Hashian luciéndose, luego las guitarras aumentan su potencia en los riff y pasamos a una fase tensa donde todo parece querer estallar con unas guitarras amenazantes. Progresivo, Rhythm and Blues, Jazz, Rock, todo en este tema de teclados ejemplares. El Delp más rockero también se luce, como en cada frase de cada estrofa del disco. Sudarás.

Hitch a Ride: Un nuevo comienzo de acústicas nos meten en una melodía deslumbrante, las modulaciones agudas de Delp son increíbles. Irrumpe la betería  pero la melodía sigue siendo igual de magnífica. Intervalos instrumentales breves entre estrofas para nuestro deleite matizan y enriquecen cada tema, aquí tenemos buenos ejemplos. Maravilloso estribillo. Al minuto y medio el tema cambia de ritmo y estalla con un teclado vertiginoso, entran también las guitarras con su inconfundible sonido y melodía. Los coros en Boston son absolutamente perfectos y pulcros, un gozada. Poco antes de los dos minutos y medio el tema se para, se hace suave y un punteo melódico adquiere el protagonismo, poco a poco la cosa se hace más intensa, melodía y virtuosismo sin límites en un final instrumental de dos minutos majestuosos.

Something About You: Emotiva atmósfera inicial con un sutil agudo que deja paso a las guitarras melódicas típicas de Boston. Magnífico uso de los platillos en la batería, algo común a todo el disco, por parte de Sib Hashian. Estrofa muy melódica y sobre todo muy agresiva y contundente, con un Delp que no cesa en su estado de gracia. Las armonías y los coros están perfectos en las estrofas, dan el contrapunto perfecto, y en el estribillo ocurre lo mismo. Melodías exquisitas, donde estrofas y estribillos son todo uno. Nueva estrofa en una estructura clásica, puente con esos detalles de los coros para llegar de nuevo al estribillo en un clímax vocal. Guitarras con profundas distorsiones, y aún así totalmente reconocibles. Estrofas con detalles guitarreros y armonías vocales aún más presentes, ahora se mezclan armonías guitarreras con vocales en un derroche de creatividad. Una guitarra protagonista y una última estrofa vocal despiden otro tema soberbio.

Let Me Take You Home Tonight: El último tema de este corto álbum que quisiéramos durase un poco más. Unos ritmos algo funkys y extraños con acústicas y eléctricas suaves que dan paso a una melodía más reconocible, una melodía exquisita de hecho, donde los coros son básicos y ejemplares. Barry Goudreau se encargará de la guitarra solista en esta ocasión, mientras Scholz se ocupa de las rítmicas y los teclados. El estribillo con esos coros y armonías es una gozada. La perfección sonora hecha disco, recordemos que es de 1976, tela. Una sutil estrofa con un órgano de fondo estalla en un solo suave que se transforma, un diálogo curioso. Las melodías guitarreras tendrán su momento, como siempre. Mitad de canción con acústicas y suavidad vocal que, como antes, cambia de ritmo e intensidad, variaciones melódicas en las melodías vocales, todo de absoluto lujo, para encarar el final con el estribillo de nuevo, ahora más rico en matices y variaciones de ritmo. La parte final es un cambio asombroso de ritmo que te hace brincar ipso facto. Y cuando parece que va a acabar ¡acelera aún más! Un disco que es puro placer desde que suena la primera nota hasta que se va diluyendo la última.

Imprescindible disco de un imprescindible grupo que es piedra angular del rock, y del melódico especialmente, que ha influido no ya en grupos sino en estilos. Es obligado escucharlo te guste lo que te guste. 



8 comentarios:

  1. Has elegido un buen disco. Parece que el libro "simbología metalingüística" de Leo Messi, te ha inspirado17 de abril de 2012, 13:05

    Apabullantes, impresionantes. El mejor rock americano de la historia, sin más matices. El more than a feeling, un temazo inolvidable. El foreplay-long time un puro virtuosismo homenaje al progresivo que empezaba a dar sus últimos estertores ¿la primera canción de neo-prog? pudierese ser, pudierese.
    ...y smoking, mi debilidad. Un flipe, un alucine, un vacile descarado, un speed-rock rozando el heavy, casi parece una canción de los Judas.
    Un disco redondo (ovalados, rectangulares, con forma de páncreas de morsa ártica o en relieve como la chepa de Messi son poco prácticos) y apabullante de principio a fin. Los jodíos se quedaron a gusto, anchos y largos.
    Empezaron tan fuertes que el listón lo dejaron tan alto que ni con el maravilloso don't look back lograron igualarlo.
    Por cierto, apuesto mozo, la primera vez que lo escuché me lo grabó un amigo en aquellas inolvidables TDK de 90 minutejos. Por la otra cara, el primer LP de Gary Moore (D.E.P). Así que ya ves el nivel.
    HOy no haré pronósticos. Sólo uno: Cristiano marcará dos goles.

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  2. Totalmente de acuerdo Rústico, impresionante de principio a fin.

    Las TDK, he usado muuuchas de ellas para hacerme mis remix, qué tiempos...

    No es mal pronóstico, ojalá se cumpla

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  3. Oh!! Sensei!!!

    Mis Boston!!! Mi "more than a feelin'"…

    Después de leerte y leer a Rustico, no me veo capaz de aportar nada más!!!

    Sólo diré q cuando lo oí por primera vez me encantó, y que, después de tantos años, sigue produciéndome la misma sensación: entusiasmo, que se me vayan los pies y los hombros sin querer, que canturree…

    En fin…

    Gracias!!!

    Hoy has aportado optimismo a este día difícil!!

    En deuda estoy!!

    Besos,

    R

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  4. No tienes deuda alguna, una seguidora fiel como tú no tiene deudas aquí, disfruta de los temas como yo jajaja.

    Es un tema especial y de los más representativos del género sin duda. Un joya.

    Un beso R.

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  5. Hola.
    Soy Sabbath9. Quería felicitarte por este extraordinario blog, que tan buenos momentos me hace pasar. Con Boston has tocado una debilidad, son una extraordinaria banda que nunca han recibido el reconocimiento que merecen.
    Sensacional crítica.

    Un abrazo

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  6. Bienvenido Sabbath9, un placer tenerte por aquí. Muchísimas gracias. Totalmente de acuerdo, es un grupo de antología y sólo parece estarlo para los amantes del rock melódico, lo que está claro es que al manos todos conocen More Than A Feeling jaja.

    Un abrazo.

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  7. Creo que voy sacar mi rockman de su maletín, enchufarlo a la Les Paul y tocar un poquito.

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