sábado, 10 de noviembre de 2012

DREAMTIDE: Here Comes The Flood (2001)










El AOR épico de los Fair Warning es un estilo único, con el referente de “Zeno”, pocos grupos se le parecen. “Dreamtide”, con miembros de la magnífica y mencionada banda, es un proyecto que sigue la senda de aquellos, especialmente reconocible por la intensidad épica y el inconfundible sonido de la guitarra de Helge Engelke. Fair Waning ya contaba con la presencia del bajista de “Zeno”, Ule W. Ritgen, con lo que este estilo tan único casi se inicia y cierra en este grupo de músicos y estos tres proyectos.

Poderosas voces, aunque el cantante Olaf Senkbeil se muestra mucho más limitado que el líder de Fair Warning, Tommy Heart , ampulosidad con épicos teclados, y melodías, y unas guitarras tan personales como intensas, agudísimas e inconfundibles. CC Behrens, el batería, también es miembro de los Fair Warning.

Pura melodía que rellena los altavoces con coros casi operísticos, melodías casi orgiásticas de desaforado lirismo y armonías que funden la sentimentalidad melódica con la potencia más heavy. 

Un estilo que enamora o satura pero difícilmente dejará de llamar la atención.

Dreamtide” contiene elementos más heavys que muchos de los álbumes de Fair Warning, y la voz mucho menos lírica, poderosa, melódica y más limitada de Olaf Senkbeil, que no llega ni de lejos a las notas más agudas y altas, con respecto a la de Tommy Heart le da un tono algo más oscuro, pero el gusto por el AOR operístico, las sutilezas melódicas que rompen en tormenta épica, la variedad compositiva y la brillantez instrumental se mantienen. 

Además como en el caso de Fair Warning hay temas duros, medios tiempos y baladas, y no se renuncia a los matices acústicos.

Un proyecto de gran envergadura y calidad, muy personal y que sigue a la perfección la senda de los Fair Warning. Es fácil que los Scorpions también vengan a la cabeza alguna que otra vez.

Este “Here Comes The Flood” es su disco debut y el mejor de su discografía, que hasta ahora consta de tres álbumes. El resto, manteniendo los mismos parámetros y calidad en la ejecución, tienen un nivel inferior bastante marcado, mucho menos inspirados, aunque con buenos momentos.

Olaf Senkbeil a las voces, Helge Engelke en las guitarras, Torsten Lüderwaldt en los teclados, Ole Hempelmann en el bajo y C. C. Beherens a la batería.



What You Believe In: Este tema es el mejor ejemplo de todo lo que he comentado sobre el estilo del grupo. Ampulosos y espectaculares teclados lo inician, pronto una línea vocal, que hace las armonías de forma sublime, a la vez que entra el riff de guitarra y una atronadora batería, todo latente, marcando la melodía que se disparará en pocos segundos. Un comienzo magistral. Todo suena épico, muy melódico y muy potente. Estrofas contundentes, tensas, con aliento heavy hasta el estallido de la batería. El puente es una maravilla, muy apoyado por los coros. El estribillo es simplemente perfecto, conjuntando todas las virtudes del grupo, brillante y muy elaborada melodía. Tras repetir estructura tenemos un espléndido solo al más puro estilo Engelke, con esos agudos que se te clavan en el pecho. La segunda parte del tema se hace aún más intensa y pasional, contiene parones, cambios de ritmo y juegos vocales creando armonías, así como improvisaciones en el estribillo. Una gozada que además añade la impecable guitarra de Engelke para rematar por todo lo alto el tema. Puro virtuosismo. Temazo.

Ten Years Blind: Riff contundente para un tema pesado y potente. Canción más oscura pero con patrones que se asemejan. Menos vistosa pero de la misma calidad. Detalles que recuerdan a unos alegres Led Zeppelin en las primeras estrofas. Todo cambia en el puente, florido y muy melódico, de nuevo parece un estribillo, además contrasta con él, ya que éste es más pesado y mucho menos pegadizo, más hardrockero. Vuelven las estrofas zeppelianas hasta el puente y el nuevo estribillo, que contiene coros oscuros. Una estrofa tremendamente melódica y muy épica florece de forma magnífica tras éste segundo estribillo. Parón instrumental, que también tiene un deje zeppeliano, y que da paso al puente y el estribillo. Voces principales dobladas en el estribillo que antecede a otro virguero solo de guitarra, lucido y muy chispeante, que nos acompañará hasta el final y compartirá presencia con intermitentes coros épicos. Otro final de antología.

Come With Me: De nuevo detalles de sintetizador y teclados espectaculares dan comienzo a otra barroca melodía aorera. Estrofas melódicas que cobran intensidad de aliento heavy y alcanzan un puente que de nuevo podría pasar por estribillo, y cuando parece que volveremos a otra estrofa llega el verdadero estribillo, perfecto e intenso, que vuelve a ejemplificar las mejores virtudes del grupo. Lirismo exacerbado e intenso. Una vez se repite la estructura llegamos a un nuevo solo de Engelke tras el estribillo, brillantísimo, muy lírico y agudo y tomándose mimo y tiempo para elaborarlo y clavarlo con todo el sentimiento posible. El puente que sigue al solo, con ciertas variaciones melódicas sutiles, es una maravilla. Un amanecer lírico y melódico, puro dramatismo aorero. En la parte final se juega con el estribillo, detalles de coros grandilocuentes, aceleraciones de batería, cambios en la línea vocal principal y las imprescindibles armonías con la guitarra virtuosa luciéndose. “Dreamtide”, siempre dramáticos, pomposos y espectaculares.

Dreamers: Primera balada del disco. Bellas estrofas lentas con un acompañamiento de sutil sintetizador y algún apunte de coros llegan hasta el estribillo, cantado de la misma manera. Un hermoso inicio de toques célticos, con flautas y un ambiente casi mágico. Se van sumando elementos orquestales a base de sintetizador, subiendo la intensidad de las estrofas, entrada de acústicas hasta la irrupción definitiva de la batería. Toda la tormenta lanzada y el solo de guitarra que no se hace esperar mucho. Brillante, especialmente en su combinación con la batería. Un estribillo cada vez más desbocado con la aparición de coros y juegos vocales. Un bonito parón donde la batería se queda sola para pasar el testigo a la guitarra de nuevo, realmente es una hermosa composición y el trabajo de Engelke es magnífico. En el final no podemos prescindir de las hermosas armonías con esa guitarra predominante. Cuando todo cese nos quedarán unos impresionantes coros en soledad. Gran balada.

Crashed: Pequeño solo de sintetizador y reminiscencias orientales para dar inicio al tema. Un tema duro de coros potentes, una canción más seca aunque contenga los mismos elementos barrocos y vistosos habituales, pero en el estribillo los duros coros dan un contraste más seco y pesado al tema. Dicho esto el estribillo vuelve a ser otro acierto, larguísimo y muy elaborado en la línea habitual. Tras el segundo estribillo tenemos un parón donde una voz nos habla y la guitarra de Engelke se luce en segundo plano hasta estallar en su virtuosismo habitual, rubricado con  los sintetizadores distorsionados que escuchamos al inicio. Las estrofas vuelven a crecer en intensidad para encarar el final con el estribillo a todo poder, y un Olaf Senkbeil desgañitándose antes y durante el espectacular cambio de ritmo, que también tendrá una importante presencia de la imprescindible guitarra de Engelke, que se luce hasta el final. Un final sensacional.

Your Life: Inicio guitarrero de rock cincuentero y sesentero en versión épica de “Dreamtide”. Un tema muy pegadizo de ritmos muy vivos, coros femeninos y mucha vitalidad dramática. Engancha de mala manera, es muy adictiva esa mezcla clásica que logran encajar perfectamente en el estilo del grupo. Los coros del estribillo están sacados de los 50 o los 60 pero con el tono épico del grupo. Una guitarra casi rockabilly y una melodía increíblemente efectiva. Parón acompañado de coros y reinicio vertiginoso, ideal para saltar y motivarse. El ritmo aumenta más aún en el final para acabar de rematarlo. Muy buen tema, algo distinto a los demás.

Moment Of Truth: Uno de los temas más destacados del disco. Inicio suave con violines acompañando a una guitarra casi sin amplificar que sirven de marco a las primeras estrofas de la línea vocal. El estribillo estalla con intensidad pero con una solitaria guitarra acompañando a la voz principal, una vez acaba entrará el resto del acompañamiento, excelente. Engelke nos deja detalles de su maestría como transición para seguir avanzando. La intensidad va subiendo, variaciones de Senkbeil hasta llegar a un estribillo con todos los recursos del grupo a pleno rendimiento. La guitarra entra de forma muy sutil, casi como una línea melódica que se va desarrollando. Parón donde empiezan a entrar coros, femeninos, como pausa antes de llegar al verdadero y espléndido solo de guitarra. Los estribillos no nos abandonarán hasta el final, pero como acostumbra el grupo irá añadiendo multitud de elementos, coros femeninos que dialogarán con la voz principal, variaciones en la melodía del estribillo y detalles guitarreros por todos lados. Otro final orgásmico y barroco de gran belleza.

Sundance: Cantos y ritmos tribales para comenzar el tema. De los sonidos orientales de “Crashed” a los tribales del octavo tema del álbum. Épicos coros femeninos y potentes guitarras acompañan a los mencionados cantos tribales como introducción a la primera estrofa vocal. Magnífico uso de los platillos en el puente. El estribillo es otro acierto total. Los cantos tribales aparecerán durante todo el tema como transición de forma intermitente. Los coros se hacen aún más espectaculares tras el segundo estribillo, como antecedente al solo de guitarra, un solo que tiene una entrada maravillosa. Otro gran trabajo de Engelke. Parón donde los cantos tribales cobran nuevamente protagonismo y dialogan con el resto de coros subiendo la intensidad hasta romper con el estribillo de nuevo. La parte final contiene una absolutamente espectacular guitarra que volverá a ser un placer para los oídos más barrocos. Un juego de armonías deslumbrante.

Heaven Knows: Nuevo inicio de sintetizador para esta preciosa balada. Una melodía preciosa acompañada de unos espectaculares y ampulosos sintetizadores, cuerdas, coros y una suave pero grandilocuente base de percusión. Incluso en los temas más sencillos en apariencia “Dreamtide” marca su estilo más barroco. No hay riffs, no hay guitarras ni una batería potente. Es todo orquestal, pero tan dramático y operístico como acostumbran. Los coros en el estribillo son una gozada.

Promised Land: Las violas y los cellos están muy presentes en el disco, ideales para esa atmósfera tan orquestal que busca el grupo. Aquí se unirán pronto a la poderosa batería y fiera guitarra en la introducción del tema. Las estrofas se suceden hasta llegar a un buen puente, muy potente. El estribillo, muy barroco y épico, tiene gran aliento heavy, acrecentado con los coros varoniles. Tras el segundo estribillo, como suele ser costumbre, aparece Engelke y su soberbio solo de guitarra habitual. Coros duros como transición y línea vocal muy heavy encarando el final. Verdaderamente heavy, con una esplendorosa guitarra muy vistosa y adornada, muy influida por la música clásica. Un gran tema que finaliza con toques de viola y cello.

I Take The Weight Off Your Shoulders: Magnífica melodía la que tiene este tema, iniciada con un sintetizador y luego una guitarra para romper con la batería. Una onda a Bob Catley y los Magnum en su estilo. Pegadiza, intensa y muy lírica, aunque menos épica inicialmente. El puente es sublime, alargado y extenso, impecable. Gran estribillo muy de AOR clásico con grandes apuntes de teclado del omnipresente Torsten Lüderwaldt. Pausa tras el segundo estribillo con estrofas distintas y un ritmo más calmado para entrar en el solo de guitarra, nuevamente brillante. El uso del vibrato de Engelke es una maravilla en todos los temas, rasgo imprescindible de su estilo. Estrofas casi sin acompañamiento y ruptura hacia el final con juegos de voces en el estribillo, improvisaciones, grandilocuentes coros, la base melódica de la guitarra y buenos puenteos. Otro soberbio tema.

Cross The Line: Tema muy en la onda de U2, especialmente en las estrofas y ese inicio muy típico de Bono y los suyos. La cosa cambia un tanto en el estribillo, coros femeninos presentes y la intensidad lírica clásica del grupo aunque mucho más matizada. Buena melodía y trabajo melódico del bajo. La guitarra lleva un riff con wah wah, un recurso que Engelke usa mucho. La estructura se repite hasta que al final del tema entra la guitarra para romper el orden e iniciar las improvisaciones del clímax. Agradable tema.

Phoenix Tears: Para concluir un tema instrumental para total lucimiento de Engelke, si bien es cierto que al haberse lucido de forma descomunal a lo largo del álbum aquí se muestra elegante y discreto. Es obligado mencionar el uso del vibrato una vez más guiando la melodía en sus momentos más agudos. Una preciosa melodía. Lenta y sensible.

Temas muy extensos en su mayoría, muy elaborados. El disco tiene dos pequeños defectos, la voz de Olaf Senkbeil, que no puede hacer olvidar en ningún momento a Tommy Heart, y no parece el cantante más adecuado para el lirismo exacerbado y épico de las melodías del grupo, y una producción poco limpia, no muy depurada, que no logra sacar todo el partido a la espectacularidad del grupo, un sonido no del todo definido que tapa matices y da sensación de barullo en ocasiones. Esto no impide que disfrutes de esta grandísima obra, pero un sonido más limpio hubiera dado como resultado una obra verdaderamente impresionante a nivel sonoro. 

Magnífico disco, con pocos peros que ponerle, salvo que su marcado estilo te sature, cosa que tampoco sería rara, pero si conectas con él deslumbra. Mención especial para el trabajo de Helge Engelke, su uso del vibrato y los agudos es una maravilla.

2 comentarios:

  1. El legado de Fair Warning, prácticamente un nuevo disco de los teutones tras sacar aquél "4" (con sus altos y sus bajos, pero con temazos), y decidir separarse (por un tiempo).

    Para mi fue sensacional descubrir que Engelke decidía seguir explorando su música y su sonido a través de éste proyecto, los dos primeros discos me encantaron, aunque reconozco que con el último he fruncido un poco el ceño.

    Ahora bien, también debo decir que los discos recientes de Fair Warning tras reunirse no han sido santo de mi devoción, me da la sensación de que les falta el alma que tenían en sus primeros trabajos, como en mi adorado "Go!".

    En definitiva, Helge Engelke no decepciona, Here Comes The Flood es un pedazo de disco si te mola el rollo Fair Warning, de cabeza.

    ResponderEliminar
  2. El GO! Qué discazo por Dios!!!! Grandísimo Engelke.

    ResponderEliminar