lunes, 18 de enero de 2016

Crítica: SPOTLIGHT (2015) -Última Parte-

THOMAS MCCARTHY












Personajes planos.

Los personajes de “Spotlight” son casi robóticos, neutros, no hay apenas diferencias entre ellos y sus personalidades, apenas esbozadas y marcadas más por el carisma de cada personaje y el tono que pretende el actor que por situaciones de guión, que los limita a su trabajo de investigación, con lo cual es difícil desarrollarlos, evidentemente. Lo único que importa es la historia, el escándalo y su investigación. Una apuesta válida, pero que lo limita todo bastante. Además, los amagos que se hacen para desarrollar ciertos conflictos en alguno de los personajes acaban resultando casi contradictorios, ya que si se pretendía la distancia y el carácter férreo de los periodistas, distanciados de los hechos, esas escenas que nunca llegan a ningún sitio donde se intuye o pretende resaltar vagamente cómo les afecta el caso, dejan insatisfechos, quedando todo a medias, como un desarrollo dubitativo o vago, sin saber hacia dónde tirar.



Liev Schreiber interpreta a Marty Baron, el nuevo editor del Globe, un personaje que es la pura tranquilidad y parsimonia, la seguridad. Extremadamente educado y con una peculiar forma de convencer. Cambiará hábitos con educación. Él plantea una reestructuración en el periódico, que podría incluir un recorte de personal, un medio que funciona bien pero que quizá está acomodado y necesita un impulso, que Baron vendrá a dar. Será él el que focalice los esfuerzos de “Spotlight” en el tema del cura abusador, que había sido tratado con indiferencia por el periódico. Un periodista de gran prestigio que estuvo en el “Times”. Jim Sullivan insinuará una posible homosexualidad de Baron, por ser judío, no gustarle el béisbol y mantenerse soltero… Es el personaje mejor tratado visualmente.

Mark Ruffalo interpreta a Mike Rezendes, el escritor, y nos deja la encarnación más destacada. Es el más apasionado, visceral y decidido, el más entusiasta con el proyecto y en el que se centrará más el director para mostrar cómo afecta el caso desde un punto de vista personal a los periodistas… aunque vagamente. El personaje que aparece más humano. Su gesto con la boca, que mantiene durante todo el metraje, es su sello de identidad, perfecta imitación de su referente.


Michael Keaton interpreta a Walter “Robby” Robinson, el líder del grupo “Spotlight". Un hombre equilibrado e inteligente, que mezcla bien su vehemencia con su frialdad, pero su cualidad más destacada es que tiene visión global y de conjunto, justo lo que le falta a Rezendes. Será él el que pare la publicación con las informaciones sobre sacerdotes pederastas que se conocen, para cumplir la idea dada por Baron, incluso ante el desconcierto de éste, para así alcanzar a todo el sistema. Desde la cúpula hacia abajo. La política de la iglesia de proteger y camuflar los delitos de pederastia cometidos por sus sacerdotes. Keaton nos deja un buen número de sus habituales tics espasmódicos, marca de la casa.

Vamos tras el sistema”.

Periodistas y detectives.

La relación entre el periodismo y la figura detectivesca ha sido muy bien aprovechada por el cine, son muchos los ejemplos, algunos de los más destacados podéis encontrarlos en la lista que incluí al inicio. Una de las más brillantes, donde la confusión periodista/detective es casi plena, es “Yo creo en ti” (1947) de Henry Hathaway, que es a su vez una de las grandes películas del excepcional director.

En “Spotlight” la idea detectivesca también queda plasmada en el retrato completo del trabajo periodístico. Tendremos entrevistas concertadas, trabajo de documentación con recortes, sentencias, documentos sellados (en juzgados y archivos), con recortes y documentación acumulada, el trabajo de campo en la calle buscando testimonios… Un retrato exhaustivo y preciso de la investigación que llevó a cabo el grupo “Spotlight” y del trabajo periodístico en general, el de verdad, el que honra a la profesión.



Periodistas que deben ir derrumbando barreras y limando asperezas, convenciendo, usando ideas o cosas que a los otros puedan interesarles. Negociaciones, al fin y al cabo, ayuda por información, por ejemplo. La determinación de todo el equipo sin importar las consecuencias será clave en la satisfactoria resolución del caso. Rezendes, “Robby” y Baron se muestran encantados y convencidos en todo momento.

-Entrevista con Eric Macleish (Billy Crudup), donde el abogado expondrá las dificultades del caso para el demandante contra el Cardenal Law y el asunto sobre la pederastia. Los tiempos de prescripción que juegan en contra, el dinero (20 mil dólares) como fianza por un Estatuto de inmunidad que protege a la iglesia, el poder de la institución… Habrá otras reuniones entre “Robby”, Sacha y Macleish, donde el abogado apelará a los acuerdos de confidencialidad -con planos cada vez más cortos-, y mediaciones privadas con la iglesia para llegar a acuerdos.



Tenemos dos historias aquí. Una historia sobre el clero degenerado y otra historia sobre un montón de abogados que transforman el abuso de niños en una industria”.

-“Robby” se entrevistará varias veces con su amigo abogado Jim Sullivan (Jamey Sheridan), y su relación se irá deteriorando según avancen las investigaciones del periodista y presione al ambiguo letrado. En una de ellas llegará a cortar la comunicación. El final será traumático en casa de Sullivan, pero finalmente redentor y satisfactorio en una gélida noche.


-El intrépido Rezendes se colará para hablar con el abogado de las víctimas, Garabedian (Stanley Tucci). Tendrá varias entrevistas con él y le dará importantes claves. Es una relación difícil, debido al peculiar carácter del abogado. Desconfiado, como es lógico. Tiene 84 demandas. El nombre de “Spotlight” y el prestigio de la publicación, harán bajar la guardia al abogado.


Rezendes tendrá que lograr que Garabedian vaya bajando sus defensas y reduciendo sus reticencias. Un trabajo paulatino donde debe ganarse su confianza. Bien desarrollado. Es aquí donde están las grandes virtudes del film, lo bien expuesto que está el desarrollo del caso y la investigación.



Los veremos de nuevo reunidos en un restaurante, también de planos más generales a más cortos, y finalmente en un banco al aire libre, donde el abogado dará unas importantes claves sobre unos documentos, con la misma planificación cinematográfica.

En el banco, Garabedian hablará del testimonio de un sacerdote que avisó del abusador Geoghan, en 1962, a sus superiores, así como del poder de la iglesia para que los documentos no vean la luz.

Siga haciendo su trabajo, señor Rezendes”.




-Juez: ¿Dónde está la responsabilidad editorial sobre publicar documentos de esta naturaleza?

-Rezendes: Bueno, ¿dónde está la responsabilidad editorial en no publicarlos?



-El presidente de SNAP, Phil Saviano, una asociación para supervivientes de los abusos de sacerdotes, se reunirá con el grupo “Spotlight” y se frustrará ante la indiferencia que mostró el periódico cuando ya denunció aquello cinco años antes, mandándoles la información que ahora le requieren… Expondrá el caso de un niño de 11 años violado. Su dolor y rabia se hacen patentes. Sabe lo que ocurre, pero le faltan pruebas al luchar contra un gigante. Sabe que ese mal se expande por el país, por el mundo. Necesita apoyo, ayuda. Dará la pista sobre 13 curas abusadores. Saviano se volverá a reunir con Sacha cuando la investigación se tenga que interrumpir a causa del 11-S, con la consiguiente frustración generalizada.


Cuando un sacerdote te hace esto, te despoja de tu fe”.

-Entrevista entre Baron y el Cardenal Law, donde el periodista negará la colaboración de la iglesia ofrecida por el religioso apelando a la necesaria independencia que debe mantener un periódico. El Cardenal, sibilino, le regalará un catecismo católico al periodista judío.


-“Robby” con Pete Conley (Paul Guilfoyle), en la que el segundo hablará de los beneficios de la iglesia como argumento y lo perjudicial que podría ser para "Robby" el caso en un futuro…

Marty Baron sólo intenta dejar su huella. Estará aquí un par de años y luego seguirá adelante, como hizo en Nueva York y en Miami. ¿A dónde irás tú?


Y no se escatima en crítica al periodismo por sus intereses comerciales (el problema de que el 53% de los lectores del periódico sean católicos) o falta de iniciativa o servicio público. Su pasividad, pasotismo. Sentimientos de culpa. No serán pocas las veces que se haga hincapié en que la noticia estaba revoloteando por allí, en que el periódico fue informado y avisado con anterioridad sin que hicieran caso. Lo hace el presiente de la asociación de víctimas, Saviano, lo hace Macleish y lo sabe el abogado que interpreta Stanley Tucci, Mitchell Garabedian.

Sacerdotes que son encubiertos y traslados, rotando de un lado a otro según surgen escándalos, excusándolos por falsas enfermedades (en vez de los 7 años habituales pasan por cada sitio tan solo dos o tres)… todo con el conocimiento del Cardenal Law… El escándalo.

Las excusas: “Permiso por enfermedad” o “Sin asignación”. Buscar la lista de curas con esas anotaciones es el paso a seguir, que yo hubiera dado mucho antes…

Habrá dudas, temores, miedos, la tentación de dejarlo, el peligro de precipitarse… Un miedo que se manifiesta de dos formas, a la institución por las represalias en el caso y a los hechos que encubre la propia iglesia, miedo por los niños. Tres escenas marcan este último miedo: El plano donde Sacha mira un parque infantil con una iglesia al fondo, donde algo que nunca debería dar miedo adquiere un nuevo sentido. El pánico que le entra a Matt (Brian d’Arcy James) al saber que hay un centro para reformar a sacerdotes cerca de su casa y sus hijos. La tercera es otro plano, Sacha mirando la calle llena de niños y un autobús infantil cerca de la casa del cura abusador que entrevista brevemente.


Un miedo que se extiende a los afectados y sus familias y que queda muy bien explicado, unas veces por el puro desconcierto, otras por lo que es la iglesia para ellos, por su significado. Quedan en una encrucijada cruel y dolorosa.

Spotlight” mide y define muy bien sus objetivos y su denuncia, no pretende ser una apología anticlerical, sino exponer con claridad cristalina los hechos. No hay complacencia con la iglesia ni un ataque gratuito, todo está tratado con respeto ejemplar.


Tanto el personaje de Rezendes como el de Sacha, son los únicos personajes que manifiestan sus dudas y conflictos internos a causa del caso. A Sacha la veremos ir a misa junto a su creyente abuela, pero luego manifestará que dejó de hacerlo porque no se veía capaz tras descubrir todo el asunto. Ella advertirá de que el caso puede afectar en lo personal. Rezendes dirá que se alejó de la iglesia porque la veía hipócrita, pero que en su fuero interno creía que volvería a ella en algún momento. Lo expondrán ambos en una conversación que mantendrán en la terraza de la casa de Sacha. Es lógico que afecte personalmente, sobre todo cuando se tiene honestidad moral y ética.



El conocimiento es una cosa, pero la fe… La fe es otra”.

Casi todos los periodistas se declaran católicos, aunque de relajado catolicismo. La iglesia, por su parte, expondrá los beneficios, indudables, que da a la sociedad como argumento para ser laxo o flexible con “sus defectillos”, en un ejemplo mezquino y despreciable que atenta contra lo que debería ser su guía absoluta, la moral, la integridad y la ética. El ejemplo.


Es duro ver a la abuela de Sacha leyendo el artículo investigado por su nieta, un bofetón al amor y respeto que siente por esa institución que encubría maldades injustificables. Cuando una jueza católica falle contra la iglesia todo se irá aclarando y podrán dar el último paso para publicar todos los datos.

Hay cierta reiteración narrativa en muchas ideas, un vaivén que lastra también el ritmo dando vueltas sobre los mismos aspectos. Con todo, en la parte final se logra cierta emoción, muy tibia, con la escena donde los teléfonos de “Spotlight” suenan sin parar con llamadas de víctimas de abusos a los que el artículo liberó de sus miedos y complejos, de sus ataduras, para contar su testimonio.



Spotlight” publicó 600 historias sobre abusos desde 2002, con 249 sacerdotes acusados de abuso sexual en la archidiócesis de Boston y más de 1000 víctimas. Todo ello provocó la renuncia del Cardenal Law, que fue trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, un importante puesto... Se han descubierto graves casos de abuso en 206 lugares tras el escándalo destapado por “Spotlight”. Un hito periodístico.

Spotlight" es densa, de interiores y diálogos, que si no logra atraparte con su historia se puede hacer morosa, pero está bien narrada, muy detallada, contando un hecho tan terrible como apasionante, puro periodismo en celuloide sin subterfugios de suspense, algo que sí tenía y aprovechaba “Todos los hombres del presidente” (Alan J. Pakula, 1976), por ejemplo, y sin apenas drama, lo que termina lastrándola emocionalmente. Es casi un documental de hechos escandalosos y escabrosos, una necesaria denuncia.






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