lunes, 4 de abril de 2016

Crítica: COHERENCE (2013) -Parte 1/2-

JAMES WARD BYRKIT










Nos pasamos buena parte de la vida intentado recuperar el control sobre la misma, un control que perdemos de las maneras más absurdas, por malas decisiones, por inconformismo, por insatisfacción, intentando darles coherencia sin pensar que en nuestras manos hay más cosas de las que creemos. Muchas veces es más fácil de lo que parece dar sentido a nuestras vidas, coherencia, pero todo se nos va de las manos con una facilidad sorprendente en muchas ocasiones, llegamos a la incoherencia con cualquier duda o conflicto.

La coherencia acaba siendo algo que pedimos con ahínco y tesón a los demás, incluso a veces a nosotros mismos (las menos), pero parece claro que resulta un anhelo casi inalcanzable.



Intrigante, interesante y críptico thriller que ha desconcertado y fascinado a un buen número de espectadores en su científica apuesta de crear una narración desde la teoría de “El gato de Schrödinger”. Una ópera prima arriesgada, independiente y pequeña, realizada en pocos días y sin apenas presupuesto, pero que ha dejado un grato sabor entre la gente que busca películas distintas y comerse un poco la cabeza.

Coherence” no es ninguna genialidad, tiene defectos y torpezas en su guión, pero logra una magnífica atmósfera, mantener el interés en casi todo momento y un tenso clima muy logrado y claustrofóbico en ese piso donde los personajes se desenvuelven desconcertados y extrañados ante lo que les sucede (todo acontece en el piso salvo algún paseo por la calle adyacente). Ocho personajes encerrados en una casa y sufriendo extraños sucesos. Un buen debut del director James Ward Byrkit.

En 1923, en Finlandia, un comenta pasó cerca de la Tierra y mucha gente comenzó a sentirse desorientada, hasta llegar el punto de perder la razón y el sentido. Unos amigos se reúnen a cenar cuando otro comenta va a pasar también cerca de la Tierra esa noche. Lo que era una simple anécdota se tornará en pesadilla cuando empiecen a percibir cosas extrañas, a sentirse desorientados y descubrir sucesos imposibles que terminan afectando a todos los allí presentes.


La teoría de “El gato de Schrödinger”.

Byrkit trata de hacer un thriller desde la mecánica cuántica y uno de sus famosos experimentos, la teoría de “El gato de Schrödinger”: Un caja opaca, un gato y un dispositivo con veneno. Si el dispositivo se dispara y libera el veneno el gato morirá, si no lo hace el gato seguirá vivo en un tiempo determinado. La interpretación de la mecánica cuántica implica que, después de un tiempo, el gato está al mismo tiempo vivo y muerto. Esta superposición de estados (vivo/muerto) cesará en el momento que se abra la caja, ya que perturbaremos dicha superposición, por lo que el gato estará o bien vivo o bien muerto, pero no las dos cosas a la vez.

Basándose en esa idea se crea esta historia, donde tendremos una infinita diversificación de realidades/estados donde los personajes se comportarán y actuarán de las más diversas maneras, de ahí la aparición de esa gran cantidad de “dobles”.

El saberse "doblado", que no se es único, genera una perturbación extraordinaria, especialmente cuando todas las "réplicas" se van mezclando. Saldrá lo peor de todos ellos, con lo que se plantean soluciones drásticas… Matar dobles, drogar la comida, escapar buscando una casa apacible…

Me satisfizo que la narración y la idea de los dobles que se observan a sí mismos me trajera a la cabeza la “Trilogía de Nueva York” del gran Paul Auster. Un punto a favor de esta “Coherence”.

Las extrañezas se irán modulando con mucho acierto: un móvil que va perdiendo la señal, que deja de funcionar, unas luces que se apagan, unos comportamientos cada vez más extraños en todos…

Así las menciones al cometa se irán sucediendo, incluso lo veremos físicamente, en acertados apuntes. De esta manera se deja constancia permanente de su influjo.



Del mismo modo la luz se irá, con lo que los personajes se verán obligados a iluminar la estancia con velas. El tema de la iluminación seguirá desarrollando extrañezas, cuando sólo vean una casa iluminada en todo el barrio… que finalmente irán a explorar. Cuando la luz eléctrica se vaya la iluminación cambiará, como es lógico, para ser sustituida por velas, aunque no está del todo conseguido. La escasez presupuestaria se nota en los apartados técnicos. La luz se recuperará gracias a un generador.

Al susto de la luz que se va se añade el de los golpes en el exterior de la casa.

Golpes y expedicionarios que regresan cambiados dan el pistoletazo definitivo a la pesadilla.

Los siguientes elementos intrigantes serán la carta que aparece pegada en la puerta con el mismo texto que la que Hugh acaba de escribir y tiene en la mano, y las fotos numeradas de todos ellos que comienzan a analizar, incluyendo una que se hizo Amir esa misma noche.





En la expedición por el barrio, dos grupos de cuatro personas, las mismas en ambos, se encontrarán, pero con una diferencia: Unos llevan unas luces rojas y los otros unas azules. Dos de los personajes, que en realidad pertenecían a otra casa (Amir y Hugh, los que salieron al principio), robarán la caja con las fotos; volverá a apagarse la luz y a oírse ruidos fuera (suponemos que es la luna del coche para robar un ansiado libro); Em dialogará con su “otro novio” y entrará en una casa que no sabe si es la suya… Amir y Hugh regresarán de su inicial expedición portando luces azules, pero también rojas, descubriéndose, por tanto, que los otros eran “dobles”, y también el codiciado libro; se dará sentido a las fotos numeradas, donde habrá hasta tres series de números, unos en rojo, otros en azul, otros en verde; unas casas siguiendo los pasos de otras ante la observadora Em



Con todas estas indagaciones descubrirán que tan solo dos personas pertenecen a la casa en la que están… Incluso Hugh pertenecería a una tercera casa, ya que su móvil está en perfecto estado, no como vimos con anterioridad, que le falló y se rompió. Visitantes por todos lados.

El desconcierto desde el estilo.

La dirección de James Ward Byrkit tiene detalles muy buenos e interesantes, aunque acaba resultando irregular e incoherente o poco consistente en el cómputo global.

-Byrkit juega con los desenfocados constantemente, en un magnífico recurso para acentuar la sensación de extrañeza y desconcierto. Lo mismo hace con los encuadres, erráticos, poco definidos y concretos, titubeantes. Unos desenfoques y encuadres en apariencia arbitrarios que se realizan tanto sobre personajes como sobre objetos.


El gran problema de este recurso es que para ser consecuente con esa planificación, hubiera estado bien que la dirección variase conforme las respuestas van saliendo a la luz, terminando con la incertidumbre, aunque manteniendo el desconcierto. Como concepto coherente debería haber cambiado ese estilo de dirección. Podría haber sido una interesante solución expresiva. Sé, además, que este tipo de direcciones tan aparentemente descuidadas no siempre son cómodas para el espectador. También podría haberse dado al revés, que este recurso hubiera ido apareciendo paulatinamente conforme el caos se apodera de todo…






-La cámara al hombro, causa de la inestabilidad en los encuadres, es otro rasgo de estilo evidente en ese pretendido documentalismo que se observa en la película.



-Muchos elementos o personajes se cruzan delante del objetivo de la cámara, lo que logra naturalidad, pero también la buscada claustrofobia, con esos encuadres asfixiantes logrados. Muy próximos, primeros planos invasivos.



-Los sucesivos fundidos a negro redundan en estas ideas de desconcierto y misterio. Incluso sugieren ideas posibles para los extraños sucesos y comportamientos, como si escenificaran lagunas de memoria.

-Panorámicas bruscas también serán socorridas cuando se quiera retratar la tensión en determinados momentos, cuando la tensión sube entre los personajes.

-La naturalidad también se consigue gracias a los diálogos y la forma de ejecutarlos, con los personajes interrumpiéndose unos a otros, cortando las frases del resto, como hacemos en nuestra vida cotidiana, hablando a la vez…

Los personajes quedan definidos claramente, con características que no los alejan mucho del cliché pero los diferencian. Unas características que no aportan demasiado en la concepción y base de la trama.





Un actor, Mike (Nicholas Brendon); Beth (Elizabeth Gracen), una “naturalista drogata”; una pareja, Kevin (Maury Sterling) y Em (Emily Baldoni), que planea irse por el trabajo de él, aunque ella, ex bailarina, no está muy por la labor; una chica misteriosa y seductora, ex novia de Kevin, llamada Laurie (Lauren Maher)… Hugh (Hugo Armstrong) es el marido de la naturalista, un hombre pausado en apariencia; Lee (Lorene Scafaria) es la mujer del actor MikeAmir está interpretado por Alex Manugian.

Se desarrollarán los personajes, se lanzarán pullas y comenzarán a salir secretos. Laurie no recordará las apariciones actorales de Mike; Em contará su desgraciada historia como bailarina al ser reemplazada por una estrella y quedando fuera del proyecto al rechazar ser suplente, un orgullo que le impidió realizar el papel finalmente porque la estrella rechazó el puesto… Una historia de orgullo, frustración, mala suerte e injusticia.


Kevin contará una anécdota sobre un sueño de tintes visionarios, que acentúa y se integra muy bien en la concepción de la propia película.

Beth es una obsesa del feng shui.

Los conflictos irán surgiendo y muchos secretos saldrán a la luz. La tensión, el pánico, el miedo a lo desconocido, la aparición de dobles de nosotros mismos, la desconfianza que eso genera y el encierro desbocan los sentimientos y saca lo peor de todos los personajes. Sospechas, ocultaciones, ira, violencia, rencillas, rencores, celos… aparecerán sin pausa para destrozar la convivencia del grupo.




Mike se mostrará cada vez más perturbado, decidido a enviar una nota a la otra cosa a modo de advertencia (estas acciones serán en off y, por tanto, no las veremos); Laurie coqueteará con su ex novio Kevin y le besará, pero será rechazada finalmente, aunque creará un conflicto al ser vistos; la infidelidad de Mike con Beth (que es la mujer de Hugh), saldrá a la luz, lo que desembocará en arranques violentos, desconfianzas e ira. Más conflictos.




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