miércoles, 2 de abril de 2014

Crítica: LA FIERA DE MI NIÑA (1938) -Parte 3/5-

HOWARD HAWKS













El enredo.

En otro perfecto y sencillo uso de un objeto, Hawks demostrará que maneja el enredo humorístico y la confusión como el maestro absoluto que es. La confusión sobre la propiedad del bolso de la mujer del psiquiatra dará otro gran momento de humor.

Le advierto que nunca estará claro mientras permita usted que ella se lo explique. Seguirá siendo un lio increíble”.





La evolución de David, la caída de sus complejos y represiones.

-Si David es inicialmente un reprimido de manual, de personalidad débil, su relación con Susan iniciará una evolución que acabará rindiéndole y haciéndole eliminar todos sus prejuicios y represiones. Cuando le vemos irse en el lateral de su coche junto a Susan en realidad estamos viendo un primer paso en dicha evolución, ya que está alejándose de sus responsabilidades, que son estar con Peabody en ese momento y jugar al golf, hasta el punto que no sabemos si se va contra su voluntad o todo lo que vemos es creación de su propio deseo subconsciente. El hecho es que no se baja del coche y deja a Peabody (George Irving) plantado.

Enseguida estaré con usted, señor Peabody”.

Debí presentir que estaba usted aquí. Lo intuí tarde, cuando ya estaba en el suelo".

-Esta misma situación se repite en el restaurante en el que se cita con el representante de su mecenas, al que dejará plantado nuevamente y con la misma frase. Que Susan y David vuelvan a coincidir en el mismo lugar es un nuevo ejemplo del juguetón destino usado por Hawks, y al que se vincula un nuevo objeto esférico, la aceituna. Así se inicia otro surrealista problema que alejará a Grant de su responsabilidad. El bolso de Susan es otro objeto utilizado para el enredo y unión de los personajes.




Se le escapa una aceituna y yo me siento en mi sombrero… Veo que todo concuerda”.

Vuelvo enseguida, ahora mismo estaré con usted, nos veremos dentro de un momento”.



-La evolución de David será remarcada por Hawks a través de su físico y su vestuario. Si en un inicio vemos al serio científico perfectamente vestido, con un pulcro y elegante traje (que Susan rasgará), una bata en el museo o ropa sport adecuada, según avance la película esa pulcritud se verá mermada cuando no directamente destrozada. Así cada episodio y cada alocado gag suponen una evolución para David manifestada en su exterior. En la escena del leopardo y las gallinas su traje quedará manchado y envuelto en plumas, es el primer paso en el derrumbamiento de su orden y escrupulosa pulcritud. Acto seguido en la casa de la tía Elizabeth (May Robson), Susan se las ingeniará para quitar de en medio esa ropa y dejar a David con una ridícula bata femenina, que aunque lleva con dignidad es un evidente paso más en la caída de sus complejos y represiones. Tras la ducha y haberse adecentado ligeramente, ya que la ropa que encuentra David no es la más adecuada, Susan elogiará su belleza al estar sin gafas. Las gafas eran el principal rasgo distintivo del científico despistado, ahora, vestido de jockey, nuestro protagonista ha cambiado por completo, no queda ni rastro de su antiguo ser en su exterior. La evolución desbocada. David perderá por dos veces las gafas, en la primera, la comentada, sólo olvidará ponérselas, pero en la segunda se le romperán y volverá a recibir los halagos de Susan.




 -No solo en el exterior se manifestará el cambio de David, también lo hará en su carácter. Así si bien David se muestra quejica y reticente pero sumiso durante toda la primera parte de la película, cuando se vea más despojado de su dignidad, vestido con una bata de mujer y sin gafas, cederá a un arranque de ira como no le habíamos visto hasta entonces, dándose a valer por primera vez en toda la película, callando a las mujeres con un grito y dando un pisotón a su enamorada Susan.



-Aunque David siempre mostrará cierta reticencia y no parará de quejarse, conforme avance la película se irá mostrando más comprensivo y amable con Susan, de una forma muy sutil, sumándose a su juego en multitud de ocasiones, aunque en muchas sea por obligación o necesidad.

-Los instintos son vinculados a los animales, como he comentado, y jugarán de forma especialmente simbólica con David y su evolución.

-El paso definitivo en la evolución de David lo tenemos en la última escena, donde además se define esa relación de los animales, los leopardos, con su propia personalidad, con el cese de las represiones, con la libertad de los instintos que poco a poco se han ido apoderando del formal personaje. Vimos a David en su hábitat inicial, junto a su prometida, un ser lleno de inseguridades, complejos y represiones, protegido en su burbuja laboral. Él trabaja con huesos de animales, animales muertos. Acto seguido empezará a interactuar con animales vivos. Así al poco tiempo un leopardo comenzará a acompañarle, casi al mismo tiempo que inicia su relación con Susan, un instinto latente, pero presente. Al principio temerá al leopardo, como es lógico, pero luego lo tratará como a un gatito. En la escena final es donde David deja la puerta abierta a todos sus instintos, reaccionando como nunca lo había hecho, de forma valerosa y enfrentándose al leopardo violento siendo consciente de que lo es, anteponiendo la seguridad de Susan a la suya propia, sacando a la luz y abriendo las puertas a aspectos que tenía ocultos o no sabía que tenía. Una vez encierre al animal en una celda se desmayará, una experiencia demasiado intensa. Todo esto resulta especialmente metafórico, David ya conoce lo que lleva dentro, ha dejado por fin salir sus aspectos más vitales e instintivos, ha roto las cadenas que lo reprimían y ahora puede controlar y modular sus emociones, siendo verdaderamente él mismo. Es por ello que tras toda esta aventura, aunque pretenda disimular, añora la imprevisibilidad y las aventuras que vivió con Susan, causa por la que cae rendido ante ella finalmente. El timorato, inseguro y cobarde científico convertido en un héroe decidido y valeroso que se enfrenta a leopardos salvajes. El leopardo y la impulsiva Susan están íntimamente unidos también, es como la manifestación de su irrefrenable carácter y sexualidad.


-Como es lógico la película debe concluir con Susan destrozando el último reducto del anterior David, destrozando el dinosaurio por completo.



El juego sexual, la provocación, la transgresión.

El sexo, su deseo reprimido, es un tema latente de la película, una represión que tiene el personaje de David. Es por ello que habrá enredos de este tipo y sutiles juegos y gags sexuales, el primero de ellos con la memorable e inolvidable escena donde a Hepburn se le abre el vestido por detrás. Un roto y un “semidesnudo” de la Hepburn que un caballeroso Grant se ofrece a ocultar en otro memorable gag visual.

-David: ¿Quiere usted hacer algo por mí?

-Susan: ¿Cosérselo?

Los dos tendrán sus trajes rotos, otro vínculo, y aunque el bueno de Grant podría irse en cualquier momento, la situación es tan problemática que es incapaz de oponer resistencia, por lo que volverá a marcharse con Hepburn… Es la fuerza del destino.

Suspense humorístico.

-El suspense humorístico vertebra buena parte de los gags de la cinta, gracias en gran medida al comportamiento de Susan, que al no escuchar ni entrar en razón, estira y va complicando las situaciones de forma paulatina hasta llegar al clímax. Esta escena del vestido es un buen ejemplo de suspense humorístico, con una Hepburn resistiéndose a entrar en razón y estirando el gag, creando un suspense donde nosotros sabemos qué ocurre y ella parece inconsciente, una situación hilarante hasta su clímax.

-Uno de los ejemplos más notables de este uso lo tenemos con “Baby”, el leopardo, de protagonista. Un plano absolutamente memorable que muestra el estilo de Hawks a la perfección y el uso maestro del suspense cómico. Un plano general medido al dedillo con la imprevisibilidad de contar con un animal y la dificultad que esto plantea, con Cary Grant saliendo del ascensor, el leopardo bajando la escalera y Hepburn siguiendo a ambos… La autenticidad y virtuosismo del momento es una maravilla. El suspense provocado por el hecho de que Grant no se percata de la presencia del leopardo es la clave de este gag humorístico.






-Un nuevo ejemplo de suspense cómico lo encontramos en la escena en la que “Baby” cambia de coche mientras David compra carne y a Susan le ponen una multa, un nuevo ejemplo de cómo sacar partido a un elemento excéntrico, al leopardo.


No es para mí, es para Baby”.

-Una escena con similitudes a la del leopardo y David, también con animal, en este caso el perro George, es una nueva muestra del perfecto uso de este recurso. Otra memorable secuencia y plano con el perro, por fin silenciado en sus ladridos, cogiendo el hueso que quedó en la cama, como es lógico y respondiendo de nuevo a sus instintos. Un único plano general que lo muestra todo para nuestro deleite, haciéndonos de nuevo partícipes de un secreto que genera suspense y risas.




-Los juegos entre el leopardo “Baby” y el perro George son una mezcla entre gag visual y suspense cómico, ya que las frases que intercala David al verlos generan una divertida tensión, frases como “Sí, pero quien sabe lo que durará la amistad” o “Dentro de nada mi clavícula intercostal habrá desaparecido para siempre”. Aunque los animales juegan es evidente que la posibilidad de que el pobre perro pueda servir de alimento al leopardo está presente.





Panorámicas y travellings dinámicos siguiendo a los dos protagonistas cierran las dos escenas que inician la evolución de David, la del golf y la de la cena, desplazando la responsabilidad ante el caos de Susan.

La elipsis humorística.

Despertar la carcajada a través de la elipsis es un arte realmente complicado, es necesario elaborar la secuencia a la perfección para que resulte efectiva, pero no sólo eso, requiere especial inspiración para que además sea imprevisible, que cobre todo su sentido humorístico tanto en el antes como en el después de la elipsis así como en su vínculo. Un corte para hacer un gag de humor puede resultar simpático pero suele hacerse previsible a nuestros ojos al analizarlo de forma global, lograr la sorpresa porque esa elipsis resulte inesperada es un talento al alcance de muy pocos. En “La fiera de mi niña” tenemos un ejemplo absolutamente sublime de este recurso, muy imitado pero no sé si alguna vez igualado. Ya cuando vemos a “Baby”, el leopardo, asomarse por la ventanilla trasera del coche a observar ese banquete de gallinas que ha quedado suelto tenemos un gag sencillamente perfecto, pero como todo gran maestro, en un aspecto que he comentado muchas veces, siempre dará más, extendiendo la escena, haciéndola girar para sacarle todo el partido posible. Así que veremos como el leopardo, fiel a sus instintos, lucha por salir del coche mientras nuestros dos protagonistas tiran de su cola para impedirlo recitando unos diálogos tronchantes. La elipsis se resuelve cuando vemos salir al leopardo del coche, dispuesto a darse un banquete, y encadenamos con el rostro de Cary Grant lleno de plumas de gallinas… Esto es puro magisterio cinematográfico, una elipsis tan sorpresiva e inesperada que despierta la carcajada al lograr que imagines toda la escena en el rostro emplumado de Grant. Es algo realmente complicado lograr la risa con esto y Hawks lo hace de una forma tan sencilla que resulta casi humillante para el resto.








Cante, cante, David”.

¡No, no le tire nunca de la cola a un leopardo, Susan!”.

La cazadora, la presa.

En las claves de la comedía hawksiana expliqué que una de las diferencias entre hombres y mujeres era su claridad en los objetivos, si bien el hombre no es consciente de lo que verdaderamente quiere, encerrado en su burbuja de seguridad, la mujer tiene meridianamente claros sus objetivos. Generalmente estos objetivos son amorosos, la mujer reconoce y elige su conquista y al amor de su vida en cuanto lo ve. Con Hepburn en “La fiera de mi niña” apreciamos esto de forma cristalina. El primer plano que le dedica Hawks, que no solía usarlos mucho, con lo que cuando lo hacía adquirían especial significación, cuando Grant confiesa que está prometido lo dice absolutamente todo… Ella ya lo ha fichado y ese pequeño e insustancial problema, su compromiso, será lo que deberá resolver. Susan comenzará a trabajar en su objetivo de manera inmediata, retrasando voluntariamente la llegada a casa de Peabody, confesado en otro excelente diálogo, y lanzando piedras a lo bestia para despertarle de su plácido sueño y así convertir en una molestia mayor el asunto que los lleva allí y que tan importante es para David… La inacción de David vuelve a desvelar que en realidad acepta todo eso.



Si yo fuera su prometida no tendría inconveniente en esperarle eternamente”.

Ahora deberíamos marcharnos, pero no puedo moverme”.

No eran lo suficientemente grandes”.

Habrá otro primer plano de Hepburn exactamente igual  al mencionado en la siguiente escena, realmente divertido y que rompe en carcajada, cuando David anuncie que se casa, rematado con un diálogo memorable.

-David: Bueno, además mañana por la tarde me caso.

-Susan: ¿Y para qué?



“No es que yo no la aprecie, Susan, ya que en los momentos de paz me he sentido, digamos, atraído por usted… Pero la verdad es que no ha habido paz”. “Y ahora Susan, le deseo suerte y confío en no volver a verla nunca más”.

Miedo y atracción al sexo y al amor.

Como todo héroe hawksiano que se precie en el momento que siente atracción por una mujer procurará mandarla lo más lejos posible, que desaparezca de su vida, algo a lo que la mujer se negará, por supuesto. Aquí David lo manifiesta verbalmente, en una reivindicación de su dignidad tras reconocer su atracción de forma sui generis. Cuando diga que no quiere “volver a verla nunca más” se volverá digno y caerá al suelo demostrando la habitual torpeza de los hombres de Hawks en las comedias, aspecto que les hace entrañables y distingue de sus alter egos más dramáticos. Esa caída, al estar en una comedia, le hace perder la dignidad, en teoría porque Cary Grant no la pierde jamás, sólo hay que ver cómo se levanta, en un detalle visual de Hawks que escenifica que ese propósito no va a ningún sitio… que en realidad no es el verdadero propósito de David. Una evidente metáfora. La escena queda rubricada con otro primer plano de la Hepburn maquinando.



El leopardo y su simbolismo.

He comentado lo que gusta a Hawks utilizar animales en sus cintas. En las comedias además suelen tener una significación especial. Uno de los casos más claros y paradigmáticos lo tenemos, precisamente, con la cinta que nos ocupa y el imprescindible leopardo “Baby”. “Baby” es un leopardo pequeño y domesticado, un poco como David, que no deja de ser un inocente leopardo que aún no ha enseñado las garras. El animal en las comedias de Hawks suele tener carácter simbólico, implicando la entrada de lo instintivo en la sensata y ordenada vida de los protagonistas, del hombre. Así la aparición de “Baby” implica el viaje de no retorno de David, justo antes de ir a Connecticut. David se negará a ir, pero todos sabemos que finalmente cederá. El manejo que hace Hawks del leopardo, cómo lo usa y la significación que le da es un portento, sobre todo cuando lo complemente con un segundo leopardo, este nada domesticado y especialmente violento.


En la escena de la presentación de "Baby" tenemos momentos sensacionales, por ejemplo esa cara de orgásmica satisfacción de Susan tirada en el suelo cuando Grant pica el anzuelo al llamarle por teléfono y engañarle, que es impagable, o ver a “Baby” andando despreocupado al lado de los dos actores, una auténtica gozada.


  


Él es Baby”.

“… y le gustan los perros. No sé si Mark quiere decir que le gusta comérselos o jugar con ellos”. “Le gusta la música, sobre todo la canción Todo Te Lo Puedo Dar Menos El Amor, Baby”.


La caza, los animales y la estructura de perseguidor y presa son ideas básicas del cine de Hawks, elementos siempre presentes en su obra, como he comentado. Aquí, en “La fiera de mi niña” está todo hilado e incluido de forma magistral. Susan es una cazadora, David su presa, como he expuesto, y ella hará lo que sea necesario, sin miramientos, para cazarlo… Ya se sabe, “en el amor y en la guerra…”. Si a esto sumamos que al panoli de David en el fondo le gusta que Susan lo maneje, el resultado no puede estar más claro.

Baby” será un aliado fiel y perfecto de Susan en su trabajo de caza, así lo comprobaremos en el mismo inicio y su paseo conjuntos por la calle, con un Grant despreocupado, ignorante del leopardo que tiene al lado acompañándole. Por supuesto tras esto Grant irá a Connecticut.


La cantidad de ocurrencias y situaciones divertidas, surrealista e imprevisibles que tiene la película, que ocurren en ella, es alucinante, y sucediéndose a un ritmo endiablado, portentoso. Una imaginación y surrealismo desbocados que nunca resultan forzados, exagerados o artificiosos, ya que se usa siempre en la fase de planteamiento, es decir, se introduce un elemento excéntrico, como por ejemplo el leopardo “Baby”, y luego se le saca todo el jugo de la forma más brillante posible, con situaciones hilarantes que casi pedían a gritos ser explotadas. El ejemplo perfecto de esto, una vez tienes un leopardo en tu coche hacerlo chocar contra otro que esté repleto de gallinas…

Estaba exactamente enfrente de mí… por eso choqué con ella”.

Pero si ha hecho una escabechina entre gallinas y patos… por no mencionar un par de cisnes”.

-Susan: Si hubiéramos salido corriendo no habríamos tenido que pagar por ellos”.

-David: Susan, cuando un hombre trata de arrastrar a un leopardo no tiene ninguna ocasión de salir corriendo.


 


Dedicada a Juanitoj, cómplice de esta locura






4 comentarios:

  1. Si sale Cary Grant, tendré que verla. Sigo su blog, MrSambo, que lo he visto mencionar varias veces por Twitter y me ha entrado la curiosidad. Cuando od. quiera, échele un vistazo a mi blog. Mi casa es su casa. Un abrazo.

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    1. Lo haré, amigo. Me alegra que llegarás aquí, también estás en tu casa.

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  2. Es que toda la película es desternillante.
    Kate está preciosísima. Muy guapa. Le va tan bien ese papel!! Y…quién no se enamoraría de Cary? Aunque vaya vestido con un deshabillé!!

    Ay…que se me acaba. Pero este finde…tatachán!! Peli con apuntes!!!
    WEEEEEE!!!

    Besos!!!

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    1. Pues cuando la veas ya me dirás si encajan los apuntes jajaajja

      Besos.

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