domingo, 15 de febrero de 2015

Crítica: SELMA (2014) -Parte 1/2-

AVA DUVERNAY













La última de las nominadas es una película tan correcta como necesaria, sin genialidad ni una especial brillantez artística, pero imprescindible para estos tiempos que corren.

Deberían verse más camisetas de Martin Luther King en los chavales que pretenden ser reivindicativos y menos de supuestos revolucionarios que deberían causar vergüenza. Martin Luther King es una de las grandes personalidades del siglo pasado y un ejemplo en su lucha por los derechos civiles. “Selma” cuenta su odisea buscando algo tan básico como el derecho a voto de la gente de raza negra, tras lograr otros muchos derechos que ahora causan bochorno oírlos pero que hasta hace bien poco no tenían… Derechos civiles y dignidad para toda una raza, para marginados y desfavorecidos.



Martin Luther King fue un hombre destinado a algo mucho más grande que él, su familia o su propia vida, la demostración palpable de que los héroes, con sus debilidades y defectos, existen, así como las personas capaces de cambiar las cosas.

No me centraré en lo que quiero ser, me concentraré en lo que quiere Dios”.

Qué de hombres y mujeres brillantes, qué de mentes extraordinarias, se han perdido por culpa de la intransigencia, el odio y la discriminación… Qué de ellas…

Ava DuVernay retrata esa lucha así como la marcha emprendida en Alabama desde Selma hasta Montgomery para reivindicar sus derechos ajenos a amenazas, injurias y muertes de un entorno que apestaba a racismo. Una obra didáctica, que sin ser una gran película si es una buena obra, un film necesario.





Está de moda el tema racista en Estados Unidos y en los Oscar en los últimos años, a esta debemos añadir “12 años de esclavitud” (Steve McQueen, 2013), ganadora el año pasado, y “Lincoln” (Steven Spielberg, 2012).

La narración se inicia con uno de los puntos fuertes de la película, uno de los discursos de Luther King, el ensayo de un discurso ante un espejo en la intimidad de su hogar, un entorno cotidiano junto a su mujer. Un momento dedicado para los sueños futuros rodado con un estilo sobrio, en plano frontal para la pareja que pasa a plano-contraplano cuando el hechizo se rompe… De alguna forma ya se retrata cierta incomodidad en la pareja. Era el ensayo de su discurso para la ceremonia del Premio Nobel de 1964, cuando le otorgaron el de la Paz.

Esa defensa de la paz y la convivencia que se premia en Noruega queda contrastada en montaje paralelo con una secuencia de colores cálidos, ocres, en una escalera donde unos chicos negros mantienen distraídas e intrascendentes conversaciones, donde intuimos la tragedia y el impacto instantes antes de que ocurra, un gran recurso de dirección.

La película pasará de la anécdota a la visión global, de Annie Cooper Lee (Oprah Winfrey), intentando votar, legalizar su situación para poder ejercer un derecho que, en teoría, tiene, a la lucha a nivel nacional que emprende Martin Luther King para logra normalizar eso mismo. Annie recibirá el desprecio y el ataque racista, encubierto en burocracia, como contestación a su justo intento. Un perfil mostrará su dignidad y conocimiento.



Se retrata con acierto la complejidad de la cuestión, los necesarios sacrificios, los vericuetos negociadores, los conflictos internos por los diferentes puntos de vista, por ejemplo el enfrentamiento entre los no violentos y los que pretenden otro tipo de lucha, con la testimonial presencia de Malcom X. El uso de los medios de comunicación…

En la apariencia de libertad, la falsa libertad, está la esclavitud y el sometimiento más peligroso, eso se vivía en los Estados Unidos con respecto a las personas de raza negra. Amedrentando, utilizando los subterfugios legalistas y las apariencias para someter y discriminar. Los negros sin un sustento legal para ejercer su derecho al voto sin miedo. Una necesaria y dura lucha contra la hipocresía es la misión de Luther King, interpretado magníficamente por David Oyelowo.

Hay pocas cosas más dañinas para una sociedad que la hipocresía de las buenas formas, las buenas maneras, la falsedad, aspectos bochornosamente ligados a la política. El máximo exponente de esto lo tenemos en el presidente Lyndon B. Johnson, interpretado por el omnipresente Tom Wilkinson, que sigue apareciendo en el 90% de las películas. Luego descubriremos a otros más cínicos y peores, sobre todo porque el presidente Johnson rectificará. Sus demagógicas palabras para no actuar en contra de esas injusticias y abuso de los derechos civiles indispensables, se basarán en que la “pobreza es prioritaria”… Como si trabajar sobre ambas cosas fuera excluyente… La hipocresía y las buenas palabras. “No me niego pero no lo hago”. Las conversaciones del presidente con sus consejeros son escalofriantes en muchas ocasiones, sobre todo con J. Edgar Hoover (Dylan Baker) y sus insinuaciones e ideas sobre asesinato o destrozar a la familia King con grabaciones falsas, escuchas e injurias… Lee White, irónico apellido para sus postulados, interpretado por Giovanni Ribisi, será otro de los consejeros. Tim Roth interpreta al gobernador George Wallace, otro miembro racista de pelo en pecho, tan cínico como sibilino.



Era un entramado kafkiano, no se puede ser jurado sin ser votante registrado, por tanto todos los jurados estaban compuestos por blancos, así que cualquier queja sobre los abusos a los derechos civiles o la imposibilidad de votar, así como cualquier crimen cometido contra un negro, era rechaza en la mayoría de los casos. El pez que se muerde la cola. 

El sur, Alabama, es la gran batalla, desde ahí se emprenderá la marcha definitiva. Un entorno poco amistoso para nuestro protagonista y cualquiera de raza negra. Hoteles orgullosos de su racismo con carteles que rezan “atendiendo sólo a blancos desde 1855”, como el Hotel Albert que recibe a Martin Luther King, y lugareños violentos al amparo institucional que no se cortan en sus agresiones físicas.

La narración está puntuada por anotaciones de los ficheros secretos del servicio de investigación del gobierno americano, con J. Edgar detrás de todo. Espiando y siguiendo todas las actividades que emprenden nuestro protagonista y su grupo, algo que da verismo al conjunto.

Lo cotidiano.

La película contrasta la vida activa de Martin Luther King con su sufrimiento cotidiano, pasando de puntillas por las cuestiones más escabrosas y polémicas de su vida personal. Ya comenté la primera escena, pero habrá otras muy significativas y que retratan con acierto los problemas y miedos en la pareja, de la mujer, así como la angustia y sufrimiento del mismo Luther King. Es el lugar para la reflexión, para lamerse las heridas, para la debilidad, para el amor… La iluminación en estas escenas es magnífica, como todo el trabajo de fotografía en la cinta.



-Allí recibirán amenazas de muerte telefónicas, menciones a los hijos, insultos… La primera de ellas será con el matrimonio cambiando la basura, aunque a Martin se le ve algo perdido. Reflexionarán sobre el miedo, la aceptación y la inquietud por la que debe pasar esa familia debido a la cruzada de nuestro protagonista, algo que les minará poco a poco. Una mujer, Coretta Scott King, interpretada por Carmen Ejogo, cada vez más incómoda con la situación. Un impacto que necesariamente les afecta en lo personal, un martirio que nuestro protagonista debe llevar por dentro consciente de una misión más importante que él mismo.


-También habrá momentos cotidianos de felicidad y evasión, como la reunión del grupo en la casa de la coordinadora del mismo.

-Una de las escenas más potentes a nivel dramático también será en la cotidianeidad e intimidad de la casa de los King. Es la del conflicto matrimonial tras oír una falsa grabación con una supuesta infidelidad de Martin. De nuevo la iluminación es excelente y allí Coretta expondrá sus miedos, la fatiga por todo, por las amenazas, por las infidelidades de su marido, tocado de forma muy tangencial… Tonos tenues y ocres y la omnipresente figura de Gandhi, la cual veremos en esa casa en varias ocasiones de distintas maneras, fotos, estatuillas…

-Otro momento cotidiano en un plano secuencia brillante, con Martin ejerciendo de padre de familia, cuidando a los suyos, arropando a sus hijos mientras oímos en over la planificación de la marcha que él no comenzará. Una marcha que generará divisiones entre los principales miembros del SNCC (Comité Coordinador estudiantil no violento).

-Hay una conversación íntima, en el interior de un coche, entre Martin Luther King y el chico del SNCC que está a su favor. Este chico, con sus reflexiones, evitará que Martin varíe el rumbo de su plan, una nueva confidencia, un nuevo apoyo en la penumbra. Los planos que van del interior al exterior del coche acaban perdiendo sentido desde el montaje según avanza la secuencia…

Rasgos de estilo.

La dirección de Ava DuVernay es algo irregular, una película que no es especialmente brillante a nivel artístico y presenta ciertos defectos además de algunos problemas de ritmo, pero donde también se aprecian interesantes elementos y rasgos de estilo en dicha dirección.


-Entre los aspectos y rasgos más brillantes y positivos, tenemos el uso de los travellings, en especial cuando se vinculan al protagonista para resaltar su jerarquía e importancia en las escenas. Un ejemplo perfecto lo tenemos en esa secuencia en la trastienda donde el grupo de Martin Luther King debate con dos miembros del SNCC (Comité Coordinador estudiantil no violento). Los travellings sobre Luther King van engrandeciéndole, mostrando cómo se apodera de la escena y el debate, rubricado con el momento donde otro travelling se sitúa detrás de los dos chicos dejando a nuestro protagonista entre ambos, dominador. Allí hablarán sobre las claves de su táctica, “Negociar, Protestar, Resistir”, que va más allá de extender la voz para crear conciencia entre los negros, una táctica que aspira a llegar también a los blancos. Para ello hay que usar los medios de comunicación y dirigirse directamente a la presidencia, presionarla, hacerla ver la realidad, salir en periódicos y en la televisión de forma constante para que negros y blancos vean lo que sucede. Es hábil e inteligente la interpelación personal que Luther King les hace, llamándoles por su nombre, John, James… Los sumará a la causa, aunque habrá divergencias.

Las diferencias entre los distintos puntos de vista dentro de los movimientos que luchaban por los derechos civiles están bien expuestas, no sólo con el SNCC, también con la presencia, breve y testimonial, de Malcom X (Nigel Thatch), crítico con la “no violencia” de Luther King, que por mediación de Coretta se unirá y apoyará a nuestro protagonista en el tiempo que le quedó de vida antes de su asesinato. Coretta, la mujer de King, como una hábil mediadora.


-Encuadres e ideas de puesta en escena interesantes, las rejas que separan a Luther King de su mujer en la cárcel, símbolo de una relación cada vez más complicada, donde cada vez se van alejando más el uno del otro.

-La escena entre Martin Luther King y el abuelo del difunto chaval es de una emoción sobria y conmovedora, con una gran resolución gracias al encuadre, cuando en el último plano vemos el cuerpo del chico una vez los dos personajes que conversan bajan los brazos para que lo apreciemos. De hecho, las escenas donde los encuadres van añadiendo información o reformulando dicha escena son numerosas en la cinta, planificaciones que van de los planos más cortos a otros generales, algo que volvemos a comprobar en la escena siguiente, cuando un discurso de Martin Luther King se descubre como el funeral de Jimmie Lee Jackson, al ver el féretro en un plano más amplio que el inicial. Ahí sabremos que ha pasado el tiempo, ya que se nos informará también de la muerte del reciente aliado, Malcom X.


-Otros encuadres con significación, Martin Luther King y Lyndon B. Johnson, presidente de los Estados Unidos, debatiendo sobre la marcha que se pretende realizar desde Selma hasta Montgomery ante un cuadro de George Washington. Los argumentos del presidente tienen algo más de peso, pero son meras excusas antes los de Luther King.

-Los encuadres más interesantes son aquellos en los que DuVernay sitúa a uno de los personajes descuadrado, a un lado del encuadre con mucho aire en el resto del plano. Un ejemplo lo tenemos en la entrevista del enviado presidencial con Martin Luther King, encuadrada en ligero picado y donde el enviado aparece descuadrado, con mucho aire a su alrededor, lo que contrasta en cierta medida con Martin, más centrado, dominador.

Hay otra escena, al final de la cinta, entre estos dos personajes, también muy brillante, especialmente gracias al trabajo de iluminación y la fotografía. Martin de espaldas sincerándose y asumiendo el riesgo de dar su discurso, y luego cara a cara con los rostros ensombrecidos gracias a la iluminación exterior en un claro presagio trágico…

-Entre los defectos que tiene la cinta, en concreto la dirección, tenemos esos subrayados en las escenas de violencia que no aportan nada y sobran, un elemento enfático gratuito y algo burdo, con cámaras lentas arbitrarias e innecesarias sin ningún sentido, especialmente en algunos planos intrascendentes.

-Hay cierta reiteración y problemas de ritmo a nivel narrativo, por ejemplo, la marcha hacia Montgomery se intentará hasta en tres ocasiones, algunas de ellas en escenas muy estiradas sin motivo.

-Uno de los mayores defectos, que redunda en esos problemas de ritmo que presenta la cinta, lo tenemos en el tempo de algunas escenas, muy estiradas sin motivo, reiterando planos y contraplanos que no aportan nada por redundantes, en una vana aspiración de ser enfático, crear una atmósfera y exponer ideas que hubieran quedado perfectamente claras sin necesidad de estirar dichas escenas. La película se ensimisma sin motivo y le hubiera venido bien un poco más de edición eliminando planos y contraplanos radicalmente iguales y repetidos…

-La cinta tiene un montaje algo peculiar y muchas veces gratuito o arbitrario, con cambios de ángulo desconcertantes para planos sencillos o contemplativos, para simples conversaciones, elecciones visuales sin significación que no aportan nada, puramente esteticistas y sin sentido.


-Lo mismo ocurre con el uso de los mencionados planos descuadrados, dejando mucho aire a un lado de los personajes, que en muchos momentos no tienen sentido ni justificación más allá del puro esteticismo. Lo vemos con Martin, con el juez que interpreta Martin Sheen o en la conversación entre el presidente Johnson y el gobernador Wallace. Esta última podría tener sentido inicial, pero con el montaje gratuito y las distintas angulaciones elegidas al azar todo acaba perdiendo sentido. Es escalofriante el cinismo y la frialdad racista del personaje interpretado por Tim Roth, puestos de manifestó en esa conversación con el presidente, algo que le hace reaccionar al verse reflejado en el espejo de ese personaje despreciable. Aprobando la ley que elimina las restricciones del voto.






 



2 comentarios:

  1. Estoy contigo en la necesidad de ver para valorar y reflexionar sobre estas cosas. Luchas por derechos tan asentados hoy, q con tanto dolor se consiguieron. El respeto a esa lucha, el agradecimiento a tantos q sufrieron, las falsedades q las políticas entrañan, y q algunas posturas actiales camuflan. Tanta reivindicación falsa, tanta demagogia q no es sino pantalla para afanes de poder.
    No es llevar camisetas, es respeto y comprensión profunda. Es actuar con honestidad. Algo q parece tan olvidado…
    Quizá técnicamente sea solo, como dices, correcta, con algunos defectos, pero merecerá la pena q se aborden estas cuestiones. Y merecería la pena, además, q dieran paso a revisiones generales d lo q se hace, d lo q hacemos. O más bien d lo q dejamos d hacer.
    No sé si la Academia hará como suele, premiar esa peli más q por su valor en sí, por su valor temático, dejando atrás obras como la de tu último análisis, pero en fin, premios aparte, siempre conviene q alguien "revisite" esos temas…
    Me encanta q nos expliques el valor de los encuadres, de los planos y contraplanos, de lis detalles d las escenas. No solía valorarlo…hasta q aterricé en este estupendo blog. Un gran trabajo, porque sigo siendo despistada y seguro q mil cosas se me pasaríam si no hubieras puesto el foco en ellas. Mi ventaja es q ya sé q puedo contar con tu maestría…y como no puedo ver cine a menudo, cdo veo una peli suelo tener la suerte de haber leído el análidis aquí, con lo q el visionado es más rico.
    Tu trabajo aporta mucho. Así q gracias.
    Esperando la 2/2!!
    Un beso!

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    1. Valores que pretenden ahora hacer ambiguos. El problema es que ahora movimientos deleznables se apropian de ciertos mensajes y procederes con los que no tienen nada que ver, nada en común, centrándose en los modos para defender su basura.

      Es triste.

      No creo que tenga opciones de nada, es la típica nominación homenaje, sería sorprendente que se llevara algo importante.

      Muchas gracias Reina!

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