miércoles, 1 de febrero de 2017

Crítica LA LA LAND (LA CIUDAD DE LAS ESTRELLAS) (2016) -Última Parte-

DAMIEN CHAZELLE










El musical y el Oscar.

Nueve han sido los musicales que han logrado el Oscar a la mejor película. La Melodía de Broadway” (Harry Baumont, 1929), “El gran Ziegfeld” (Robert Z. Leonard, 1936), “Un americano en París” (Vincente Minnelli, 1951), “Gigi” (Vincente Minnelli, 1958), “West side story” (Robert Wise, Jerome Robbins, 1961), “My fair lady” (George Cukor, 1964), “Sonrisas y lágrimas” (Robert Wise, 1965), “Oliver” (Carol Reed, 1968) y “Chicago” (Rob Marshall, 2002).


Un género típicamente americano, el mayor exponente de la magia, del artificio, de la mezcolanza artística, que entusiasma o aborrece, que tuvo en los 50 su época de apogeo, pero que aunque no se hagan muchos, siempre aparecen de vez en cuando y suelen tener bastante aceptación y éxito. Son muchos los musicales que aunque no ganaran la estatuilla son clásicos imprescindibles, títulos de culto o éxitos comerciales absolutos, a los que “La la land” viene a unirse. Obviaré los clásicos y los títulos que referenciaré posteriormente en relación a la película.



Fantasia” (James Algar, Samuel Armstrong, Ford Beebe Jr., Norman Ferguson…, 1940), “Cita en San Luis” (Vincente Minnelli, 1944), “Las zapatillas rojas” (Michael Powell, Emeric  Pressburger, 1948), ”Música y lágrimas” (Anthony Mann, 1953), “Los caballeros las prefieren rubias” (Howard Hawks, 1953), “Brigadoon” (Vincente Minnelli, 1954), “Siete novias para siete hermanos” (Stanley Donen, 1954),  “French cancan” (Jean Renoir, 1955),  “Ellos y ellas” (Joseph L. Mankiewicz, 1955), “El rey y yo” (Walter Lang, 1956), “My fair lady” (George Cukor, 1964), “Mary Poppins” (Robert Stevenson, 1964), “Funny girl” (William Wyler, 1968), “La leyenda de la ciudad sin nombre” (Joshua Logan, 1969), “Hello, Dolly!” (Gene Kelly, 1969), “El violinista en el tejado” (Norman Jewison, 1971), “Cabaret” (Bob Fosse, 1972), “Victor o Victoria” (Blake Edwards, 1972),  “El fantasma del paraíso” (Brian De Palma, 1974), “The Rocky horror picture show” (Jim Sharman, 1975), “New York, New York” (Martin Scorsese, 1977), “All that Jazz” (Bob Fosse, 1979), “Hair” (Milos Forman, 1979), “Granujas a todo ritmo” (John Landis, 1980), “El sentido de la vida” (Terry Jones, Terry Gilliam, 1983), “Cotton club” (Francis Ford Coppola, 1984), “Los Commitments” (Alan Parker, 1991), “On connaît la chanson” (Alan Resnais, 1997), la oscura y a la vez ligera “Bailar en la oscuridad” (Lars von Trier, 2000), “Sweeney Todd” (Tim Burton, 2007), “Los miserables” (Tom Hooper, 2012)… y ya, aunque hay muchísimos más…



Aquí, el gran cinéfilo que es Damien Chazelle, nos delita con un sinfín de homenajes, no solo a los musicales, sino también a muchas películas del cine clásico. Centrándonos en las referencias al musical que contiene la película citaremos algunas reconocidas como “Cantando bajo la lluvia”, referenciada en multitud de ocasiones y de muchas formas distintas, desde ese gesto de Gosling abrazando la farola en el Parque Griffith a elementos de puesta en escena, como ese final contando una historia en decorados, planos calcados, el recurso de los neones antes de la fiesta a la que acude Mia, las audiciones… Referencia reconocida por el director, debido a su pasión por ella.



Lo mismo ocurre con “Los paraguas de Cherburgo” (1964), una de las películas de cabecera del director, que también es muy referenciada, por ejemplo en esos colores puros e intensos, esos fondos coloridos, ese tono amargo… Y su director en general, Jacques Demy, por ejemplo en la escena del atasco inicial, tributaria de “Las señoritas de Rochefort” (1967)...


En alas de la danza” (George Stevens, 1936) y el número de “A fine romance”, “Sombrero de copa” (Mark Sandrich, 1935), “Ritmo loco” (Mark Sandrich, 1937) y esos pasos de baile sentados, “Melodías de Broadway” (Vincente Minnelli, 1953) en varias de las coreografías o pasos que vemos (A lovely night versus Dancing in the dark). En ese baile en el Parque Griffith hay varios homenajes…

Un americano en Paris” (Vincente Minnelli, 1951) y “Un día en Nueva York” (Stanley Donen, Gene Kelly, 1949), que en la orilla del Sena tienen su homenaje, El cine de Busby Berkeley o "Vampiresas" (Mervyn LeRoy, 1933) en esas siluetas, por ejemplo; “Una cara con ángel” (Stanley Donen, 1957), también homenajeada al final con Mia haciendo de Audrey y recibiendo globos frente a un decorado del Arco del Triunfo parisino.








Todos dicen I love you” (Woody Allen, 1996) y la orilla del Sena, “Lillies of the field” (John Francis Dillon, 1927), “El mago de Oz” (Victor Fleming, 1939). Muchos de los decorados están inspirados en la época clásica, así como muchos de los vestidos, por ejemplo el que se pone Mia en su primera cita con Sebastian, que va en la línea de Judy Garland en “Ha nacido una estrella” (George Cukor, 1954). “Moulin Rouge” (Baz Luhrmann ,2001) y “La nueva melodía de Broadway” (Norman Taurog, 1949) con esos bailes de fondo estrellado… “Grease” (Randal Kleiser, 1978) con esas amigas intentando que Mia vaya de fiesta, al igual que en “West side story” (Robert Wise, Jerome Robbins, 1961). “Noches en la ciudad” (Bob Fosse, 1969) con las amigas por la calle...




Creación cinéfila.

Chazelle es un gran cinéfilo, ya lo mostró en “Whiplash” (2014), donde había guiños constantes al cine (ese padre y ese hijo que no perdonan su cita para ir a ver una buena película), y aquí se despendola del todo, no sólo en referencias al musical, sino a muchas otras estrellas y títulos.

Ingrid Bergman parece el gran ídolo de Mia, por eso un enorme póster suyo decorará su habitación y le hará especial ilusión trabajar enfrente del balcón donde ella y Bogart miran París en “Casablanca” (Michael Curtiz, 1942)…




Shakespeare in love” (John Madden, 1998) es mencionada en el coche de Sebastian al inicio, en referencia, según parece indicar todo, a Sandy Powell, oscarizada diseñadora de vestuario. “Satanás” (Edgar G. Ulmer, 1934) en un poster. “Forajidos” (Robert Siodmak, 1946), “El mejor caballero” (Roland West, 1927) en un poster. “Encadenados” (Alfred Hitchcock, 1946), “La fiera de mi niña” (Howard Hawks, 1938), “Casablanca” (Michael Curtiz, 1942), “Radio patrol” (Edward L. Cahn, 1932), “Adiós a las armas” (Frank Borzage, 1932), “Boogie nights” (Paul Thomas Anderson, 1997), y la panorámica vertiginosa en la piscina, "Dirty dancing" (Emile Ardolino, 1987) y ciertos vestuarios… El magistral corto “El globo rojo” (Albert Lamorisse, 1956), también homenajeado a la orilla del Sena.




Además está rodada en el mismo estudio que “Cantando bajo la lluvia” (Stanley Donen, Gene Kelly, 1952) y “El mago de Oz” (Victor Fleming, 1939). Fondos con fotos o figuras pintadas de Marilyn Monroe, James Dean, Charles Chaplin, James Cagney, Humphrey Bogart… Series como “Mentes peligrosas” y “O. C.”.





Y referencias musicales. Hoagy Carmichael, Miles Davis, Charlie Parker, Louis Armstrong, Kenny G., Count Basie, Chick Webb, Kenny Clarke, Thelonious Monk...

Catorce nominaciones ha conseguido “La la land”, récord histórico empatado con “Titanic” (James Cameron, 1996) y “Eva al desnudo” (J. L Mankiewicz, 1954), por lo que obligadamente le van a salir odiadores por todos lados. Un clásico: películas muy bien recibidas que cuando gustan a la mayoría pasan a ser despreciadas por determinados snobs (generalizando, claro). Pero lo cierto es que no sobra ni una sola de esas nominaciones, y, aunque resulte vergonzoso por evidente, debo explicar a los protestones y fans de las comparativas, que “La la land” no compite contra las películas de otros años, ni contra los musicales históricos, de hecho, en su planteamiento deja claro que ni lo pretende, mirando a aquellos con veneración, compite con las películas estrenadas en 2016.




Y esa mezcla de ligereza, como buen musical clásico, de frivolidad, de energía desbocada, de locura, alegría y entusiasmo, con la amargura, la nostalgia, la pérdida, la melancolía, el adiós, también del musical clásico, el denominado "serio", es un completo triunfo, que en los que han logrado traspasar la fina capa de superficialidad de su sencilla historia, dejándose embriagar por las sensaciones y emociones, verán como fermenta a paso lento en su interior. A los que se queden atrapados en esa fina capa sólo les quedará el pataleo…

Bonita, romántica, enérgica, alegre, nostálgica, profunda, amarga, encantadora, ligera, melancólica, lujosa, exuberante, inferior a “Whiplash” y a la mayoría de los grandes clásicos (como musical), pero especial y particular, espléndida en sí misma. Así que dejen chorradas a parte, olviden prejuicios, comentarios y nominaciones, quítense la cera de los oídos y zambúllanse en una orgía visual y auditiva. Merece la pena.








18 comentarios:

  1. BRAVOOOOOOO!!!
    Eres el mejor!!!
    Muchas gracias!!! He disfrutado de la peli mucho más habiendo sido guiada por tu experta mirada!!!
    Un beso!!!

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  2. Bueno, algunas ideas para compartir después de ver por segunda vez una pelìcula que he gozado verdaderamente.

    La primera: siento una envida brutal por ese hijo de puta pijo de mierda y absolutamente genial de Chazelle. Me parece increíble que a su edad haya podido hacer dos, DOS, obras tan personales y, a la vez, de tanto éxito, como Whiplash y La La Land. La primera, de crítica y ésta última, pepinazo absoluto de público y crítica. Las películas, en sí, tienen sinopsis como para espantar al más pintado: mucho jazz, que no nos gusta a casi nadie. Mucha obsesión. Historias que no acaban de forma convencional. Lo dicho, yo nunca las hubiera visto si no hubieran sido tan aclamadas. Esto es particularmente cierto en Whiplash, película dura de roer, pero también en un La La Land donde no se ahorra final decepcionante para el que busque un "feel good movie" o prolijas digresiones sobre el jazz. Por cierto, supuestamente no me gusta el jazz, pero salgo de estas dos películas tamborileando con el dedo... En fin, que me enrollo: me parece muy difícil lo que consigue Chazelle y lo hace con una juventud insultante. Bravo por el niño pijo, que ha dedicado su talento cinematográfico a hacer películas y no a llenarnos la cabeza de chorradas socio-políticas.

    La segunda. La película me parece hecha en estado de gracia por actores, director-guionista, fotógrafo y compositor. De los actores, poco se puede añadir a su gracia y química. De Chazelle ya hablé antes. Justin Horwitz acierta del todo con una BSO que combina muy bien sonidos y ambientes, guiños y estilo. Y la fotografía, casi protagonista, junto a una Los Ángeles que nunca suele salir guapa en las fotos y que aquí está fantástica.

    Me ha encantado y apuesto a que pocos dejarán de verla una segunda, tercera y quizás cuarta vez, aprovechando su reposición en muchas salas por su éxito seguro en los Oscars.

    PD: Me pareció entender que en la crítica dices que Mia no le pide que entre en la banda. Supongo que te referías más bien a que no le pide que siga en la banda, porque cuando están en la cama tras conocer a su amigo, prácticamente le exige que acepte la oferta, bien es cierto que de esa forma tan sutil que tienen de exigir las cosas las parejas femeninas ;)

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    1. No, no considero que se lo pida, ni siquiera han formalizado en qué consiste el supuesto trabajo. Le pregunta lo que es normal ante la incómoda situación que vimos. Es lo que se ve.

      Muchas gracias por el comentario, un placer.

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  3. Hola Mister,

    Hasta ayer no pude ver esta película, y por eso, hasta hoy no he leído tu magnífica crítica. Como no podía ser de otra manera, me ha encantado y comprato tu opinión de darle un 5.
    Este director ya me ganó con Whiplash y desde ayer, me declaro Chazellista. y es que al igual que a ti, me encanta el cine "Mourinhista". El cine que nos enseña, que con trabajo todo es posible, que de nada sirve tener talento si no tenemos ganas de coger el pico, para picar piedra. Y es que tanto Andrew como Mia y Sebastian son trabajadores, que no pararan hasta conseguir su sueño.
    Podríaa habalar de los colores de la película y de su música y canciones, pero eso ya lo has hecho tu de manera inmejorable.

    Como siempre, gracias por hacerme entender porque me ha gustado tanto esta película.

    Un abrazo.

    Vicent Negre


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    1. Siempre leo con devoción tus comentarios, emocionantes. Muchísimas gracias por tus palabras, que son preciosa.

      Un abrazo, querido amigo.

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  4. Pues si pincháis en el enlace podéis vomitar: un diario supuestamente serio, denigrando el grandísimo éxito de Chazelle por razones ideológicas. Sectarismo destilado, 100% puro.

    http://elpais.com/elpais/2017/02/24/tentaciones/1487938253_791762.html?id_externo_rsoc=FB_CM

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    1. Jajajajaja esto me va a encantar!

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    2. Que alguien cobre por escribir semejante bazofia de artículo cargado de prejuicios es realmente meritorio.

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    3. Increíble, pero ahí lo tienes!

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  5. Dios mío!!!!
    En El País de las Tentaciones, también ven la peli "Mouinhista" y por eso le dan palos para montar "Fort Apache".
    Hay opiniones en contra, que explican que yo esté a favor. Solo le ha faltado decir, que al no observarse dolor existencial, ni síntomas de "parto creativo", no puede ser tenido en cuenta como arte,

    Memez en grado sumo.

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    1. Jajajaja a veces creo que somos casi almas gemelas. Pensé en una idea y al leerte veo que la has clavado con una capacidad de síntesis perfecta. Esto: "Hay opiniones en contra, que explican que yo esté a favor".

      Si sabes que determinados personajes opinan en contra sabes que vas por el buen camino, lees opiniones que te reafirman en tu manera de ver las cosas.

      Dicho esto, quería quitarle trascendencia, pero con las horas me ha subido el enfado por el bochorno y la injusticia en la ceremonia de este año jajaja. Para los anales del absurdo, no sólo por la equivocación, sino por la elección de película

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    2. Así es, amigo. Nadie nos explica mejor que nuestras némesis.

      En cuanto a otros guiños, me ha encantado el detalle del vuelo a París, con avión y globo terraqueo incluido. Por supuesto, en Blanco y Negro, como homenaje a las pelis de los 30 y 40, que para situar al poco viajado público americano, lo introducían en la historia, geograficamente, con una visión planetaria. Casablanca, por ejemplo.

      De los Oscars no he visto nada aun, y de Moonlight solo conozco el título, ahora me voy a ver los noticieros y a indignarme...

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    3. Cierto, momento muy Casablanca, que está referenciada varias veces jejeje

      Yo ya me cabreé en su momento, no podía creérmelo, pensé que habían quedado bien con todos, pero no manseado descaradamente, pero en los Oscar no disimulan ni gustan de sutilezas, apuestan por la cuota y la compensación de forma descarada.

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  6. Sobre el juego realidad-ficción, me gustaría resaltar el juego del número musical "A lovely night". Cómo se busca la excusa para el cambio a zapatos... de claqué! y se desarrolla un número clásico... ¡conservando el sonido de los raspones en el asfalto! Es un magnífico guiño a los que, como yo, hemos fantaseado alguna vez con arrancarnos con un número así en la vida real :)

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    1. Qué bonito detalle. Muy bien visto, pleno de naturalidad, perfectamente integrado y coherente en su homenaje.

      Gracias por el aporte, amigo mío.

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  7. Ha sido ver esta magnífica película y entrar a leer el análisis. Magnífico, tienes algunos párrafos de reflexiones personales que son una pasada.
    Yendo a la película, es encantadora. Mira que soy amante de los finales felices, pero éste es tan conmovedor que resulta perfecto. Me lomitaré a imaginarme que al año se había divorciado Mia y habría acabado con Seb, que siendo actriz no es tan descabellado.
    Imposible no enamorarse de la Stone en esta peli, qué actriz, qué miradas... debo señalar que no entra en los locales, sino que irrumpe como lo haría una estrella de las de antes, la misma Bergman. La han dirigido a un nivel de excelencia pocas veces visto.
    Por lo demás, técnicamente irreprochable, haciendo sencillo lo difícil y con un guión de guiños fácilmente identificables y perfectamente dosificados. Muy buena tiene que ser Moonlight para que estos Oscar no hayan sido el robo de la década.
    Un placer leerte, Mr.

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    1. Muchísimas gracias, PBL. Es una película que me encantó, y no puedo evitar sentir que el escándalo compensatorio fue vergonzoso.

      Es posible! A mí también me encantan los finales felices jaja.

      Que gran frase. Cierto, no entra, irrumpe. Está espléndida.

      Un placer verte por aquí, PBL. Un abrazo fuerte.

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